jueves, 21 de mayo de 2020

Alberto Fernández dio el aval para avanzar con el impuesto a la riqueza

Los diputados Máximo Kirchner y Carlos Heller le presentaron el detalle de la iniciativa que establece alícuotas del 2% al 3,5% y se aplicarían sobre bienes personales declarados al 31 de diciembre.


El presidente Alberto Fernández volvió a citar ayer en Olivos al jefe del bloque de diputados del Frente de Todos, Máximo Kirchner, y al presidente de la comisión de Presupuesto, Carlos Heller. 

El tema fue el llamado impuesto a la riqueza para quienes hayan declarado bienes por más de $ 200 millones, y cuya presentación el oficialismo venía dilatando para no complicar el diálogo con la oposición y el inicio de las sesiones remotas.

Según fuentes vinculadas con Kirchner y Heller, el jefe de Estado dio su aval para avanzar en la Cámara baja con la iniciativa. Durante una hora, hablaron sobre los detalles en cuestión y sobre los fundamentos que la sostienen.

“Hicimos un repaso del proyecto”, señaló Heller en declaraciones a la AM 750 apenas salió de la quinta presidencial. Agregó que le pareció “todo muy bien” y dijo que "esperemos que podamos tratarlo pronto”

“Yo diría que tenemos el total del apoyo del Presidente que lo ve como un buen proyecto y le parece que es una contribución importante para generar recursos en un momento en que el país tiene una significativa necesidad de esos recursos en función de las políticas públicas”, añadió.

Lo que aún no se definió es cuándo lo enviarán a Mesa de Entradas y cuándo se intentaría debatirlo en el recinto, en este caso en la Cámara baja, que es donde se redactó. Antes del fin de semana Kirchner y Heller definirían qué día de la semana próxima lo presentarán y el cronograma para su tratamiento en comisiones.

Por lo pronto, hoy Diputados tendrá la segunda sesión remota con presencia de sólo 40 diputados en el recinto y el resto conectados en forma remota. La sesión arrancará a las 13:30, casi en paralelo con la del Senado, y trataría, según se prevé que definan los jefes de bloques, sólo dos temas: las recetas digitales, que tuvo un dictamen unánime en comisión, y la modificación del artículo 109 de la Ley de Educación que permitirá la educación a distancia. En este último caso, hubo un dictamen de minoría de Romina del Plá, de la izquierda, mientras que sorpresivamente Gisela Marziotta, del Frente de Todos, decidió no acompañar ningún dictamen para hacer un llamado de atención sobre la “inequidad” en materia de conectividad que, según opinó, profundiza aún más las diferencias sociales.

Heller y Kirchner ya se habían reunido con el presidente Alberto Fernández, también en Olivos, y con el ministro de Economía Martín Guzmán para hablar de este impuesto.

El martes el presidente llamó nuevamente a Heller para consultarle cómo estaba el proyecto y, tras varios minutos de charla, le propuso que mejor conversaran un poco más personalmente y lo invitó para ayer a las 15.30 a la quinta. En la charla Fernández preguntó cuándo presentarían la propuesta de impuesto. “Lo antes que podamos”, le respondieron y admitieron que más que una cuestión política tienen en cuenta el formato técnico de las sesiones a distancia que apenas acaban de comenzar.

Fernández no sugirió cambios y Heller se encargó de aclarar que es una iniciativa estrictamente parlamentaria. Establece un tributo a los bienes personales declarados a partir de los $ 200 millones. Arranca con una alícuota de 2% y se aplica en forma gradual hasta un máximo de 3,5% para quienes tienen un patrimonio superior a $ 3.000 millones. Se aplicaría sobre las personas según sus declaraciones juradas al 31 de diciembre del año pasado. “No incluye ninguna investigación, es solo sobre bienes declarados”, puntualizó.

El universo podría ser cercano a las 11.300 personas, aunque podrían pagarlo como mínimo unas 11.000 y como máximo, se estima, unas 12.000. Por otra parte se descartó bajar el piso. “Elegimos la ecuación más razonable”, indicó en su momento Heller sobre la relación entre cantidad de gente alcanzada y monto a recaudar.

La cuenta final arrojaría una recaudación de entre $ 250.000 millones y $ 300.000 millones, unos 3.500 y 4.000 millones de dólares, el equivalente a la ampliación presupuestaria de la Jefatura de Gabinete para atender los problemas generados por la pandemia.

Según lo acordado, lo que se recaude se destinaría exclusivamente a atender cuestiones sanitarias y sociales vinculadas con el COVID-19, incluso también para pymes.

“No me sorprendería del apoyo que podría tener. Vamos a tener holgadamente el número necesario”, se mostró más que optimista Carlos Heller una semana atrás, cuando vislumbraba respaldo en partidos provinciales y hasta en Juntos por el Cambio después de las declaraciones a favor del gobernador fascista jujeño Gerardo Morales. Incluso desde la izquierda Nicolás del Caño presentó un proyecto similar, aunque en su caso la alícuota se aplicaría sobre quienes hayan declarado bienes por más de $ 100 millones.

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