El encuentro fue en la residencia de Olivos. Los dirigentes analizaron la extensión de la cuarentena en la ciudad de Buenos Aires y el área metropolitana Buenos Aires (AMBA), donde se da la mayor circulación del coronavirus y el número más elevado de contagios.
El presidente Alberto Fernández recibió ayer a la tarde al jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larrata, y al gobernador bonaerense, Axel Kicillof, para unificar el discurso frente a la extensión del aislamiento que se anunciará este fin de semana por 15 días más y buscó ajustar dos temas centrales: el control de contagios en los barrios vulnerables y la instrumentación de un sistema ordenado en el transporte público del AMBA.
Tanto Alberto Fernández como Kicillof y Rodríguez Larrata coincidieron en que “no hay mucho margen” para flexibilizar la cuarentena en el AMBA con los niveles de contagio que se vieron en los últimos días. No obstante, creen que hará falta ajustar los controles de testeos en las villas miseria tanto de la CABA como del conurbano asi como establecer un mayor ordenamiento en el transporte de pasajeros.
Hay una simple ecuación en toda esta evaluación: el 90% de los contagios de coronavirus que se detectaron en las últimas semanas provienen de la Ciudad de Buenos Aires y del conurbano. Es precisamente allí donde también se concentra la mayor población de la Argentina.
Desde la Casa Rosada comentaron que en la reunión de Olivos se analizó la evolución de los casos de COVID-19 y la articulación entre el Estado nacional, la CABA y la provincia de Buenos Aires para abordar la problemática en los barrios más vulnerables. Este es un tema que manifestó abiertamente Kicillof en los últimos días como un eje de preocupación fuerte ante la flexibilización de la cuarentena porteña y el riesgo de pasaje de gente al conurbano.
En la reunión, llevada a cabo en la quinta de Olivos, Kicillof dejó en claro que en la nueva fase de cuarentena la provincia de Buenos Aires no flexibilizará el asilamiento hasta tanto no se aplane la curva de contagios. Esta es una clara posición de diferenciación de la administración porteña pese a que en el entorno del gobernador bonaerense aseguran que no hay malestar con Rodríguez Larrata y que hablan todos los días por teléfono.
Se acordó reforzar los controles de contagio en las villas en los operativos DETECTAR puerta por puerta que se están realizando tanto en el conurbano como en la CABA con aporte de funcionarios del Ministerio de Salud de la Nación. El ministro de Salud, Ginés Gonzáñez García, ya reiteró en varias oportunidades que los barrios populares son los lugares de mayor riesgo de que se dispare el pico de Covid-19 por la mayor concentración de gente y hacinamiento.
“El presidente ofreció la ayuda del Gobierno para que sea más rápido y mejor el trabajo en los barrios populares con el testeo de casos y el tratamiento de los contagiados de coronavirus”, dijo un funcionario de la Casa Rosada.
De la reunión también participaron el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero; la viceministra de Salud, Carla Vizzotti y el ministro de Transporte, Mario Meoni. La presencia de este último funcionario no fue casual. Es que la preocupación mayor del gobierno en la quinta fase de cuarentena, donde se contempla flexibilizar algunos rubros más de la economía, es evitar el contagio en el transporte público del AMBA.
Es que por las diferentes líneas de ferrocarriles y colectivos del área metropolitana circulan en días normales más de cuatro millones de personas que van o vienen de CABA al conurbano bonaerense. Por eso estuvieron también los ministros de la CABA, Juan José Méndez, y de la provincia, Alejo Supply.
La idea del gobierno es que en la nueva etapa de cuarentena en el AMBA haya un esquema de turnos y un mayor ordenamiento de los pasajeros del transporte público. Se mantendrá el plan que rige hasta ahora que sólo puedan subir a los trenes o colectivos aquellas personas que tienen permisos de circulación por tratarse de actividades esenciales. De esta manera, aquellas empresas o rubros a las que se les habilite en adelante la apertura de sus comercios o fábricas deberán cubrir el transporte de los empleados por su cuenta. No se descartó por ahora la idea de fijar una diferenciación de la tarjeta SUBE para quellos trabajadores escenciales.
En definitiva, hubo coincidencias en reforzar los controles en el transporte y los testeos en las villas miseria por lo que mañana se reunirán los técnicos de la CABA y de la provincia de Buenos Aires para definir detalles de lo que será la nueva etapa de cuarentena desde el lunes que viene.
Está claro que la intención del presidente fue dar una imagen de unidad y bajar los decibeles de la puja CABA-provincia de Buenos Aires ante la inminente definición de la nueva etapa de la cuarentena que seguiría hasta el 8 de junio.
Por otra parte, se supo que en la reunión en Olivos se mencionó la posibilidad de dar marcha atrás en la flexibilización de la cuarentena ante un pico de contagios. En este sentido, se habló del caso de Córdoba donde el gobernador Juan Schairetti detectó en su distrito un aumento de casos y volvió a restringir los mecanismos de aislamiento social.
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