A pesar de la desaceleración del último cuatrimestre, las cifras lucen apabullantes en comparación a los ingresos de los trabajadores.
El arrastre de la crisis inflacionaria generada por el macrifascismo todavía hace estragos. En abril, una familia necesitó más de $ 40.000 para no caer bajo la línea de pobreza. En los últimos 12 meses, el costo de la canasta básica total (CBT) aumentó por más del 40%.
De acuerdo al último informe del INDEC, en abril la variación mensual de la CBT fue del 1,4% en comparación a marzo, por lo que un grupo familiar de cuatro personas necesitó de $ 42.594 para no ser pobre. En términos interanuales, el indicador se disparó un 44,4%.
Asimismo, la canasta básica alimentaria (CBA) aumentó 3,1% con respecto a marzo, y en los últimos 12 meses acumuló un incremento del 51,1%. Por lo tanto, para no se considerada indigente, esa misma familia precisó de $ 17.897.
En lo que va del año, la CBT acumula una suba de 9,3%. Mientras tanto, en lo que va de 2020, la CBA ya sufrió un ascenso del 14,8%.
El dato más positivo que puede extraerse del devastador informe es la evolución de los últimos cuatro meses. Si se observa el registro de la valorización interanual de la CBT, el indicador descendió del 52,8% registrado en diciembre hasta el 44,4% obtenido en abril último.
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