viernes, 13 de enero de 2023

Todos contra todos en Juntos por el Cambio en busca de una candidatura

La movida interna de Gerardo Morales y Elisa Carrió para condicionar a Miauricio Macri se cruza con los acuerdos que intenta tejer Horacio Rodríguez Larrata para dejar fuera de juego al ex hijastro de Flavia Palmiero y a Patricia Bullrich Luro Pueyrredón, quienes, a su vez, apuestan a un entendimiento con los libertarios y otros sectores del radicalismo. Los conflictos que se plantean en la CABA y en la provincia de Buenos Aires. Mientras continúa sin definir si se postulará, Macri volvió a mostrarse en público ayer en Mar del Plata.


Enero pega fuerte en Juntos por el Cambio y se multiplican las reuniones y negociaciones. La última fue la del gobernador fascista de Jujuy, Gerardo Morales, con Elisa Carrió, en la que buscaron plantar bandera ante las posiciones de Miauricio Macri y Patricia Bullrich Luro Pueyrredón(o de manera general, del PRO, que suele tratar a los otros dos partidos como socios menores). 

Pero antes hubo otra de Horacio Rodríguez Larrata -de mucha afinidad con Carrió- con el propio Morales y Martín Lousteau. Todas buscan, en buena medida, comenzar a delinear un camino para Juntos por el Cambio sin Macri candidato, mientras en simultáneo intentan sofocar conflictos internos. El ex hijastro de Flavia Palmiero no suelta prenda de lo que hará, pero sigue en actividad proselitista: de hecho, ayer presentó su libro "Para qué" en Mar del Plata.

Los alineamientos cruzados comienzan a quedar cada vez más en claro en 2023. Rodríguez Larrata y Morales, dispuestos a competir con las escuderías del PRO y de la UCR en las PASO, tienen algo en común: a los dos les gustaría barrer con toda la competencia interna (Bullrich Luro Pueyrredón, en el caso de Rodríguez Larrata, Facundo Manes, en el de Morales) y ser los únicos candidatos en las primarias. La reunión del jefe de gobierno porteño habla de la voluntad de consensuar para luego competir. Carrió, por otra parte, viene siendo una sólida aliada de Rodríguez Larrata desde 2020. También lo condiciona: lo forzó a ponerle un plazo temporal a la licencia de Marcelo D'Alessandro (90 días) y seguirá presionando ante su incierto futuro en el gabinete.

Del otro lado, están Macri y Bullrich Luro Pueyrredón, que han sido muy explícitos a la hora de pensar una alianza con Javier Milei y que impulsan una radicalización del discurso del espacio opositor. En medio, queda María Eugenia Vidal, que no termina de encontrar su lugar en esta guerra de posiciones: fue aliada de Rodríguez Larrata, se mostró con Macri y con lo ocurrido en Brasil tuvo un discurso más cercano al de los halcones.

Té con masitas

El encuentro de Morales con Carrió en su casa en Exaltación de la Cruz duró unas dos horas. Si bien decidieron difundirlo porque llegaron a un acuerdo "preelectoral", fue el último tras una larga serie de conversaciones, luego del altercado que tuvieron cuando Carrió prácticamente acusó a Morales de tener negocios con Sergio Massa. Las cosas de a poco fueron mejorando entre ellos hasta llegar a este acuerdo. "Ellos cerraron el Acuerdo Cívico en 2009. Se conocen hace mucho. Y se están entendiendo cada vez más", dicen cerca de Carrió.

¿En qué consiste el acuerdo? Primero, no consiste en que Carrió va a respaldar a Morales en su candidatura presidencial. Segundo, implicará una serie de encuentros de los equipos económicos de cada sector para armar acuerdos programáticos. Tercero -y esto sería lo más importante que salió de la reunión- le marcaron la cancha al PRO con la idea de que el futuro gobierno tiene que ser de coalición. Es decir, lo opuesto a lo que hizo Macri cuando gobernó, que relegó a la UCR y a la Coalición Cínica al lugar de consejeros no vinculantes.
"En lo político, vamos a sostener un gobierno de coalición, fórmulas cruzadas, boleta única, transparencia electoral y límites al financiamiento de la política", sostuvo Morales tras el encuentro. Lo otro central es la idea de "fórmulas cruzadas" que sumen integrantes de los distintos partidos.

Tras el cónclave de Carrió y Morales, vendrá una serie de reuniones -que podrían comenzar el próximo martes- para fijar posiciones en lo económico, lo educativo y la política exterior "para los próximos 50 años". La cuestión ecológica también entrará en discusión entre ambos equipos. Con los meses, Carrió buscará tener un acuerdo similar con Larreta y encuentros técnicos de este tipo.

Bullrich Luro Pueyrredón observó el acuerdo sin decir palabra. Lo suyo seguirá siendo buscar un entendimiento con otro radical: Alfredo Cornejo, al que quiere como parte de su propia "fórmula cruzada". Del dúo Morales-Carrió, el jujeño es el que intenta sostener una buena relación con la presidenta del PRO. En cambio, a Carrió hace rato que la dan por perdida en las filas de la ex montonera entregadora de compañeros, que alguna vez supo ser su mano derecha.

De hecho, en las internas del PRO, está claro que Carrió no es neutral: en la CABA apoya a Fernán Quirós contra Jorge Macri -respaldado por Bullrich Luro Pueyrredón y por el hijo bobo de Franco Macri-, y en territorio bonaerense seguramente apoye a Diego Santilli (o a cualquier otro) contra Cristian Ritondo, también respaldado por el ala dura. Y al domador de reposeras directamente lo jubiló. Macri, por el momento, se mantiene misterioso como una esfinge ante estos movimientos.

El cuarteto

No hay que olvidar que al encuentro de Carrió y Morales lo precedió en los días previos otro que incluyó a Rodríguez Larrata y Santilli de un lado y a Morales y Lousteau del otro. Además de posar los cuatro como Los Beatles en Abbey Road, tuvieron una conversación política en una cena y luego en un café de Mar del Plata y un encuentro ampliado a sus equipos económicos en un hotel local. Algo similar a lo que Morales ahora intenta con Carrió. En ese encuentro, Larreta les presentó su "plan de estabilización" para los primeros cien días. Rodríguez Larrata cree que lo programático jugará un papel central a la hora de diferenciarse de posibles competidores del PRO.

Ese encuentro sí levantó más polvareda en el espacio de Bullrich Luro Pueyrredón, sobre todo porque estaba solo Lousteau sin ningún otro candidato porteño y solo Santilli, sin los otros candidatos bonaerenses. Hubo quien quiso imagin
ar el principio de un acuerdo para las candidaturas de este año (y la entrega de la CABA a Lousteau que, en su momento, usó como acusación la borracha hija de puta), pero Rodríguez Larrata sigue diciendo que en la ciudad tiene pensado apoyar a algún candidato del PRO.

Hay un gran ausente en todos los encuentros: Macri. No es casual, la mayoría de los que se reúnen lo imaginan (como mucho) en un rol de consejero emérito. Está claro que no es el lugar que Macri imagina para sí, aunque aún no definió si este año irá por su "segundo tiempo". Por lo pronto, tendrá una presentación de un libro en la costa en modo candidato en temporada preelectoral.
Fuente: nota de Werner Pertot para Página/12

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