En la grabación, el funcionario cuenta que la cartera negoció con las personas que estaban realizando el acampe frente al cuartel general del Ejército de Brasilia para que fuesen hasta la Explanada de los Ministerios de forma pacífica.
Medios de comunicación de Brasil difundieron en las últimas horas un audio que el secretario de Seguridad Pública en ejercicio de Brasilia, Fernando de Sousa Oliveira, le envió al entonces gobernador, Ibaneis Rocha, momentos antes del intento de golpe de estado que simpatizantes del ex presidente ultraderechista Jair Bolsonazi protagonizaron el domingo cuando ingresaron al Congreso, al Tribunal Supremo y al Palacio Presidencial de Planalto, en el que caracteriza a la manifestación como “totalmente pacífica”.
“Gobernador, le voy a pasar el último informe, del mediodía. Todo tranquilo. Los manifestantes están descendiendo desde el sector militar, controlados, escoltados por la Policía. Tuvimos una negociación para que ellos descendieran de forma pacífica, organizada, acompañada. Lo hicieron. Están en un clima bien tranquilo, bien ameno. Una manifestación tranquila, totalmente pacífica. Hasta ahora. Nuestra inteligencia está monitoreando y no hay ningún informe de alguna cuestión agresiva o ligada a ese tipo de comportamientos”, dice Oliveira a Rocha en el audio.
En la grabación, el funcionario -que tenía el control de la Secretaría de Seguridad porque el titular Anderson Torres se encontraba de vacaciones en Estados Unidos- cuenta que la cartera negoció con las personas que estaban realizando el acampe frente al cuartel general del Ejército de Brasilia para que fuesen hasta la Explanada de los Ministerios de forma pacífica.
Según le explica a Rocha en ese mensaje, en las negociaciones los manifestantes habrían aceptado que la Policía los acompañara desde el campamento hasta la Plaza de los Tres Poderes, en un tramo de aproximadamente ocho kilómetros.
En el audio, de Sousa Oliveira también le menciona a Rocha la presencia de 150 ómnibus en el Distrito Federal, que estaban monitoreados por organismos de inteligencia, sin presencia de "cuestiones agresivas".
Tras los hechos del domingo, el entonces gobernador de Brasilia, Ibaneis Rocha, aliado de Bolsonazi, determinó la expulsión del cargo de Anderson Torres, a quien atribuyó la responsabilidad por la invasión de miles de golpistas al Palacio del Planalto, al Congreso y a la sede del Tribunal Supremo.
Horas después, el juez de la Corte Suprema de Brasil Alexandre de Moraes apartó de su cargo a Rocha por 90 días. Poco antes de ser removido, el gobernador había grabado un video en el que pedía disculpas por lo sucedido y en el que decía no haber imaginado que las protestas “tomarían las proporciones que tomaron”.
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