En minoría, el integrante de la Cámara Federal planteó que la vicepresidenta debe ser detenida en el marco de una causa judicial que investiga el traslado de muebles con aviones oficiales al sur del país.
La Cámara Federal porteña ratificó su procesamiento de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner por el delito de peculado por haber traslado muebles al sur en aviones oficiales. Por mayoría, los jueces Leopolgo Bruglia y Pablo Bertuzzi excluyeron como delito que allí también se usaran esos aviones para trasladar diarios cuando CFK era presidenta. También ratificaron la falta de mérito del entonces secretario de la Presidencia y hoy senador Oscar Parrilli.
Pero en minoría, el juez federal Mariano Llorens se pronunció por disponer la detención de la vicepresidenta y notificar al Senado para que avance en su juicio político. En el fallo, al que accedió Currín, Llorens sostuvo: “habré de encomendar al magistrado de grado se considere, en atención al acento distintivo de los hechos del sumario como testimonios de una matriz de corrupción especialmente dañina para los destinos de la Nación (artículo 36 de la Constitución Nacional), que debe ser prevenida, erradicada y sancionada, que evalúe los extremos aquí indicados para precisar la senda que se habrá de transitar”.
“Respecto de la porción del proceso que ingresa en el campo del derecho criminal, deberá analizar si el camino para asegurar las medidas de cautela personal es el juicio que la Constitución Nacional impone para la separación del funcionario del ejercicio del rol con el que fue investido, a fin de tornar efectivo su encarcelamiento provisional”, agregó el hijo de puta.
El fallo de la Cámara Federal se da luego de que su superior, la Cámara Federal de Casación Penal, abriera la puerta a que toda la causa quede en la nada porque lo que se cuestiona es que el caso haya sido investigado por el fallecido y corrupto juez Claudio Bonadio.
Se trata de la causa que se abrió en el marco de la tramitación del expediente de los cuadernos cuando llamaron a declarar a los pilotos de los aviones presidenciales y allí se reveló que se habrían trasladado en vuelos oficiales muebles que habrían tenido como destino los hoteles de la familia Kirchner. En su momento, el expediente se conoció como los “vuelos canillita” porque también se hacían llevar diarios al sur, pero la Cámara Federal entendió que el trasladado de los diarios no era delito: esa información hacía a la función presidencial.
Lo que analizaron en mayo los jueces de Casación Alejandro Slokar, Carlos Mahiques y Guillermo Yacobucci fue el planteo de la defensa de CFK no solo cuestionando el procesamiento sino los diferentes presentaciones de nulidad que, según dijeron, no habían tenido adecuado tratamiento. Entre esos cuestionamientos, figuraba que hubiera sido Bonadio el que denunció el hecho, en el marco de la tramitación de la causa de los cuadernos, y al que luego le tocó investigar la denuncia que él mismo originó.
La defensa comparó que otro fue el criterio del fallecido juez cuando, también en el marco de la causa de los cuadernos, había ordenado extraer testimonios para investigar la conducta de su colega Luis Rodríguez y allí sí se excusó de intervenir diciendo que “lo actuado previamente implicaba ‘una toma de posición respecto de los sucesos que impiden poder decidir que asuma la investigación con la objetividad que debería tenerse’”.
El fiscal Raúl Pleé pidió rechazar el planteo, pero con los votos de Slokar y Mahiques Casación hizo lugar al reclamo de la defensa de la vicepresidenta y dispuso la nulidad del procesamiento. El fallo volvió entonces a la Sala I de la Cámara Federal que volvió a estudiar la cuestión.
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