La aeronave había llegado a Tierra del Fuego desde Comodoro Rivadavia para dejar a un paciente y sufrió dificultades en el despegue de regreso. Las víctimas fatales son dos pilotos, un médico y un enfermero.
Un avión sanitario se estrelló ayer en el aeropuerto de Río Grande con cuatro personas a bordo (los dos pilotos, un médico y un enfermero), que no sobrevivieron al accidente.
La aeronave había salido desde Comodoro Rivadavia esta mañana para trasladar a un paciente menor de edad a la provincia de Tierra del Fuego y en el despegue de regreso sufrió inconvenientes y no pudo realizar la maniobra con éxito.
El avión de Flying America que llevó un paciente hacia la provincia de Tierra del Fuego, según trascendió, explotó mientras despegaba. Había iniciado el vuelo desde San Fernando y realizó una parada en Comodoro Rivadavia para cargar combustible para finalmente emprender viaje a Río Grande.
Según publicó el portal Actualidad TDF, se trataba de un Lear jet sanitario de la empresa Flying América -dedicada a vuelos sanitarios- que realizaba una maniobra de despegue. Aparentemente el motor izquierdo sufrió un desperfecto, lo que provocó que se cayera desde ese costado.
El avión había trasladado a un niño, paciente de la Clínica CEMEP, un centro de salud privado muy conocido de la ciudad. Había despegado a las 8.45 del aeropuerto de San Fernando, en la provincia de Buenos Aires, y había hecho una escala en Comodoro Rivadavia antes de dirigirse a Tierra del Fuego. La caída de la aeronave se produjo en la pista de la Base Naval, lindante con la de Río Grande. Las unidades de emergencia trabajaron en el lugar y las autoridades federales ya trabajan en torno a la investigación.
Un caso similar sucedió a principios de marzo del 2.020, en plena pandemia, cuando la cola de un avión sanitario explotó segundos después de que un operario le cargara oxígeno.
El hecho había ocurrido en el aeropuerto de San Fernando, pero dentro de la agenda de destinos se encontraba Río Grande. En ese momento el piloto y dueño de la aeronave Héctro Gerk había asegurado: “Gracias a Dios el personal idóneo que cumplía con la carga de oxígeno resultó ileso. Conectó la manguera y apenas se dio vuelta, reventó. No llegó a abrir la carga del oxígeno”.
“El personal vio que alguien había sacado la tapita de protección del tubo. A lo mejor haya habido grasa porque esto se produjo porque el oxígeno es muy inflamable. Cuando el mecánico conectó la manguera, empezó a pasar oxígeno desde el tubo a la manguera y eso generó la explosión. Por suerte eso le dio tiempo de salir”, dijo Gerk en ese entonces.
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