En una semana de debates tensos dentro de la coalición oficialista sobre el rol de los movimientos sociales, recobraron fuerza los proyectos que proponen la creación de un ingreso mínimo para todos los trabajadores. El acercamiento entre La Cámpora y el Frente Patria Grande. Los últimos cruces.
Universal y con participación de las provincias. El debate sobre cuál forma debe tomar los planes de empleo del Estado empezó a encontrar un camino de salida a partir de la definición de La Cámpora a favor de la implementación de un ingreso universal. El objetivo, en principio, es que se implemente desde la Anses, como la Asignación Universal por Hijo (AUH) o incluso el Ministerio de Trabajo.
A partir de la unificación de posiciones a favor de la renta universal que hicieron las organizaciones que integran el Frente Patria Grande, que lidera Juan Grabois, y La Cámpora, cuyo referente -por cargo y por origen- en este tema es el ministro de Desarrollo de la Comunidad bonaerense, Andrés “Cuervo” Larroque, se empezó a encauzar el debate que desató la vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, a principios de la semana pasada. Si bien hay varios proyectos en el Congreso, también es posible implementarla desde el Ejecutivo a través de un decreto.
El presidente, Alberto Fernández, y su ministro de Desarrollo Social, Juan Zabaleta, en marzo de este año, en el marco del acuerdo con el FMI planteaban el reemplazo de “planes por trabajo”. Las organizaciones sociales, oficialistas y opositoras, le señalaron al presidente que siempre trabajaron.
Ahora Cristina volvió a poner la discusión en el centro y desató el debate. Al contrario de lo que plantea el FMI, de reducir los planes de empleo, la vicepresidenta planteó, según su entorno, que la ayuda del Estado tiene que ser universal y no discrecional. Luego, más terrenal, Larroque explicó que esa discrecionalidad provoca malestar en los barrios populares en donde se generan diferencias entre los vecinos.
El sábado, en declaraciones a la AM750, el ministro bonaerense sostuvo que en este momento hay una necesidad de brindar una política de ingreso para 7 millones de personas y que la ANSeS sería la agencia indicada para su gestión.
Desde Mar del Plata se sumó al debate la titular de la ANSeS, Fernanda Ravierta, también dirigenta camporista. Sostuvo que "el rol del Estado debe pasar por generar e instrumentar políticas públicas para garantizar la redistribución de las riquezas", al exponer en la Semana Social 2022, que organiza la Conferencia Episcopal Argentina. El cambio de área para la gestión estatal de los planes de empleo es parte de lo que mueve las arenas en la interna del oficialismo.
Larroque declaró que “lamentablemente Emilio Pérsico es la persona que más influyó para poner a Alberto en tensión con Cristina”.
La respuesta de Pérsico llegó rápido: “Cristina cree que el capitalismo va a resolver los problemas de la gente, que lo va a poder amansar. Cree que va a poder resolver el problema de los humildes".
Si bien en su alocución, Cristina diferenció la dirigencia “misógina” de las bases feminizadas que ponen el cuerpo en los barrios, las palabras de la ex presidenta tocaron una fibra delicada, justo a 20 años del asesinato de Maximiliano Kosteki y Darío Santillán.
Tres dirigentas populares salieron a responderle: la intendenta de Moreno, Mariel Fernández, integrante del Movimiento Evita; la diputada y dirigente de la UTEP, Natalia Zaracho, y la líder del Frente Popular Darío Santillán, Dina Sánchez.
Luego fue la propia dirigencia de La Cámpora quien continuó esa tarea de diferenciación y cuidado. Mariel Fernández recibió la se semana pasada la visita del ministro Eduardo “Wado” De Pedro y el diputado Leonardo Groso (del Evita) fue elogiado por Larroque quien contó cómo coordina con Máximo Kirchner en la bancada oficialista.
Cristina, autora de la Asignación Universal por Hijo que se brinda desde la ANSeS, también destacó sus políticas como el Argentina Trabaja y el Ellas Hacen, dos programas implementados con criterios objetivos desde el ministerio de Desarrollo Social, que condujo Alicia Kirchner.
Pérsico había cuestionado la AUH cuando el año pasado, cuando la caracterizó como una política pública que promovía “el matriarcado” porque permitía a las mujeres de los barrios populares ser las gestoras de ese recurso.
La discusión de fondo entre las organizaciones políticas y sociales es la caracterización del gobierno, si es afín o contrario a los intereses populares. En ese barro se metió Larroque el sábado y sostuvo que “hoy es una política de la continuidad de (la ministra de Desarrollo macrifascista) Carolina Stanley, porque este esquema de planes no tiene nada que ver con el espíritu histórico del peronismo”. Y recordó cuando en el año 2000 participó de un movimiento social de desocupados: “Nuestro debate en aquel momento era poder ir a la discusión política del país y salir del debate reivindicativo, Pérsico quiere volver 20 años atrás”.
Además, también se opuso a diferenciar entre dos economías, una formal y otra “popular”, línea que sostuvo el ex vicepresidente Amado Boudou el viernes en una charla en el Instituto Patria. Por lo pronto, la discusión que planteó Cristina sigue abierta.
Por Gimena Fuertes para Tiempo Argentino
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