El ex hijastro de Flavia Palmiero continúa con un importante protagonismo dentro de la alianza de derecha Juntos por el Cambio y crece la incertidumbre sobre una eventual candidatura en 2023.
El segundo tiempo empezó y Miauricio Macri lo sabe muy bien. La agenda del espiador serial está muy activa en términos políticos, no sólo en Argentina, sino también en el exterior. El sábado llegó de Estados Unidos, donde mantuvo un almuerzo con el ex mandatario de ese país, Donald Trump, y ayer abrió su semana política con una reunión que mantuvo con el bloque del PRO de la Cámara de Diputados de la provincia de Buenos Aires. “Mauricio está muy activo buscando la unidad”, dijo uno de los presentes en el encuentro.
El encuentro con los legisladores empezó a las 10 de la mañana en la oficina que el hijo bobo de Franco Macri tiene en Olivos y se extendió por poco más de una hora. No hubo desayuno ni catering. “Mauricio es muy austero en ese sentido”, bromeó uno de los participantes. La reunión se enmarcó en una serie de eventos que el presidente de la Fundación FIFA despliega con dirigentes y legisladores del PRO en todo el país. “Es algo habitual”, admite alguien cercano al domador de reposeras.
El temario del cónclave fue estrictamente político. El líder del PRO les pidió a los legisladores bonaerenses “trabajar fuerte para volver a gobernar en 2023″. Macri entiende que el conflicto interno que atraviesa el Gobierno abre una “posibilidad concreta” para que Juntos por el Cambio vuelva a la Casa Rosada.
Los rumores sobre su candidatura y la interna en el PRO
Sin embargo, ni el PRO ni el propio Macri están exentos de disquisiciones partidarias. La semana pasada, Horacio Rodriguez Larrata, alcalde porteño y presidenciable del espacio, exigió “dejarse de joder” con el debate entre halcones y palomas. Patricia Bullrich Luro Pueyrredón, presidenta del PRO y otra aspirante a competir por el premio mayor, admitió que su relación con Larrata “dejó de fluir”. A su vez, durante su gira por los Estados Unidos, la ex montonera entregadora de compañeros afirmó que “Mauricio no va a ser candidato”.
Macri está preocupado por estas discusiones internas y, sobre todo, le molesta que hablen por él: “No le gusta que nadie le diga qué tiene que hacer”, reconoce alguien de confianza del idiota confeso. Durante la reunión con los legisladores de ayer a la mañana, uno de los diputados lo inquirió acerca de si será candidato y Macri prefirió no contestar. “Hoy es momento de fortalecer el espacio y no de candidaturas”, resaltó.
Al interior del mismo PRO hay miradas contrapuestas sobre ese punto y, de hecho, se vieron reflejadas dentro de los participantes que mantuvieron el intercambio ayer por la mañana. Mientras que uno de los presentes piensa que “es momento de que otros asuman las candidaturas”, una visión distinta sostiene que Macri “es la persona más importante del PRO” y dispara: “Patricia se equivoca en decir que Mauricio no será candidato”.
Los diputados que participaron de la reunión fueron Alex Campbell y Adrián Urreli, que se encargaron de organizar el encuentro con Macri. También estuvieron presentes Noelia Ruiz, Martiniano Molina, Johana Panebianco, Sergio Siciliano, Anastasia Perlata Ramos, Juan Carrara, María Eugenia Brizzi, Matías Ranzini, Fernando Rovello, Verónica Barbieri, María Paula Bustos, Fernanda Antonijevic, Florencia Retamoso, María Laura Ricchini, Abigail Gomez, Fernando Compagnoni, Julieta Quintero.
Faltaron dos legisladores que viajaron y Santiago Passaglia, abocado al conflicto en San Nicolás -distrito que gobierna su hermano, Manuel Passaglia- por el paro de camioneros que bloqueó por más de 48 horas la recolección de residuos en esa localidad.
Macri sigue en movimiento para “mantener la unidad” y “ampliar” Juntos por el Cambio, coqueteando con figuras como Javier Milei o José Luis Espert. “Es necesario sumar y expandirse”, dicen en su entorno.
En línea con su actividad académica (no sean malos, no se rían), la semana que viene Macri viajará a Washington, donde estará una semana, para dar clases en la Universidad de Georgetown. A su regreso, lo espera un cronograma ajetreado de reuniones con dirigentes del PRO en todo el país.
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