El ministro de Economía subrayó que el acuerdo alcanzado por el Gobierno con el staff del FMI es "distinto a los anteriores", ya que "no prevé una reforma laboral ni jubilatoria, ninguna que quite derechos".
Martín Guzmán dijo ayer a la tarde ante el Senado de la Nación que el acuerdo con el FMI servirá para que la Argentina evite "un shock desestabilizante". Además, celebró que "se discuta en el Parlamento" y consideró que se trata de un "proceso que nos enriquece".
“Argentina necesita tener la capacidad de evitar un shock desestabilizante que es el que constituiría no poder hacer frente a estos pagos programados”, sostuvo el funcionario, en el marco del plenario de comisiones del Senado. "Se busca abordar el problema que se presenta para la Argentina en la balanza de pagos producto del stand by alcanzado en 2018", enfatizó en el inicio de su exposición.
“Hemos avanzado en una negociación con el staff del FMI, a efectos de construir condiciones que den lugar a un programa con los objetivos y, por otra parte, una acción geopolítica con los accionistas del FMI para construir condiciones financieras”, indicó Guzmán.
“Este esquema es diferente de lo que han sido los programas con el FMI, que se han enfocado en que el Estado constituía una molestia: en este acuerdo no hay ninguna reforma laboral, no hay ninguna reforma jubilatoria, no hay reformas que quiten derechos”, aclaró el ministro.
Además, apuntó que “desde lo macroeconómico hay tres grandes objetivos, los criterios de desempeño, que constituyen las principales medidas a la hora de evaluar el cumplimiento del Programa: acumulación de reservas internacionales, el sendero fiscal y el esquema monetario”. "Se busca reducir el déficit sobre la base de un esquema que permita apuntalar la recuperación económica y que esté asociado a un fortalecimiento de la recaudación", continuó.
"El programa incluye diez revisiones trimestrales. Cuando se completa cada revisión, se realiza un desembolso. Además, hay un desembolso inicial cuando se aprueba el programa", detalló.
En otro tramo de su exposición, el titular del Palacio de Hacienda manifestó la necesidad de que el acuerdo con el FMI cuente con un "amplio respaldo" del Congreso. "No es sano que un gobierno de turno pueda actuar sin un amplio respaldo", dijo Guzmán, para luego enfatizar que una situación contraria "implica la posibilidad de seguir un camino muy nocivo para la Nación Argentina".
Tras remarcar que "poder darle tratamiento legislativo fue de mucho valor", aseguró que el hecho de que "por primera vez en la historia argentina podamos tener este debate es un paso adelante para nuestra república a la hora de fortalecernos como Estado nación".
La iniciativa en cuestión, que en la madrugada del viernes pasado recibió un contundente apoyo en Diputados, también deja claro que “el Poder Ejecutivo Nacional suscribirá, en uso de sus facultades, los instrumentos necesarios para dar cumplimiento a lo establecido en el párrafo precedente”.
La discusión -desde las 15- en la comisión de Presupuesto y Hacienda de la Cámara alta, que comanda el riojano Ricardo Guerra (Frente de Todos), contó también con la participación de autoridades de la AFIP y del Banco Central.
El plan armado por el oficialismo en el Senado contempla la continuación del debate en la comisión durante la jornada de hoy, desde las 14, donde se buscará dictaminar el proyecto para sancionarlo en el recinto dos días después. Esto sería posible porque el principal bloque opositor en la Cámara alta, Juntos por el Cambio, logró modificar en Diputados el articulado del texto enviado por el Ejecutivo. Así, la iniciativa tendrá un amplio apoyo, salvo la postura de rechazo que adoptará el sector fiel a la titular del Cuerpo, Cristina Fernández de Kirchner.
Dicha situación deja en una difícil decisión al jefe de la bancada del Frente de Todos, José Mayans, quien siguió al pie de la letra todas las órdenes de la presidenta del Senado desde diciembre de 2019. Sin embargo, es quien maneja el bloque de un Gobierno que pidió el acuerdo con el FMI y además es la terminal del gobernador formoseño, Gildo Insfrán, un mandatario oscilante ante pujas peronistas. En Diputados, Máximo Kirchner se adelantó al problema y renunció a la titularidad del bloque, para recibir luego una fuerte derrota en el recinto.
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