El ministro de Seguridad le respondió a Andrés "Cuervo" Larroque y La Cámpora por las internas desatadas en el Gobierno tras la discusión por el acuerdo con el FMI.
El ministro de Seguridad nacional, Aníbal Fernández, salió al cruce de Andrés "Cuervo" Larroque, luego de que el dirigente y funcionario bonaerense asegurara que se está viviendo "una peligrosa autoproscripción en el Frente de Todos".
"Cuando opina un kirchnerista es un drama y se dice que se rompe la unidad, pero alguien cercano al Presidente dice cualquier pavada y no corre nada", denunció Larroque ayer a la mañana (ver nota aparte en esta misma edición). Aníbal Fernández aseguró que "de ninguna manera" es verdadera esta afirmación.
"En esto (en referencia al acuerdo con el FMI) hay posiciones muy claras. Unas son de determinadas formas y otras de otra. Yo no estoy de acuerdo con que no se acuerde con el Fondo. Y a mí no me van a decir que no saben que soy kirchnerista. ¿O solamente son kirchneristas los que piensen como ellos?", se fastidió el ministro de Seguridad en declaraciones a la AM750.
"Yo soy el mismo de siempre. Fui ministro de Néstor cuatro años y medio y seis años de Cristina. Yo no tengo ninguna denuncia por coimas, ni por chorro, ni por nada de eso. Mi mala imagen de cualquier encuesta tiene que ver con poner la cara por todo lo que tuve que hacer. Muchas veces no estando de acuerdo. Y no me arrepiento de nada", agregó.
"Me concebí un cuadro de la política para poder estar listo para hacer esas cosas. No me quejo. Pero lo que hay que hacer en esto es poder plantarse y decir las cosas que uno está de acuerdo. ¿O solamente están las cosas bien cuando estoy de acuerdo con ellos?", añadió.
En tanto, sobre la supuesta falta de instancias de diálogo entre los diferentes espacios de la coalición gobernante, dijo que "siempre debiera haber puntos intermedios" y que "si uno lo busca, la encuentra". No creo que no se puedan hablar las cosas. Que no se haya podido discutir esto", enfatizó.
"Lo que pasa es que discutirlo no significa que uno va a decir que sí. El presidente es el que tiene la última palabra. Y si tiene la última palabra, cuando llega el momento que no queda más tiempo, cuando llegamos al alambrado, hay que tomar una decisión. ¿Y quién la toma? La toma el presidente", sentenció.
"No podemos estar pidiéndole que tome la decisión mía para que las cosas salgan bien. Toma la decisión que cree que es la acertada. Y creo que tomó es la decisión acertada", concluyó, y sostuvo que "sería irresponsable" poner en riesgo la unidad del Frente de Todos.
"El trabajo tiene que estar puesto al servicio de donde somos que tenemos que ir. Pero eso significa también que uno tiene que aprender que la unidad no es a expensas de que uno se convierta en el obediente que toma la sopa cuando le dicen. Se hace en función de lo que todos pretendemos y cuáles son los objetivos que perseguimos. Y tratar de congeniar estrategias comunes", sostuvo.
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