El presidente tiene previsto anunciar las medidas durante su visita del viernes a Tucumán y mañana será clave para cerrar las negociaciones con los sectores de la industria y los representantes agropecuarios.
Alberto Fernández prepara un paquete de medidas para librar su propia guerra contra la inflación que llegó al 4.7 por ciento en febrero. El presidente no descarta imponer precios máximos en comercios de cercanía, establecer la creación de dos fideicomisos para estabilizar los precios de la harina de trigo y las verduras frescas, fijar nuevos valores para los cortes populares de la carne y aumentar al máximo las retenciones para los derivados de la soja.
Un equipo oficial integrado por Martín Guzmán -ministro de Economía-, Julián Domínguez -ministro de Agricultura y Ganadería-, Matías Kulfas -ministro de la Producción-, Santiago Cafiero -canciller-, Cecilia Todesca- secretaria de Relaciones Económicas Internacionales-, Vilma Ibarra -secretaria Legal y Técnica- y Juan Manuel Olmos -jefe de asesores presidenciales- analiza y perfila las medidas que Alberto Fernández considera para atenuar el impacto de la guerra de Ucrania sobre precios básicos de la canasta familiar.
Se trata de una carrera contra reloj frente al incremento del 7.5 por ciento de los alimentos en febrero, cuando el aumento de los precios internacionales apenas iniciaba por la invasión de Rusia a Ucrania. A tres semanas de la ofensiva de Moscú sobre Kiev, esos porcentajes se aceleraron y el impacto sobre los alimentos puede alcanzar los dos dígitos.
Alberto Fernández pretende cerrar todas la negociaciones hoy y si no hay acuerdo con algún sector determinado, ejecutará de manera directa su decisión política.
Dominguez alertó en su cuenta de Twitter acerca de las intenciones del jefe de Estado, después de mantener una larga reunión con el Consorcio de Exportadores de Carnes de la Argentina (Consorcio ABC).
“Acabo de terminar la reunión con el Consorcio ABC. Les informe que quienes no cumplan con los compromisos asumidos con las y los argentinos no podrán continuar exportando carnes”, posteó el ministro de Agricultura y Ganadería en Twitter (ver nota aparte en esta misma edición).
Alberto Fernández desea hacer los anuncios este viernes. Sería en Tucumán junto a su gabinete económico, tras la sanción en el Senado de la ley que avala el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El Gobierno detectó que los denominados comercios de cercanía no cumplen con los precios cuidados, a diferencia de las cadenas de supermercados. En este contexto, se reforzarán los controles que ejercerá Roberto Feletti desde la Secretaría de Comercio Interior.
El jefe de Estado tambien prepara la creación de un fondo fiduciario para las verduras frescas que se venden en el Mercado Central. Busca así atenuar los aumentos constantes de estos productos a través de la concesión de subsidios aportados por el fondo fiduciario.
No está previsto incrementar los porcentajes de las retenciones para sostener el eventual fondo de las verduras frescas del Mercado Central. Si finalmente el presidente avala esta iniciativa, se moverían partidas de distintos ministerios bajo la coordinación del jefe de Gabinete, Juan Manzur.
La principal preocupación de Alberto Fernández está vinculada al aumento feroz del trigo. Un paper técnico a su disposición explica que el trigo subió cerca del 40 por ciento en la Argentina y más del 50 por ciento a nivel mundial. Rusia y Ucrania son proveedores globales de ese comoditie y la marcha del Kremlin a Kiev afectó su precio y su comercio internacional.
La estrategia de la Casa Rosada ante la suba exponencial del trigo consiste en crear un fideicomiso financiado por el aumento máximo a las retenciones de los derivados industriales de la soja. Es decir: harina, aceite y biodiesel.
La pretensión del mandatarioz es llevar cada una de las alícuotas previstas por la ley de Solidaridad Social y Reactivación Productiva -en la harina, aceite y biodiesel de la soja- al nivel del 33 por ciento permitido. Se recaudarían cerca de 450 millones de dólares para ese nuevo fondo fiduciario.
Y con esas partidas se podría subvencionar a la industria molinera para que venda la harina de trigo a un precio testigo que tomara en cuenta los valores de febrero. De esta manera, el presidente cree que podrá atenuar el impacto de la guerra de Ucrania en los valores de la inflación de marzo que se prevé en dos dígitos para ciertos artículos alimentarios de la canasta familiar.
Alberto aguarda que Cafiero, Kulfas y Todesca regresen hoy de Medio Oriente para mantener múltiples reuniones que permitan ajustar todos los detalles de la ofensiva oficial contra la inflación. A esos encuentros se sumarán Manzur, Domínguez, Guzmán y Olmos que se encuentran en Buenos Aires.
El viernes, en Tucumán, Alberto Fernández quiere anunciar las posibles medidas económicas. Un deseo presidencial que nadie descarta en Balcarce 50.
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