En una sesión con pocas tensiones, la Cámara Alta convirtió anoche en ley el proyecto que autoriza al Gobierno a cerrar el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para el refinanciamiento de la delincuencial deuda de más de 44 mil millones de dólares contraída por el nefasto régimen de la alianza de derecha Cambiemos. Pese a que se descartaba el acuerdo, hubo votos en contra en el oficialismo y abstenciones en el interbloque macrifascista.
El Senado convirtió anoche en ley el proyecto que autoriza al Gobierno a cerrar el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para el refinanciamiento de la infame deuda de más de 44 mil millones de dólares contraída en 2018 por la abyecta administración de Miauricio Macri. La iniciativa obtuvo media sanción de Diputados la semana pasada.
La votación tuvo 56 votos afirmativos, 13 negativos -de legisladores del Frente de Todos- y 3 abstenciones. Dentro de los legisladores del Frente de Todos que no acompañaron la ley, hubo algunos que se abstuvieron, pero de acuerdo con las reglas del recinto cuando ocurre esto son considerados como votos negativos.
En la mayoría de los 23 discursos escuchados hasta esta tarde, desde los dos principales espacios políticos, el Frente de Todos y Juntos por el Cambio, coincidieron en la necesidad de priorizar el hecho de que Argentina firme el acuerdo con el FMI para no ingresar en zona de default.
En el Frente de Todos, tres de las senadoras más cercanas a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner manifestaron críticas al origen de la deuda contraída con el organismo internacional por el nefasto régimen del hijo bobo de Franco Macri y dijeron que se trató de "una de las mayores estafas" al pueblo argentino.
También hubo pedidos a la Justicia para que se aceleren las causas contra funcionarios del régimen de Cambiemos acusados de fuga de divisas.
Desde la oposición, los senadores Martín Lousteau y Víctor Zimmerman refutaron las acusaciones y coincidieron en la necesidad de respaldar el convenio para evitar "mayor sufrimiento al pueblo argentino".
Para lograr el quórum necesario, bajaron al recinto los representantes del oficialista Frente de Todos y de Juntos por el Cambio, así como bloques más pequeños.
En la apertura del debate, el Frente de Todos anotó 13 oradores, mientras que Juntos por el Cambio registró a 22 y otros monobloques y bloques chicos incluyeron a cinco expositores.
Luego de más de nueve horas de debate, llegó el momento de la votación y la expectativa estaba puesta en qué iban a hacer los legisladores ligados al cristinismo o La Cámpora y finalmente votaron como estaba previsto. La novedad es que, a diferencia de lo que sucedió en la Cámara de Diputados, algunos de lo que se opusieron al proyecto tomaron la palabra.
“No se le iba a negar la palabra a ninguno, el acuerdo es que tratáramos que los discursos no sean incendiarios”, explicó un senador del Frente de Todos que votó de manera favorable.
“La bajada fue simple, hay libertad de acción, pero también había una idea clara de no ir al choque porque nadie quiere que se diga que Cristina Kirchner detonó el acuerdo”, agregó.
Y 4 de los 14 señalados que al principio de la sesión se señalaban como los que iban a votar en contra se anotaron como oradores. Las senadoras María Inés Pilatti Vergara, Nora Del Valle Giménez y María Eugenia Catalfamo anticiparon su voto en contra mientras que Silvia Sapag confirmó su voluntad de abstención.
La senadora kirchnerista Nora del Valle Giménez (Salta) dijo que no votaba “en contra del Gobierno, del presidente ni de la vice. Voto en contra de la deuda ilegítima que dejó Macri y del FMI. Las deudas se honran, pero las estafas se denuncian”, dijo.
Algo similar fue el caso de la neuquina Silvia Sapag quien aseguraba que “esta es una deuda odiosa, donde están en connivencia quien otorga el crédito y quien lo pide. Fue el plan perfecto”, dijo.
Pero quien fue la primera en anunciar, sin rodeos ni metáforas, que votaría en contra fue la senadora Nora del Valle Giménez, quien justo en el momento en que la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner retomaba su lugar como presidenta de la Cámara, aseguraba “señora presidenta, adelanto mi voto negativo. Pero que nadie se confunda, mi voto no es en contra de mi gobierno, no voto en contra de mi presidente ni de mi vicepresidenta, ni voto en contra del Frente al cual pertenezco”.
Por el lado de la oposición también hubo sorpresas porque, aunque habían adelantado que los 33 senadores de Juntos por el Cambio iban a votar en la misma línea y eso era apoyando el proyecto de ley, durante el transcurso del debate aparecieron varias voces que adelantaban sus abstenciones, como el caso de la senadora Lucila Crexell.
Uno de los momentos más festejados por el bloque de Juntos por el Cambio fue al comienzo del debate en donde el senador Martín Lousteau hizo su exposición.
Luego de confirmar que votaría a favor del proyecto de acuerdo con el FMI, apuntó contra el gasto público y ejemplificó: “Mientras la provincia de Corrientes se incendiaba, la Secretaría de Ambiente se gastó 30 millones de pesos para explicar todo lo que no hicieron por los correntinos”.
La parte más destacada fue cuando leyó varios fragmentos del libro “Sinceramente”, que escribió Cristina en 2019, antes de ser candidata a vicepresidenta. El senador reprodujo los pasajes donde la ex presidenta se refería a la gestión del patrimonio familiar, en movimientos que, para el kirchnerismo, se trataría de “fuga de capitales”.
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