miércoles, 8 de diciembre de 2021

Se realizó la reconstrucción del crimen de Lucas González

La diligencia se desarrolló con la presencia de dos de los sobrevivientes. También estaban presentes los tres policías procesados de homicidio y los seis acusados por encubrimiento, quienes se encontraban a bordo de un camión del Servicio Penitenciario y uno de la Policía Federal.


La reconstrucción del ataque a balazos cometido por tres Policías de la Ciudad contra cuatro jóvenes en el barrio porteño de Barracas que finalizó con el crimen de Lucas González comenzó ayer a las 10 con la presencia de dos de los sobrevivientes y sin los padres de la víctima, a quienes su abogado decidió preservar.

La diligencia arrancó en el cruce de las calles Luna e Iriarte con el recorrido de un auto Volkswagen Suran similar al que tripulaban los chicos y a bordo del cual se detuvieron para comprar un jugo en un kiosco instantes antes de ser interceptados por un auto sin identificar Nissan Tiida de la Brigada de la Comuna 4 de la Policía de la Ciudad.

Mientras cuatro personas llevadas por la fiscalía asumieron el papel de las víctimas, dos de los sobrevivientes -uno de ellos con una remera que dice "Justicia por Lucas"- junto a sus padres y su abogado, Gregorio Dalbón, siguieron de cerca la reconstrucción del momento en el que un auto Volkswagen Suran similar al que tripulaban los chicos el 17 de noviembre pasado se detuvo en un kiosco situado en Luna e Iriarte, donde compraron jugos.

Ese tramo de la medida también fue presenciado por los abogados de los tres policías procesados por homicidio y los de los seis acusados por encubrimiento, quienes también se encuentran en el lugar, los primeros a bordo de un camión del Servicio Penitenciario Federal y los restantes en uno de la Policía Federal Argentina.


A pedido del fiscal del caso, Leonel Gómez Barbella, y por consejo de la Dirección General de Acompañamiento, Orientación y Protección a las Víctimas Dirección de Asistencia y Orientación a la Víctima (Dovic), en ningún momento se produjo un encuentro entre las víctimas y los efectivos, quienes permanecieron en un "corralito" y custodiados, según explicaron fuentes judiciales y el propio Dalbón.

Pasadas las 10.30, la reconstrucción de realizaba en el cruce de Iriarte y Vélez Sarsfield, donde los policías interceptaron el auto de los jóvenes y dispararon, tras lo cual continuó en Alvarado y Perdiel, donde según la pesquisa se produjeron las maniobras policiales tendientes a encubrir el hecho y donde Lucas fue hallado baleado y sus amigos quedaron detenidos.

Esta fue la segunda vez que se llevó adelante la reconstrucción, ya que el martes 30 se suspendió a diez minutos de comenzar, debido a que el abogado de los tres policías procesados de homicidio agravado, Juan José Nieva, Fabián López y Gabriel Issasi, realizó un planteo por no haber sido convocado.

La presentación fue aceptada por el juez del caso, Martín Del Viso, para evitar futuras nulidades, y fue fijada nuevamente para hoy con la presencia de todos los imputados.

Uno de los chicos que fue víctima del ataque no estuvo presente en el lugar porque debió viajar al interior del país, según informaron las fuentes.

Los policías fueron recibidos al grito de "asesinos"

Los tres policías detenidos y procesados por el homicidio de Lucas González que participaron de la reconstrucción del asesinato que se les imputa en el barrio de Barracas, al ser bajados del camión de traslado fueron recibidos por los vecinos al grito de "¡asesinos!".

Se trata del inspector Gabriel Isassi, el oficial mayor Fabián López y el oficial José Nievas, los tres miembros de la División Sumarios y Brigadas de la Comuna 4 de la Policía de la Ciudad que ayer quedaron procesados con prisión preventiva por el "homicidio doblemente agravado por alevosía y por ser cometido por policías abusando de sus funciones" de González.

Los tres bajaron de una furgoneta blanca del Servicio Penitenciario Federal (SPF) a las 10.50, esposados, con una fuerte custodia, uno de ellos protegido con casco y chaleco antibalas, y quedaron a unos diez metros, separados por el bulevar de la avenida Iriarte, de los tres chicos sobrevivientes que realizaron más temprano una primera etapa de la diligencia.

"¡Asesinos!" y "¡que paguen lo que tengan que pagar!", fueron los gritos con los que los vecinos recibieron a los imputados.

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