El oficialismo no consiguió revertir los resultados de las PASO en Chubut y La Pampa, pero continuará como primera minoría en la Cámara alta.
Por primera vez desde el retorno de la democracia, el peronismo no tendrá quórum propio en el Senado. Finalmente, pese a los esfuerzos realizados para dar vuelta el resultado en Chubut y La Pampa, el Frente de Todos perdió el quórum de la Cámara alta, lo que llevará a que Cristina Fernández de Kirchner deba reforzar las alianzas con algunos senadores que integran fuerzas provinciales.
Los resultados arrojan que la coalición oficialista se quedará con 35 de los 41 escaños que tiene actualmente, mientras que Juntos por el Cambio amplía su representación de 25 bancas a 31. El triunfo de la alianza de derecha Juntos por el Cambio en seis de las ocho provincias que eligieron senadores fue celebrado como un hito por les principales referentes nacionales de la coalición opositora, muchos de los cuales ven en esta victoria un anticipo del 2023. Pese a la derrota, el oficialismo retendrá la condición de primera minoría y cuenta con que podrá negociar acuerdos que le permitan impedir un bloqueo en el Senado.
Durante la jornada electoral, todos los ojos estaban puestos en las ocho provincias que definirían la renovación de un tercio de la composición del Senado: Corrientes, Tucumán, Catamarca, Córdoba, Mendoza, Santa Fe, Chubut y La Pampa. De acuerdo a los datos, el resultado de las elecciones generales arrojó un reparto de senadores idéntico al que habían anticipado las PASO: el Frente de Todos perdió 6 de las 15 bancas que arriesgaba, mientras que Juntos por el Cambio se alzó con 14 nuevos escaños (ponía en juego solo 8). El oficialismo se quedó, así, sin el quórum propio que había gozado en los últimos dos años y que le había permitido aprobar en tiempo récord todos los proyectos que se había propuesto, incluso los más conflictivos. Desde la aprobación de los decretos de necesidad y urgencia presidenciales por la pandemia hasta la reforma del Ministerio Público Fiscal y de la Justicia Federal: todos las iniciativas planteadas por el gobierno nacional fueron aprobadas con presteza y disciplina por el bloque del Frente de Todos que conduce José Mayans.
En el último mes, las expectativas del oficialismo habían estado puestas en dar vuelta el resultado de Chubut y La Pampa, pero finalmente Juntos por el Cambio pudo reafirmar su victoria en ambas provincias. El caso de La Pampa fue bastante sorpresivo, ya que es la primera vez que el peronismo pierde en la provincia desde el 83. El oficialismo tenía la expectativa de poder repetir la remontada del 2017 (en la que también habían perdido en la primaria, pero después ganaron la general por apenas 76 votos), pero finalmente no se logró. El caso de Chubut era más esperable, pero no por eso menos complejo: allí el peronismo contaba con tres senadores y ahora quedará con solo uno. Juntos por el Cambio, de la mano de Ignacio Torres (PRO), se quedaría con dos senadores.
En Santa Fe, Córdoba, Mendoza y Corrientes, Juntos por el Cambio volvió a ratificar su mayoría por una amplia mayoría. En Córdoba, histórica provincia difícil para el kirchnerismo, no había grandes expectativas -en efecto, el Frente de Todos volvió a quedar cerca del 10 por ciento-, en cambio sí había cierta esperanza de mejorar la performance en Santa Fe debido al empuje del gobernador Omar Perotti. Finalmente no se dio y, a partir del 10 de diciembre, terminarán ingresando a la Cámara alta la periodista Carolina Losada y Dionisio Escarpin por Juntos por el Cambio, y Marcelo Lewandowski por el Frente de Todos. María de los Ángeles Sacnún, una de las principales espadas de CFK en el Senado, quedará afuera del recinto.
Por otro lado, Tucumán y Catamarca, al igual que en la PASO, fueron los únicos distritos en los que el Frente de Todos pudo repetir triunfos y quedarse con dos senadores por la mayoría. Sin embargo, mientras que la diferencia en Catamarca fue por más de 14 puntos, en Tucumán la distancia se achicó mucho comparativamente con las primarias. Uno de los objetivos en su terruño del jefe de Gabinete, Juan Manzur, consistía en retener los votos que había sacado su vice Osvaldo Jaldo (actual gobernador interino) en la interna, sin embargo no lo logró: mientras que en las PASO la diferencia entre el FdT y Juntos por el Cambio fue de 13 puntos, en la general se achicó a solo dos puntos.
Más allá de la pérdida del quórum propio, el Frente de Todos cuenta con aliados que integran fuerzas provinciales que podrían salir en su ayuda para lograr aprobar las leyes que más necesita. Este es el caso de Alberto Weretilneck (Juntos Somos Río Negro) y Magdalena Solari Quintana (Misiones), quienes han votado casi siempre de forma alineada con el oficialismo pero que ahora, frente a este nuevo escenario, empezarán a cotizar más alto su apoyo. A pesar del duro golpe, el Frente de Todos tendrá a mano la posibilidad de negociar con ambos para evitar que el Senado se termine bloqueando.
Fuente: nota de María Cafferata para Página/12
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