El ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, encabezó el acto y aseguró que "no es un problema de los santafesinos y mucho menos de los rosarinos, es un problema de los argentinos".
El ministro de Seguridad de la Nación, Aníbal Fernández y el gobernador de Santa Fe, Omar Perotti, encabezaron ayer el acto de bienvenida de los 575 efectivos de Gendarmería Nacional que viajaron a Rosario para luchar contra el narcotráfico.
El nuevo esquema de reorganización de las fuerzas federales prevé la creación de una Unidad Móvil de Gendarmería nacional ad hoc en Rosario, dedicada a la lucha contra el narcotráfico y el delito complejo, que se integrará con 1.000 gendarmes más que desembarcarán escalonadamente hasta el mes de marzo del próximo año.
El acto tuvo lugar en el Museo del Deporte Santafesino de la Ciudad de Rosario, sobre Avenida Ayacucho al 4800, y también contó con la presencia del director nacional de Gendarmería Nacional, comandante general Andrés Severino.
"No es un problema de los santafesinos y mucho menos de los rosarinos, es un problema de los argentinos. Si nosotros no actuamos, vamos a permitir que esta metástasis que se generó en actividades lícitas e ilícitas se traslade a otras provincias", expresó Aníbal Fernández en diálogo con la prensa.
En ese sentido, el funcionario indicó que las charlas que mantuvo con Perotti tras su asunción "lo llenaron de datos y al día siguiente comenzaron a trabajar para resolver este tema".
"Decidimos dar 575 efectivos federales que vienen para quedarse y trabajar. Los gendarmes vienen para realizar sus actividades pero no se van, se quedan para garantizar la seguridad de los santafesinos", precisó Aníbal.
Además, hizo hincapié en que "este flagelo no es solamente de los santafesinos, es un problema de todos los argentinos" por lo cual destacó que "se utilizará el personal de Gendarmería al máximo nivel que se encargarán del combate del narcotráfico".
"No podemos mirar para un costado. Soy el responsable político de las fuerzas federales que estamos enviando para evitar un problema que es de los argentinos. Veremos las primeras respuestas después de los primeros 15 días", aseguró el ministro.
"El trabajo no tiene límites geográfico ni jurisdiccionales. Tenemos que entender la trama de organización criminal para terminar con una actividad que queremos que no existan. Los efectivos vendrán a trabajar, entender a ciencia cierta la conexión de las bandas delictivas", concluyó.
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