El 20 de octubre se hará la evaluación médica que determinará si va a afrontar las consecuencias de sus actos: secuestros producidos la noche del golpe de Estado y los siguientes y los de La Noche del Apagón, en la que se llevaron a 400 personas de la zona con la ayuda de los camiones del ingenio y las listas de empleados "marcados" que proveyó la empresa.
Carlos Pedro Tadeo Blaquier se juega una de sus últimas cartas para eludir a la justicia por los crímenes de lesa humanidad cometidos en Jujuy, en la zona de influencia del ingenio Ledesma. El 20 de octubre próximo, se llevará adelante una evaluación médica después de que la defensa del empresario alegara que no es capaz, a sus 94 años, de afrontar un juicio. Blaquier, con la ayuda de la Cámara Federal de Casación y de la Corte, logró paralizar durante ocho años el proceso.
A las 10 de la mañana del miércoles de la semana próxima, Blaquier deberá sentarse ante una computadora para que lo examinen. La evaluación será telemática por estar aún en pandemia y porque el empresario integra los grupos de riesgo frente a la covid. Del estudio participarán el médico personal de Blaquier, psiquiatras, neurólogos, gerontólogos, los expertos que integran el recientemente creado cuerpo de peritos de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación y los peritos que ofrezca el Ministerio Público Fiscal. Todos deberán determinar si Blaquier puede sentarse en el banquillo de los acusados.
En 2012, Blaquier fue procesado junto con el ex administrador del ingenio Ledesma Alberto Enrique Lemos por el juez Fernando Poviña en dos causas: una por los secuestros que se produjeron el día del golpe y los siguientes -entre los que se cuentan el del exintendente y médico Luis Arédez- y otra por 26 secuestros producidos en lo que se conoció como la Noche del Apagón, cuando se llevaron a 400 personas de la zona. Entonces, Ledesma ofreció sus camiones para transportar a los secuestrados y también proveyó las listas de quienes serían los blancos de la represión.
La Cámara de Salta confirmó los procesamientos al año siguiente, que fueron apelados ante la Cámara Federal de Casación. Entonces hizo su aparición en escena la Sala IV, que en marzo de 2015 les dictó una falta de mérito a Blaquier y Lemos. La decisión fue tomada por los jueces Juan Carlos Gemignani, Eduardo Riggi y Gustavo Hornos. La causa estuvo más de seis años en la Corte hasta que, en julio, tres de los supremos -Horacio Rosatti, Juan Carlos Maqueda y Elena Highton de Nolasco- revocaron la falta de mérito y acusaron a la Casación de haber entorpecido indebidamente el proceso.
Tanto la Secretaría de Derechos Humanos, la agrupación HIJOS Jujuy y los fiscales Javier de Luca y Marcelo Colombo pidieron al máximo tribunal penal que remitiera con rapidez el expediente a Jujuy para que Blaquier y Lemos pudieran ser elevados a juicio con rapidez. Más allá de algunas resistencias de los jueces durante la feria de julio, así lo hicieron en agosto los camaristas Javier Carbajo, Mariano Borinsky y Ángela Ledesma. El juez Esteban Hansen los elevó a juicio por los secuestros de los primeros días del golpe y aún falta que lo haga por los de la Noche del Apagón.
“Los defensores fueron primero por el sobreseimiento: argumentaron sobre la edad, presentaron la nulidad de la evaluación y solicitaron medidas interminables para dilatar el proceso. No les salió la estrategia, entonces ahora buscan que lo separen de la causa por cuestiones de salud”, explicó Eva Arroyo, de HIJOS Jujuy. “Lo importante para ellos es el prestigio de la empresa, no cuántos muertos hay”, agregó.
Con la intervención de Casación y la demora en la Corte, Blaquier y Lemos lograron sortear sentarse en el banquillo en la megacausa que está ahora en su tramo final. Aún se está definiendo el tribunal que deberá juzgarlos -si los peritos entienden que Blaquier puede afrontar el proceso- en la causa que ya está elevada. A priori, el encargado era el tribunal oral federal que sacó del cajón la causa de los huevazos contra Gerardo Morales y le dictó una nueva pena a Milagro Sala antes de las elecciones provinciales (una causa que la Casación dijo que está prescripta).
Los integrantes originales del tribunal son Mario Juárez Almaraz, Liliana Snopek y María Alejandra Cataldi. Solo Cataldi aceptó continuar con el juicio. Snopek alegó que su familia tiene vínculos con los Blaquier mientras que la excusación de Juárez Almaraz muestra cómo la suerte de Blaquier y de Milagro Sala son las dos caras de la misma moneda en Jujuy. El juez dijo que no puede intervenir en el proceso contra el dueño de Ledesma porque, después de que resucitara la causa de los huevazos, los defensores de Sala pidieron su juicio político y como la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH) -a la que está afiliada la líder de la Túpac Amaru- interviene como querellante, él prefiere no participar del juicio.
En los últimos meses, volvieron a ponerse en movimiento algunas de las causas que investigan la responsabilidad empresarial en crímenes de lesa humanidad. La Corte reactivó Ledesma, hubo procesamientos en Tucumán por el ingenio La Fronterita y Norwinco y, en lo que es un hito para el proceso de justicia, la Cámara Federal de Casación confirmó la condena contra dos ex directivos de la Ford.
Por Luciana Bertoia para Página/12
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