Los jefes de Gabinete de los gobiernos nacional y bonaerense y del régimen porteño se reunieron en Casa Rosada para analizar los datos epidemiológicos del AMBA. Hubo coincidencias sobre la "tensión" en la que se encuentra el sistema sanitario. Santiago Cafiero advirtió sobre la falta de control y cumplimiento de los protocolos en la ciudad de Buenos Aires.
Los jefes de Gabinete de los gobiernos nacional y bonaerense y del régimen porteño se reunieron ayer al mediodía en la Casa Rosada para analizar los datos epidemiológicos del AMBA frente a la crítica situación que se vive por la segunda ola.
Según fuentes oficiales, en la reunión existieron coincidencias respecto de la "tensión" en la que se encuentra el sistema sanitario y la necesidad de fiscalizar y fortalecer las restricciones ordenadas, mientras que habrá una nueva reunión en 48 horas para definir si se avanza en nuevas medidas.
La reunión fue convocada por el jefe de Gabinete nacional, Santiago Cafiero, y asistieron sus pares bonaerense, Carlos Bianco; y porteño, Felipe Miguel, lo que significó el retorno de la mesa tripartita, tras la decisión del alcalde porteño, Horacio Rodríguez Larrata, de desconocer las medidas sanitarias anunciadas por el presidente Alberto Fernández respecto de la suspensión de las clases presenciales.
Cafiero se hizo eco ante sus pares de la preocupación presentada por el grupo de expertos que asesoran al Poder Ejecutivo y también advirtió sobre la falta de control y cumplimiento de los protocolos, en particular en la ciudad de Buenos Aires.
El jefe de Gabinete porteño sostuvo que, según los datos de la CABA, la curva de casos comienza a descender "lentamente", algo que desde la Nación no rechazan, pero relativizan. "Una meseta o casos por encima de 3 mil en la ciudad, es una catástrofe sanitaria", señalaron a la prensa acreditada en Casa Rosada.
Más allás de las cifras de la situación epidemiológica que maneja la ciudad de Buenos Aires, el ministro de Salud porteño, Fernán Quirós, en el último parte de prensa, reconoció que "si los casos siguen en un valor alto vamos a tener que tomar más medidas". De hecho, la CABA decidió limitar la cantidad de personas que pueden realizar actividades al aire libre, a grupos de 10 personas (ver nota aparte en esta misma edición).
En paralelo, el conflicto judicial abierto por el régimen porteño al recurrir el último DNU presidencial ante la Corte Suprema para evitar el cierre de las clases presenciales continúa su rumbo. El Gobierno nacional respondió anteanoche con un descargo ante el máximo tribunal en el que lamentó que la Ciudad sea "indiferente" al destino de las vidas en juego por la pandemia.
Tras la reunión, desde la ciudad, afirman que las partes se comprometieron a monitorear durante "las próximas 48 horas la evolución de la situación" para "evaluar la posible adopción de nuevas medidas".
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