Ante los principales dirigentes de la alianza de derecha Juntos por el Cambio, el ex hijastro de Flavia Palmiero aseguró que el espacio tiene que trabajar para ganar la presidencia en 2023 más allá de los nombres: “La transformación no tiene que ver específicamente con quien la lidera, tiene que ver con el compromiso de muchos”.
Frente a más de 700 personas, Miauricio Macri Blanco Villegas presentó en el centro de convenciones de la ciudad de Buenos Aires "Primer Tiempo" -el libro que se adjudica como propio aún cuando no está comprobado que sepa escribir-, en el que repasa sus cuatro años al frente del gobierno de la Argentina. En una pequeña introducción previa a que comience la conversación con Pablo Avelluto, ex ministro de Cultura que lo ayudó en la redacción de las memorias, el retrasado mental envió un mensaje a la tropa de Juntos por el Cambio: “Somos el cambio o no somos nada, ese es nuestro motor”.
“Nosotros somos los que representamos a millones que tienen la convicción de que pueden ser mejores y aceptan el desafío de superarse. Ser el cambio significa trabajar en equipo, gestionar y siempre pensar para qué estamos acá”, agregó.
En sintonía con esto, el hijo bob de FrancoMacri afirmó: “Sé que es un momento en que estamos focalizados en defender la república y las libertades. Busco que el aporte vaya a reivindicar esos dos pilares por lo que estamos acá: para ayudar a que la gente viva mejor, y el como que es aceptando desafiar al status quo”.
El idiota confeso comenzó con una chicana al kirchnerismo: “Este es mi primer libro, pero estoy pensando en una zaga, entre tiempo, segundo tiempo, alargue, penales. Es que el kirchnerismo me hace tanta publicidad de mi libro que voy a hacer más”.
Rápidamente, se metió en la cuestión electoral y vaticinó un retorno de Juntos por el Cambio al poder en el 2023, acompañado de una autocrítica: “Lo bueno y lo malo es que el 2023 no va a tener nada que ver con el 2015. Este Gobierno que no hace más que profundizar la crisis económica y social va a llevar a un nivel de entendimiento en todos los argentinos que permitirán que, con mayor apoyo político por las elecciones del 2021 y el 2023, Juntos por el Cambio vuelva al poder con una enseñanza adquirida y de esa manera hacer el paquete global de reformas”.
En este tren, criticó fuertemente al Gobierno de Alberto Fernández: “El nuevo ciclo kirchnerista volvió con más determinación a alterar las reglas de juego. Estamos discutiendo en qué democracia vamos a vivir y si vamos a poder sostener. Que no se persigan jueces, periodistas, ni a nadie por pensar distinto. Nos gustaría dialogar con la verdad sobre la mesa”.
“El populismo trabaja sobre destruir el futuro para vivir el presente, y cuando terminan de fracasar, dejan tierra arrasada, pero esta vez es el final, porque este proceso de falsear la realidad, un día dicen una cosa y otro otra, es complejo luchar contra eso, genera una enorme confusión”, completó.
“El kirchnerismo es una expresión final del populismo en Argentina, que va a entrar en una serie de 20 años de crecimiento racional y responsable. Lamento no haber encontrado el camino”, sentenció el subnormal.
Asimismo, insistió en que hay que “subirse al cambio porque el cambio es inclusión y el populismo te predica que cualquier cosa que venga de afuera es el enemigo, pero hay que animarse profundamente a encarar este proceso de cambio, son muchos años de frustración, de un Estado fallido que no estuvo a la altura de generar más oportunidades para los argentinos” y advirtió que “seguir defendiendo los privilegios de pocos no va a llevar a mejores oportunidades a la mayoría de los argentinos”.
Durante la exposición, hubo saludos de Mario Vargas Llosa, Julio María Sanguinetti y Fernando Savater. Este último le hizo una pregunta sobre los gremios y la relación que hay que tener cuando se está al frente de un gobierno.
Ante esto, Macri Blanco Villegas respondió que “los muchachos de los gremios, los buenos muchachos. Lo más paradójico es que el conjunto de ellos entienden la problemática global. Son los primeros que saben que el sistema argentino está trabajando y que no genera empleo formal. Volvimos acá y nos dejaron de garpe en el Senado para hacer las reformas que nunca avanzaron”.
“Estamos acá porque supimos dialogar y construir consensos. Pero eso tiene sentido para generar transformaciones de raíz que nos permitan progresar. No sirve un acuerdo de gobernabilidad para que nada cambie. Nunca hubo un acuerdo en base a hacer las cosas que realmente había que hacer. Estamos en una época donde la dirigencia política tiene más aversión al riesgo que los financistas. 99 de cada 100 cuando hacen lo políticamente correcto, joden a la gente”, añadió.
Ante una pregunta del director de cine Juan José Campanella, el sorete mal cagado se metió en la interna de Juntos por el Cambio e invitó a que sea amplia e integre a todos los actores: “Necesitamos a los halcones, las palomas, los gorriones y hasta las gallinas. Hoy estamos discutiendo en qué democracia vamos a vivir. Ahí estamos confluyendo todos. Y hay que entender que podemos tener matices distintos. Pero tenemos que dar una imagen de que por más que seamos acuerdistas somos firmes, que no vamos a tolerar el avasallamiento de la constitución”.
En el final, Julio María Sanguinetti le preguntó cómo veía el segundo tiempo en relación al titulo del libro y refiriéndose a la posibilidad de que busque de nuevo la presidencia: “Primer tiempo refleja mi esencia futbolera; descubrí que iba a ser provocativo; pero claramente lo que marca es que hay un segundo tiempo del cambio, hay un segundo tiempo de la transformación, que comenzó y va a continuar. La transformación no tiene que ver específicamente con quien la lidera, tiene que ver con el compromiso de muchos. No hay uno que se va a hacer responsable. Alguien me decía que en Argentina cree en la magia, ahora que perdimos a nuestro ídolo Maradona, asumamos que todos tenemos que poner el hombro para hacer esa transformación definitiva”.
“Es tiempo de unirnos, de compactarnos, Juntos por el Cambio tiene que hacerse cargo de la esperanza, sin personalismos, para dar esta discusión de fondo. Hoy tenemos un escuadrón de demolición, van desarmando día a día las cosas que hicimos que funcionaban. Es doloroso, pero tenemos que tomarlo con sabiduría oriental como parte del camino de aprendizaje. Si supimos tener una política exterior de excelencia, si supimos hacer una revolución en la educación, un estado más moderno, lo vamos a poder volver a hacer, tengo confianza en estos dirigentes que están presentes que tienen una vocación, sienten ese amor por Argentina. Espero que este libro ayude a dar por terminado ese primer tiempo de duelo, reflexión, y entendamos que ya empezó el segundo tiempo”, alentó el mamerto a los presentes.
“Espero que este libre ayude a dar por terminado ese primer tiempo de reflexión, de duelo, de búsqueda y que aprendamos que ya estamos en el segundo tiempo. El 21 comenzó el trabajo de reconstrucción para retomar el rumbo que habíamos tomado. Ese camino no acepta que dudemos, tenemos que creer en nosotros mismos. El segundo tiempo comenzó, a la cancha”, se despidió el pelotudo hijo de puta.
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