martes, 16 de febrero de 2021

El velatorio del turco mufa: una despedida fría, con poca gente y sin expresiones colectivas ni llantos

Por disposición de la familia, el velatorio en el Salón Azul se extendió hasta pasadas las 15 y luego los restos fueron trasladados al cementerio islámico de San Justo.


La fila es corta. Gira en la esquina de Entre Ríos y llega a ocupar una cuadra sobre Rivadavia. Adultos mayores en su mayoría. Varias mujeres de cabello teñido de rubio; algunos hombres de traje; muy pocos jóvenes. 

Un único vendedor de flores con su canasto en la esquina. No hay expresiones colectivas ni llantos, tampoco parece haber angustia. 

El sentimiento que recorre a quienes se acercan al Congreso a despedir al ex presidente oriundo de La Rioja es el de "agradecimiento", aunque la mayoría de los testimonios arranca así: "todos nos equivocamos", "todos los gobiernos hicieron cosas buenas y malas", "no estoy de acuerdo con todo".

Por disposición de la familia, el velatorio en el Salón Azul se extendió hasta pasadas las 15 y luego los restos fueron trasladados al cementerio islámico de San Justo. Inicialmente el cierre del acceso del público iba a ser a las 13. Según lo previsto, el cuerpo de Granaderos recibió el féretro para el traslado y una banda militar rindió los honores correspondientes a un ex jefe de Estado en el cementerio.

Ayer a la mañana, el Congreso Nacional abrió sus puertas a las 7 para los ciudadanos, quienes también pudieron ingresar unas horas el domingo desde las 20. El edificio está rodeado de agentes de la Policía Federal y de tránsito de la Ciudad. Entre Ríos estuvo cortada al tránsito. A los que iban entrando se les tomaba la temperatura. Adentro está Zulemita, llorando, de frente a las puertas. Tenía los ojos mojados pero una expresión calma. Le dio la mano a todos los visitantes. "Siento todo el amor, todo el cariño", expresó antes de reunirse con embajadores en el salón. "Quiero escuchar a cada uno, me emociona", dijo después de conversar largo rato con un chico con barbijo de River. Se veían, entre los presentes, algunas camisetas del club de los amores del ex mandatario, y unas pocas banderas argentinas.

Con esos colores fue cubierto el féretro, custodiado por granaderos y rodeado de una cruz y el símbolo islámico de la luna creciente y la estrella. También de coronas enviadas por dirigentes políticos, empresarios y sindicalistas. 

Eran 37 en total. Entre ellas, las del presidente Alberto Fernández y la vicepresidenta Cristina Fernández; el Senado de la Nación; el Ministerio de Relaciones Exteriores; la Auditoría General de la Nación; el Club Atlético River Plate; su hermano Eduardo Menem; el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa; el ex ministro de Justicia de la provincia de Buenos Aires León Arslanian; la familia Bagó; la empresa Toyota Argentina; el presidente del bloque de Diputados del PRO, Cristian Ritondo.

Feriado soleado. En la calle reina el silencio, interrumpido en un momento por un señor que lleva la Biblia bajo el brazo. Con megáfono, dice que el turco fue "un hombre humilde, que sembró algo bueno, la paz y la unidad del pueblo"

"Predicamos el Evangelio de Jesús, en un momento emotivo, para un hombre de Dios y de paz", alcanza a agregar, cuando un motociclista lo increpa: "¡Vendió el país!". Una escena semejante se vivió anteanoche. Mientras el grupo de personas que recibió el cortejo fúnebre vivaba al riojano desde la Plaza de los Dos Congresos se oyó: "¡Ladrón!".

Los relatos de los presentes se parecen mucho entre sí. Casi todos comienzan aclarando que no están de acuerdo con todo lo que hizo el hombre que gobernó la Argentina durante una década. Hay quienes lo humanizan: "Somos seres humanos; todos nos equivocamos". Algunos están enojados con las críticas que desde su muerte se escuchan, porque "hay que tener respeto por la familia que hay detrás". Todos tienen en común una vivencia personal satisfactoria, por ejemplo, el hecho de haber podido comprar una casa o un auto en los noventa.

"Vengo a despedir al mejor presidente que vi en 55 años de vida. Los diez años de estabilidad me permitieron comprar mi casa. En ese momento una persona común, joven, como yo, podía comprarse una casa propia. Me duele ver que hoy los jóvenes trabajando duro no puedan hacerlo", expresa Silvina, de Quilmes. Otros exhaltan "virtudes" menos reconocidas: "Declaró el 25 de marzo como el Día del Niño por Nacer. De esa manera brindó la defensa de la vida y la protección de la mujer", recuerda la periodista María Amalia Caballero. "Con sus virtudes y defectos, hizo cosas buenas para el país. No manejó bien el tema de las privatizaciones y la política exterior, pero había estabilidad y el salario rendía. Tuve la suerte de hacer mi casa y tener un cero kilómetro. Se equivocó también con los indultos", enumera Ricardo Martínez.

La entrada de Hipólito Yrigoyen estaba reservada para familia y allegados. Aparte de los embajadores, pasaron por el salón el ex presidente provisional del Senado Federico Pinedo; el ex senador Eduardo Menem; y Ricardo Quintela y Florencia López, gobernador y vicegobernadora de La Rioja; entre otros.

En declaraciones a la prensa en las puertas del Congreso, el ex senador Eduardo Menem dijo que su hermano dejó como enseñanza una construcción de la política en la que no prima la “descalificación”. Además, cuestionó a los sectores que hicieron señalamientos contra el ex presidente riojano por la explosión de la Fábrica Militar de Río Tercero y los atentados a la embajada de Israel y a la AMIA: son “una forma de desacreditarlo”

“Que Dios los perdone por esa infamia que están cometiendo al acusarlo sin ningún tipo de pruebas ni elementos sobre Río Tercero. Menos mal que no le echan la culpa de las Torres Gemelas”, ironizó.

También calificó como “lastimoso” el comunicado emitido por la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA), que criticó al turco por la “impunidad” en torno a los atentados contra la embajada de Israel y la AMIA y los indultos a los responsables de crímenes de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura militar. “Fue el primer presidente que visitó Israel y tuvo un trato excelente. Que saquen ese comunicado es una barbaridad y tiene algo de racismo también”, dijo el ex senador, quien, sobre los indultos, opinó que “esa fue la forma en la que Carlos entendió que se podía pacificar al país”.
Fuente: nota de María Daniela Yaccar para Página/12

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