Agustina Vila, directora general de Cultura y Educación, señaló que solo en el 30% de las escuelas se podrá recuperar la presencialidad total. En el resto habrá un modelo de alternancia.
El lunes 1º de marzo, la provincia de Buenos Aires retomará las clases presenciales. Según confirmó ayer el Gobierno bonaerense, los 135 partidos que componen la provincia están en condiciones de reabrir las escuelas. En la mayoría de los establecimientos, el inicio del ciclo lectivo será bajo un modelo combinado.
Agustina Vila, directora general de Cultura y Educación bonaerense, señaló que “hoy toda la provincia de Buenos Aires está en condiciones de volver a clases presenciales. Si bien la evolución es permanente, todos los distritos están en fases de DISPO, por lo cual, pueden regresar a las aulas. El nivel de presencialidad no variará de acuerdo a la fase que cursa cada partido, sino a la realidad de cada escuela”.
En una videoconferencia, la ministra advirtió que casi un tercio de las escuelas, alrededor de 5 mil, volverá a tener presencialidad plena. En esos colegios la proporción de cantidad de alumnos-metros cuadrados permite que los grados enteros tengas clases los cinco días de la semana.
“Nuestro compromiso es maximizar la presencialidad, pero siempre bajo cuidados. Hay distintos requisitos: el uso de tapabocas de forma permanente, la ventilación, el máximo de 90 minutos de clases hasta reventilar, las ventanas y puertas abiertas, el distanciamiento de un metro y medio entre estudiantes y dos metros con el docente. Cuando el distanciamiento no pueda cumplirse y no existieran espacios alternativos como talleres, laboratorios, se dividirán los grupos”, precisó Vila.
En la gran mayoría -poco menos del 70 por ciento- de las escuelas no se cumplen los requisitos. Allí se alternará asistencia a las escuelas con lecciones en el hogar. Los grupos se dividirán en dos y alternarán una semana de concurrencia el grupo A y la siguiente el grupo B.
Según las cifras oficiales, en 11 millones de escuelas la modalidad será combinada. “No hay un modelo de alternancia perfecto. Sabemos que todos alteran la organización familiar. Considerando esta dificultad., vemos beneficios en la alternancia de una semana sí, una semana no. En términos epidemiológicos, mitiga el riesgo de contagio y en términos pedagógicos también ayuda a recuperar la rutina escolar”, planteó la funcionaria.
Los propios equipos directivos de las escuelas, junto con los inspectores, serán los que definan la modalidad de inicio de acuerdo a sus espacios. En los colegios de jornada completa, se baraja la posibilidad de dividir a los grupos en turno mañana y tarde para que asistan todos los días.
Cada escuela tendrá un referente de salud local que servirá de apoyo. Salvo cuando haya pérdida del olfato o gusto, solo se considerará un caso sospechoso si un docente o alumno presenta al menos dos síntomas asociados a coronavirus. En ese caso, se aislará a todo el curso y a los docentes que estuvieron al frente de los cursos hasta 48 horas antes de presentarse el síntoma.
Desde hace quince días, la provincia de Buenos Aires comenzó a vacunar a docentes y auxiliares. En la primera etapa se prioriza a los maestros mayores de 60 años y quienes tengan una enfermedad de base. Cuando aumente la disponibilidad de dosis, se centrarán en los docentes de nivel inicial y primeros grados de primaria, tal como se consensuó en el Consejo Federal.
“La campaña de vacunación va a generar una situación epidemiológica cada vez mejor. Las condiciones de normalidad las iremos recuperando en todos los ámbitos de la vida a lo largo de este año y las clases entran en ese esquema. El 2021 traza un horizonte mucho más alentador”, afirmó Vila.
Consultada por la opinión de los gremios, la ministra aseguró que los sindicatos apoyan el regreso a la presencialidad siempre y cuando sea “cuidada”. El viernes pasado, el Gobierno de Axel Kicillof abrió la paritaria con el frente gremial para discutir condiciones laborales y este viernes se reunirán en comisión salarial.
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