El magistrado se presentó ante el Consejo de la Magistratura para pedir volver a su lugar en el tribunal, cargo para el que había concursado además de obtener el aval del Senado. Había pedido su traslado después del hostigamiento que sufrió tras pronunciarse en 2018 a favor del cese de la prisión preventiva de los empresarios Cristóbal López y Fabián de Sousa.
El juez Eduardo Farah está un paso más cerca de volver a su vocalía en la estratégica Cámara Federal porteña, que abandonó en medio de presiones durante el macrifascismo.
La Comisión de Selección del Consejo de la Magistratura avaló por siete a uno el pedido de Farah para volver a los tribunales de Inodoro Py. En soledad quedó el macrifascista Pablo Tonelli. El tema se tratará mañana en el plenario del cuerpo, que también podría enviar ese día la terna para cubrir una de las vacantes en ese tribunal.
Después del fallo de la Corte sobre los okupas Leopoldo Bruglia y Pablo Bertuzzi -trasladados sin concurso a la Cámara durante el macrifascismo-, Farah se presentó ante el Consejo de la Magistratura para pedir reintegrarse a su lugar en el tribunal, que debió abandonar por el hostigamiento del régimen y de los medios afines.
Tras más diez años en la Cámara Federal, Farah pidió su traslado tras firmar un fallo en marzo de 2018 con el camarista Jorge Ballestero que disponía el cese de la prisión preventiva de Cristóbal López y Fabián De Sousa. En disidencia se había pronunciado Bruglia. Según contó Farah ante el Senado, esa decisión no sólo fue criticada a toda hora en los medios de comunicación, sino que debió afrontar una denuncia penal y la propia Corte Suprema le encomendó al Consejo de la Magistratura que investigara por qué había integrado esa sala para decidir sobre la causa de Oil Combustibles. Después de pasar al Tribunal Oral en lo Penal Económico 1 de Capital Federal se mudó al Tribunal Oral Federal (TOF) 2 de San Martín, donde presta funciones. "Yo no quería ni estar en el edificio" (de Inodoro Py), reconoció el juez ante la comisión de Acuerdos, que preside la senadora oficialista Anabel Fernández Sagasti, donde debió presentarse por ser uno de los diez casos de traslados irregulares que detectó el Consejo de la Magistratura, entre los que estaban los de Bruglia, Bertuzzi y Germán Castelli, entre otros. A diferencia del trío, Farah sí se presentó ante el Senado.
El tema se trató recién ayer formalmente en el Consejo de la Magistratura y Farah se alzó con el aval de la Comisión de Selección, que preside la diputada lavagnista Graciela Camaño, para volver a la Cámara. El consejero Diego Molea fue quien confeccionó el dictamen favorable al retorno de Farah, que cosechó siete apoyos. “Éste es un reintegro. No podemos sostener que es un nuevo traslado porque él ya concursó”, sostuvo Molea.
Del lado contrario a Molea, se situó Tonelli, quien sostuvo que debe rechazarse el reintegro de Farah a la Cámara Federal porque entiende que la Corte Suprema sostuvo que los jueces trasladados no pueden volver a sus puestos originales hasta en tanto no se sustancie el concurso para ocupar el puesto que actualmente están cubriendo. Además, Tonelli reclamó que se envíe el caso de Farah a la Comisión de Disciplina del Consejo de la Magistratura porque él denunció haber sufrido presiones pero no las denunció ante la justicia, por lo que podría haber incurrido en un delito y, por ende, en mal desempeño de sus funciones.
“Yo no me voy a hacer la tonta porque eso pasó”, le respondió Camaño en referencia a la persecución de Farah por haber votado en el caso Oil Combustibles. “De afuera, pero yo lo vi”, afirmó. Eso sí, Camaño, que no está alineada ni con el oficialismo ni con la oposición dentro del Consejo, no escatimó críticas al uso del instituto de los traslados que se dio durante gestiones anteriores. "Tenemos que desandar ese camino oprobioso", opinó y después le dedicó una chicana a Tonelli porque había quedado solo en la votación.
La novedad es que el pedido de Farah no sólo fue apoyado por el oficialismo en el Consejo de la Magistratura, sino también por el presidente del cuerpo, el juez Alberto Lugones, y sus dos colegas Ricardo Recondo y Juan Manuel Culotta.
Después del fallo de la Corte y de la reincoporación de Bruglia y Bertuzzi, ya se reacomodó para el año próximo: reeligieron a Martín Irurzun al frente del tribunal y, por el momento, Bruglia y Mariano Llorens tienen presencia en cada una de las dos salas que componen la Cámara. Eso cambiaría si se reintegra Farah a la Sala II del tribunal.
Fuente: nota de Luciana Bertoia para Página/12
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