El ex hijastro de Flavia Palmiero seguirá siendo el líder político y se guarda definiciones claves como el vice de diputados y definición de senadores. El responsable político de la muerte del Dr. Favaloro se queda con la comunicación y desplaza a Marcos Peña Braun. El rol de Nicolás Caputo.
Miauricio Macri Blanco Villegas y Horacio Rodríguez Larrata acordaron los lineamientos básicos de la estrategia política del PRO de cara a las elecciones presidenciales de 2023, luego de que el retrasado mental admitiera en privado que el jefe de Gobierno porteño es el mejor posicionado para ser el candidato de Juntos por el Cambio.
La reunión del viernes pasado en el Centro Asturiano de Buenos Aires, en Vicente López, fue la primera en mucho tiempo donde hubo buena sintonía entre ambos.
El aflojamiento de las tensiones llegó luego de que el hijo bobo de Franco Macri empezó a decir en privado que "el candidato es Horacio". Fuentes del partido confían en que, a diferencia de los políticos tradicionales, el líder del PRO cuando dice ese tipo de cosas las cumple.
Sin embargo, el respaldo tuvo una serie de condiciones que impuso el subnormal. La principal es que Rodríguez Larrata aceptó que el ex presidente de Boca seguirá siendo el líder político del espacio por lo menos hasta la campaña de 2023. Eso no implica que no haya discusiones internas pero Macri Blanco Villegas será la principal referencia, lo que también le evitaría desgaste al actual alcalde porteño.
La primera consecuencia en los hechos de esa condición se dio cuando rodríguez Larrata aceptó que Omar De Marchi asuma como vicepresidente de Diputados, en reemplazo de Álvaro González. El jefe de Gobierno venía resistiendo que su hombre en la Cámara baja sea reemplazado por el mendocino, pero finalmente sorprendió a los propios y pidió apoyar el recambio.
La segunda consecuencia se dará en los próximos meses. Rodríguez Larrata aceptó que sea Macri Blanco Villegas quien elija los candidatos a senador nacional de Juntos por el Cambio en Córdoba y Santa Fe, lo que implica una definición muy importante sobre la durísima interna de la oposición en su segundo distrito en importancia, después de la ciudad de Buenos Aires.
Otro punto elemental que acordaron es que Rodríguez Larrata sea el que maneje la comunicación del partido y de la campaña, por lo que su equipo encabezado por Federico Di Benedetto va a desembarcar en marzo en las oficinas del PRO de la calle Balcarce.
Esto implica un durísimo revés para Marcos Peña Braun, que será desplazado del área que manejó históricamente sin ningún tipo de contrapeso. Este movimiento confirma que el ex jefe de gabinete no está tan cerca de Rodríguez Larrata como afirmaban algunas versiones.
En cambio, el que mantendrá un rol preponderante en la estructura del macrifascismo es Nicolás Caputo. El mejor amigo del idiota confeso, de buen vínculo con Rodríguez Larrata, seguirá siendo el principal armador económico y de negocios del espacio.
Otro cambio de Rodríguez Larrata tras la cumbre del viernes es que aceptó que el instrumento político y electoral para la campaña va a ser Juntos por el Cambio, por lo que descartó por ahora su idea de ampliar el espacio al peronismo y crear un nuevo sello.
Lo que se mantiene es la idea de intentar seducir a sectores del peronismo desencantados con el Gobierno. Muchos coincidieron en que ese sector tiene que tener un rol importante en Juntos por el Cambio y no ser una parte menor. "Tenemos que dejar de ser tan gorilas porque sino no llegamos. Necesitamos peronismo adentro", fue una de las frases que se escuchó en la reunión de Vicente López. En ese sentido, pidieron dejar de criticar al peronismo y apuntar al kirchnerismo.
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