Se trata del tercer bien cultural argentino reconocido por Unesco, luego del tango y el fileteado porteño.
El chamamé fue declarado ayer Patrimonio Cultural inmaterial de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco). Tras una votación realizada en París, el estilo musical y la danza popular de la provincia de Corrientes se convirtió en el tercer bien cultural argentino declarado patrimonio de la humanidad, luego del tango y el fileteado porteño.
El ministro de Educación de Argentina, Nicolás Trotta, agradeció a la Unesco la inscripción en su lista ya que "permitirá al mundo poder disfrutarlo".
"Nacida en nuestra querida provincia de Corrientes, ahora se puede proyectar al mundo para poder ser disfrutado", señaló el titular del Palacio Sarmiento en un vídeo.
La declaración fue seguida en vivo desde el Teatro Vera, con la presencia del gobernador Gustavo Valdés, por referentes chamameceros, culturales y funcionarios. “¡Fuerte ese aplauso para nuestro chamamé!”, dijo Valdés en el escenario. “En nombre del pueblo de Corrientes y de los chamameceros, muchísimas gracias”, agregó emocionado.
“El chamamé es lo que sentimos, lo que pensamos, lo que soñamos, lo que vemos y vivimos todos los días, que es chamamé convertido en música, canto baile. Que hoy sea reconocido por la Unesco hace que el chamamé tenga trascendencia mundial”, aseguró el funcionario.
“Es una mezcla, un mboyeré, como decimos acá”, definió el director de Cultura de la provincia de Corrientes, Gabriel Romero, quien señaló que en las últimas décadas el chamamé se ha expandido también por gran parte de la provincia de Buenos Aires y provincias de la Patagonia. También se cultiva en otras zonas como Paraguay, noroeste de Uruguay, sur de Brasil y la Patagonia chilena.
“Algunos son más practicantes, otros meramente creyentes, pero todos somos devotos de alguna manera u otra. El chamamé es algo que va mucho más allá de la música y la danza y tiene que ver con nuestro paisaje, con nuestra gastronomía, nuestras historias, nuestras artesanías”, agregó Romero.
Desde las 18, hubo distintos festejos en la Ciudad de Corrientes, con cuatro camiones con músicos en vivo que partirán desde distintos puntos de la Capital hacia varios barrios de los alrededores.
Formaron parte de esta propuesta La Pilarcita, Gente de Ley, Irundy y Chamamé Kuña. La actividad musical finalizó en la Costanera Sur. También participaron distintas agrupaciones peregrinas a caballo que estuvieron encabezadas por Alfredo Ellero, custodio de la Imagen de la Virgen de Itatí.
Reconocimiento de la Unesco
La propuesta aprobada ayer en el órgano cultural de la Organización de las Naciones Unidas surgió desde el Estado argentino a través de un planteo del Gobierno de Corrientes.
En 2018, ya había habido una presentación formal ante la Unesco para que integrara la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad pero el Comité Evaluador consideró que faltaban algunas cuestiones técnicas: no existía, a nivel nacional, un catálogo de bienes culturales intangibles en los que el chamamé estuviera inscripto. Sin ese registro -que finalmente se hizo- el chamamé no pudo pasar entoncces a la instancia "universal".
“El patrimonio inmaterial" o “patrimonio vivo”, explica la Unesco sobre esta categoría, se refiere a las "prácticas, expresiones, saberes o técnicas transmitidos por las comunidades de generación en generación".
Este patrimonio "proporciona a las comunidades un sentimiento de identidad y de continuidad: favorece la creatividad y el bienestar social, contribuye a la gestión del entorno natural y social y genera ingresos económicos", detalla el organismo y agrega que "numerosos saberes tradicionales o autóctonos están integrados, o se pueden integrar, en las políticas sanitarias, la educación o la gestión de los recursos naturales".
En total, 40 candidaturas procedentes de todo el mundo aspiraban a integrar la lista del patrimonio cultural inmaterial -entre ellas, el barniz de Pasto Mopa-Mopa de Colombia, la bebida "poha ñana" paraguaya, el órgano oriental cubano y la fiesta de los Caballos del Vino de España- en una reunión del comité que, por vez primera, se hizo de forma telemática a causa de las restricciones impuestas por la pandemia de covid-19.
El objetivo de este reconocimiento es la "conservación de este frágil patrimonio": pretende "asegurar su viabilidad y optimizar su potencial para el desarrollo sostenible". La Unesco, de esta forma, "brinda su apoyo a los Estados Miembros mediante la promoción de la cooperación internacional para la salvaguardia, y estableciendo marcos institucionales y profesionales favorables a la preservación sostenible de este patrimonio vivo".
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