El ex presidente de la Cámara de Diputados durante el nefasto régimen de la alianza de derecha Cambiemos habló de sus diferencias con el entonces jefe de Gabinete Marcos Peña Braun, dijo que si hoy lo llamara al hijo bobo de Franco Macri no tendría qué decirle y opinó (en contra) del gobierno que encabeza Alberto Fernández.
La cercanía de las elecciones legislativas del 2021 va generando la aparición de dirigentes políticos que aspiran a ocupar espacios y cargos.
El ex presidente de la Cámara de Diputados durante el macrifascismo, Emilio Monzó, señaló que la relación con el ex hijastro de Flavia Palmiero, "no terminó de la mejor manera" y recordó su disputa interna con el ex jefe de Gabinete, Marcos Peña Braun, de quien dijo que fue su adversario durante ese tiempo, pero "fue honesto intelectualmente".
"Es una persona inteligente, que pensó durante cuatro años lo contrario a lo que yo pensaba que había que hacer", definió Monzó la relación que mantenía con el ex jefe de Gabinete. Sin embargo, bajó el tono de sus declaraciones al señalar que "Peña fue el mejor ministro que tuvo Macri junto con Rogelio Frigerio", el ex ministro del Interior con el que mantuvo una alianza política junto al ex diputado Massot.
Asimismo, apuntó al rol de Peña Braun con una metáfora futbolística al asegurar que "se llevó la marca pero fue quien mejoró muchísimo a Macri en muchas cosas" y agregó que había sido "la persona que llevó al presidente hacia el lugar de la prudencia".
Monzó, dirigente de la provincia de Buenos Aires, debió explicar porqué no estuvo presente en la foto que se difundió en la que algunos intendentes y dirigentes bonaerenses se mostraron con la ex gobernadora fascista bonaerense, María Eugenia Vidal. "La foto de hoy es del PRO que está organizándose en Buenos Aires. La oposición está conformada por el PRO, Coalición Cívica, UCR y los apátridas, que no tenemos pertenencia política. Están trabajando los intendentes para el armado en la provincia. Salvo Vidal, los demás son todos intendentes". Así, el ex intendente de Carlos Casares, que representó la pata justicialista en el macrifascismo, se encuadró entre los "apátridas", dirigentes opositores sin partido.
El ex dirigente justicialista sostuvo además que al finalizar el infame régimen macrifascista, tras perder las elecciones a manos del Frente de Todos encabezado por Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner "la relación con Macri no terminó de la mejor manera a nivel personal" y destacó que era difícil de reconstruir porque "no siento que tenga algo que decirle si lo llamo".
Por otro lado, Monzó señaló acerca del presidente Fernández que en un principio "confiaba en él”, pero que sin embargo ahora lo veía “yendo a ver a Evo (Morales), a Lula (da Silva), al Grupo de Puebla, pero para ahí no tenía que ir, tenía que ir para el centro”. También aseguró que el jefe de Estado se tendría que haber apoyado en en el peronismo de los gobernadores y los intendentes bonaerenses porque ahora lo ve “con cierta debilidad”, frente a “una Cámpora con fortaleza; que es el espacio político más sólido e importante del oficialismo”.
Queda claro con estas definiciones respecto del Gobierno, que Monzó está tan alejado del macrifascismo como del peronismo en su versión nacional y popular.
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