El Distrito Colegiales estaba proyectado en el Playón Ferroviario donde se iba a construir un parque, que Nación frenó. Las constructoras comercializan carísimas unidades que posiblemente tengan vista a un baldío.
La disputa entre CABA y Nación por los terrenos ferroviarios traspasados durante la nefasta gestión de Miauricio Macri Blanco Villegas al frente de la Rosada amenaza con paralizar uno de los principales proyectos de desarrollo urbano de la Capital.
Se trata del parque de nueve hectáreas proyectado para construir en los terrenos del Playón Ferroviario de Colegiales, que incorpora edificios de vivienda en su interior.
La iniciativa, bautizada pomposamente "Distrito Colegiales" por desarrolladoras como Fernández Prieto y G&D Developers, está paralizada y su destino es incierto, confirmaron fuentes del régimen porteño. Sin embargo, las constructoras e inmobiliarias que comercializan nuevos edificios que se construyen sobre la calle Moldes frente a lo que sería el futuro parque, no avisan a los clientes de esta situación y por el contrario en sus folletos de venta, exhiben vistas a un parque desde el balcón.
Así los desprevenidos compradores de unidades carísimas -más de 300 mil dólares un tres ambientes-, podrían encontrarse en un futuro cercano, con un hermoso departamento de lujo, con vista a un baldío.
Son varias las empresas que comenzaron a desarrollar proyectos inmobiliarios en torno al "futuro" parque, como el grupo Massana, que incluso contrató al célebre arquitecto uruguayo Carlos Ott, que acaso desconociendo los pormenores de la iniciativa, en un video promociona su proyecto bautizado "Live Belgrano", prometiendo "vistas espectaculares". Los precios superan los 3 mil dólares el metro cuadrado.
Desde una de las empresas que comercializa los departamentos afirmaroon que "se va a hacer el parque porque el proyecto está aprobado", a pesar de que todavía es incierto lo que sucederá.
Otro de los desarrollos anuncia un "ecobarrio" con huertas y fuentes que emulan al de las del aeropuerto de Singapur, acaso tratando de montarse sobre las tiendas dedicadas a comida vegetariana y orgánica, del corredor de la calle Freire.
Reconocidas inmobiliarias presentan el proyecto como lindero a "un espacio público parquizado" que "promete ser el nuevo polo de renovación" de la ciudad.
"El parque lineal propone revalorizar la zona recuperando edificios patrimoniales, organizando espacios verdes. Incluye parquización y forestación, generando una nueva identidad urbana en el delicado equilibrio entre la vida pública y la privada", explican en el sitio de Welbuildings, otro de los desarrollos de lujo, también ubicado sobre la calle Moldes, al lado del edificio de Carlos Ott. En la página del proyecto, que consta de dos torres, no escatiman renders sobre el futuro "parque" para reforzar las ventas.
Mientras que la inmobiliaria Toribio Achával, en la punta del playón, sobre la calle Vidal, promociona el proyecto de lujo Depart, con una galería de renders de un entorno verde y arbolado. Misma estrategia de la desarrolladora Uno en uno, que promociona el proyecto "frente al nuevo parque ferroviario de Colegiales, un proyecto que llega para hacer de este gran espacio público el jardín del barrio".
El destino incierto del Distrito Colegiales es parte de una polémica mayor que incluye a todos los terrenos ferroviarios, que Macri Blanco Villegas cedió a Rodríguez Larrata y ahora el gobierno de Alberto Fernández puso en revisión. El traslado de esos bienes fue consecuencia de la crisis económica que golpeó al país en el último año y medio del mandato del hijo bobo de Franco Macri.
En un principio estaba previsto que la Nación pagara la construcción de los viaductos para los trenes Mitre y San Martín, sin embargo cuando la obra estaba avanzada el dinero comenzó a escasear. Es por eso que el gobierno nacional pidió a la CABA que pagara la obra con fondos propios y a cambio le cedería valiosos terrenos que podrían salir a subasta para cancelar los préstamos. Entre esos predios se encontraba el Playón Ferroviario Colegiales.
Se organizó un concurso que tuvo como ganador a los arquitectos Marcelo D'Andrea y Oliverio Najmias. El master plan incluía además del parque, los lotes que luego saldrían a subasta. Para eso fue necesario que la legislatura porteña votara un cambio de zonificación y así poder avanzar con los edificios.
Se trata de una práctica habitual: por más que la Nación sea la dueña de los terrenos necesita de una normativa específica para poder avanzar con los desarrollos inmobiliarios. La ley porteña establece que un terreno público no puede tener más de 35% de construcción privada, mientras que el resto debe ser espacio público. Es un cálculo tramposo pues en ese 65% se incluyen calles y la infraestructura necesaria para poder acceder al parque y a los edificios.
Ya habían comenzado los trabajos de demolición del playón cuando Alberto Fernández anunció que revisaría las cesiones de terrenos realizadas durante el macriFASCIsmo. Por eso ni siquiera fueron removidos los escombros: inmediatamente después de conocida la noticia se frenaron las obras que también incluían la infraestructura necesaria para los desarrollos inmobiliarios: tendido de agua, luz, gas, cloacas y demás.
En el limbo quedó el proyecto de Fernández Prieto y GD Developers que habían anunciado una inversión de 25 millones de dólares en la construcción de los únicos bloques de viviendas de lujo que iban a estar ubicados dentro del futuro parque, en dos lotes de los cuatro que compró el Grupo Sancor Seguros. Si bien pensaban comenzar la construcción en 2021, el reclamo de Nación sobre los predios paralizó la iniciativa.
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