viernes, 11 de diciembre de 2020

Alberto y Cristina entregaron en la Ex ESMA los premios Azucena Villaflor, tras los cuatro años que fueron suspendidos por Macri Blanco Villegas

En el Día Internacional de los Derechos Humanos, el presidente y la vicepresidenta encabezaron ayer el acto de entrega de reconocimientos y destacaron el valor simbólico del Espacio para la Memoria y los Derechos Humanos.



Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner entregaron en el Espacio para la Memoria que funciona en la ex ESMA los premios Azucena Villaflor, llamados así por la Madre de Plaza de Mayo de cuyo secustro y desaparición se cumplieron ayer 43 años. 

Este año, los homenajeados fueron Víctor Basterra (el sobreviviente de la ESMA fallecido el 7 de noviembre pasado), Rosa Schoenfeld de Bru, Vera Jarach, Iris de Avellaneda, Lita Boitano y Rosa Roisinblit. Esta entrega correspondía al período 2015-2020 porque los premios habían sido suspendidos durante el nefasto régimen fascista de Miauricio Macri Blanco Villegas.

Primero habló Cristina. “La última vez que estuve acá fue hace cinco años, en este mismo lugar, que se conoce como Patio de Armas, inauguramos la refacción de seis edificios de los 21 que refaccionamos en total con cooperativistas del plan Argentina Trabaja y el Ellas Hacen. Es un lugar emblemático no solo de los argentinos y argentinas sino también de nuestro gobierno. Ahora hay otros derechos humanos que también tenemos que venir a reparar y que han sido dañados”, dijo la vicepresidenta refiriéndose a la herencia dejada por el régimen macrifascista. 

“Esta parábola de una ESMA que fue casa del terror y que hoy la Unesco quiere incorporar al patrimonio de la humanidad debemos recuperarla porque ha sido abandonada y de paso volver a recuperar esa cosa muy virtuosa de los programas sociales. Tenemos que lograr, como lo hicimos hasta 2015, que aquellos que todavía no han tenido la oportunidad y la suerte de lograr un trabajo, pero tienen un ingreso del Estado, que de alguna manera también devuelvan trabajo a ese Estado. Es bueno para todos. Si bien no era Disneylandia allá por el 2015, vivíamos mucho mejor. Teníamos la vida más organizada. Sabíamos cuánto teníamos que guardar para la casa, el transporte, el auto. Algunos la podían organizar mejor. Se podían ir de vacaciones. De eso se trata la política: no desorganizar la vida de la gente", sostuvo.


"La pandemia nos ha dado un golpe muy duro. Trabajemos todos los que tenemos responsabilidades en volver a darle certezas a los argentinos y argentinas. Y darles la seguridad que el día de mañana va a ser un poco mejor que el anterior”, agregó Cristina, quien luego se dirigió a Alberto Fernández: "Presidente, usted tiene una tarea muy dura porque a la pandemia de la economía macrista le vino esta inédita pandemia que ni siquiera sabemos cómo va a terminar".

En su discurso, también breve, Alberto aseguró que "queremos un país que no olvide, que siempre busque justicia y busque la verdad. Si logramos eso, seremos una sociedad mejor”.

Asimismo, dijo que era "un día especial", porque es el Día Internacional por los Derechos Humanos y se cumplía un año de gestión del Frente de Todos. 

Repasó la importancia de recuperar la Memoria, Verdad y Justicia tanto en su gobierno, como lo fue la gestión de Néstor Kirchner y de Cristina Fernández. 

El presidente además entregó a los organismos de derechos humanos las carpetas de espionaje y seguimiento a esas agrupaciones que hizo la ex SIDE durante la última dictadura. 

Abuelas y Madres de Plaza de Mayo (la Asociación y la línea fundadora), Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas, el Centro de Estudios Legales y Sociales, la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos, el Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos, la Liga Argentina por los Derechos Humanos, el Servicio Paz y Justicia, Amnistía Internacional el Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo, la Comisión Argentina por los Derechos Humanos y el Movimiento Villero Peronista recibieron documentos que quedarán en resguardo de la secretaría de Derechos Humanos en los que figuran pedidos de investigación y antecedentes de dirigentes y abogados de esas agrupaciones, cobertura de marchas y reuniones privadas, datos de viajes y hasta información sobre el contenido de correspondencia que intercambiaban con personas que los apoyaban o los representaban en el exterior.

Estas carpetas son una muestra de las más de 250 mil fichas de inteligencia sobre personas, instituciones, organizaciones, hechos vinculados a acciones públicas u operativos que conforman el archivo de la ex SIDE y que fueron recuperadas y están siendo analizadas por la gestión de Cristina Caamaño en la Agencia Federal de Inteligencia (AFI). 

Además de las fichas, un equipo de la agencia está relevando unas 700 cajas con papeles, libros y carpetas que fueron buscadas en distintas sedes del organismo de inteligencia y que abarcan el período que va desde 1946, cuando se creó lo que luego sería la SIDE hasta el 9 de diciembre de 1985, cuando se dictó la sentencia del juicio a las Juntas Militares.

La documentación vinculada a los años del terrorismo de Estado podrá servir como prueba y para asignar responsabilidades en juicios por delitos de lesa humanidad. El material es, además, el registro histórico del seguimiento e infiltración a organizaciones sociales, políticas, gremiales y de derechos humanos.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario