El país informó 525 fallecimientos en las últimas 24 horas, una nueva baja en relación al día anterior. La cifra se da en medio de la polémica porque Lombardía, Véneto y Piamonte se mostraron a favor de relajar el aislamiento, pese a su alta cantidad de casos.
Mientras tres regiones del norte del país que reúnen el 66% de las víctimas presionan para ablandar la cuarentena luego del 3 de mayo, Italia informó 525 fallecimientos por coronavirus en las últimas 24 horas y la estabilización de la baja de las personas internadas en terapia intensiva.
El titular de la Protección Civil, Angelo Borrelli, anunció la muerte de 525 personas, una nueva baja frente a los 578 del miércoles, con un total de 22.170 desde el inicio de la pandemia.
De todos modos, Borrelli confirmó la tendencia a la baja que se presenta en el país al destacar que los casos en terapia intensiva, 2.936 personas que representan el 3% de los 106.607 activos, "representa el menor número desde el 21 de marzo".
Además, Borrelli informó que del miércoles a jueves el número de positivos totales aumentó en 1.189 personas, al tiempo que destacó que volvió a subir la cantidad con aislamiento domiciliario, que llegó al 72% del total.
"Estamos en una tendencia descendente hace varios días", agregó el titular del Instituto Superior de Sanidad, Silvio Brusaferro, junto a Borrelli.
Las cifras se dan en medio de la polémica porque tres regiones del norte del país, Lombardía, Véneto y Piamonte, se mostraron a favor, con distintos matices, de acelerar la salida de la cuarentena, pese a la alta cantidad de casos que registran.
"Creo que debemos mirar al futuro porque es inevitable. Hasta que no haya una vacuna debemos organizar nuestra vida conviviendo con este virus", planteó ayer el gobernador lombardo, Attilio Fontana, al insistir con su pedido para salir de la cuarentena apenas termine el aislamiento que el gobierno nacional dispuso hasta el 3 de mayo.
La Lombardía concentra actualmente 11.608 fallecidos, más de la mitad de las víctimas y casi un tercio de los contagios del país. En ese marco, Fontana planteó que "se debe ir rápido" porque "debemos hacer reiniciar la vida" en la región más rica del país, que concentra el 22% del PBI nacional.
El plan de Fontana, miembro de la derechista Liga, incluye un esquema basado en las denominadas "cuatro D": Distancia (de un metro entre personas); Dispositivos (obligación de usar tapabocas en todo momento); Digitalización (para alentar el trabajo a domicilio); y Diagnósticos (con la realización de tests).
Sin embargo, el alcalde de la capital lombarda Milán, Giuseppe Sala, rechazó la propuesta de Fontana y la consideró "un slogan" creado por el líder de la Liga, Matteo Salvini.
Tras el reclamo de Lombardía, la también norteña Véneto se sumó al pedido y su gobernador, Luca Zaia, también de la Liga, consideró "legítima" la propuesta de Fontana.
"La evaluación que hace Fontana es legítima. El tema de hoy es: mantener todo cerrado hasta el último caso de coronavirus y matar a toda la economía del país o vivir con el virus como también sucedió en Wuhan", planteó Zaia, gobernador de la región con 983 víctimas.
También desde el norte, el gobernador de Piamonte, Alberto Cirio, de la derechista Fuerza Italia, se sumó al reclamo de la "necesidad de reabrir", aunque agregó un tono de cautela para plantear que "es también necesario no bajar la guardia frente a este virus y sus riesgos de propagación". En Piamonte se registraron hasta ahora 2.096 víctimas.
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