El presidente no quiere que el tucumano se aleje de su cargo para competir en las elecciones de la provincia norteña. Le pidió que haga el esfuerzo de permanecer hasta el final de su mandato.
En el cargo de Jefe de Gabinete desde el 20 de septiembre de 2021, Juan Manzur atravesó momentos de mayor y de menor protagonismo en el Gobierno nacional. Aunque el presidente Alberto Fernández lo había convocado para que integre su elenco de ministros apenas se instaló en la Casa Rosada, el arribo del gobernador de Tucumán en uso de licencia recién se produjo en medio de un cimbronazo interno, cuando el oficialismo perdió las elecciones de medio término y la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner pidió revitalizar al Gobierno. Allí se adueñó del despacho que hasta entonces ocupaba Santiago Cafiero.
Ya a mediados de octubre del año pasado Manzur le había comunicado al jefe de Estado su decisión de alejarse de su despacho a partir de enero o febrero de 2023. El presidente valora su tarea y no encuentra un reemplazante para ese puesto. Por eso le pidió que revea su postura y se quede hasta el final de su mandato. Si bien en algún momento se evaluó la posibilidad de una licencia, desde el entorno del jefe de Gabinete sostienen que le propusieron “que haga un esfuerzo, que vaya y vuelva a Tucumán cuando lo considere necesario”. Lo está analizando. Aunque las probabilidades de alejamiento persisten.
Es que la intención de Manzur pasa por competir en su tierra junto a Osvaldo Jaldo (actual gobernador interino) como candidato a vicegobernador en las elecciones que se realizarán el 14 de mayo, desdobladas de las presidenciales. Consiguió superar las impugnaciones de sectores de la oposición y quedó en carrera hacia ese objetivo. Existe la chance, además, de que diagrame una estrategia para ser uno de los candidatos en la interna nacional del Frente de Todos, si obtiene el triunfo en los comicios locales.
La llegada de Manzur al Gabinete en 2021 se debió al impulso que le dio la Vicepresidenta, quien en una carta lo elogió públicamente. “Sé que sorprenderá mi propuesta, es público y notorio las diferencias ya superadas que he tenido con quien fuera mi Ministro de Salud desde el año 2009, cuando debí remover a quien entonces era mi Ministra de Salud por el fracaso en el abordaje de la pandemia de la gripe A (H1N1). Juan permaneció en su cargo hasta que renunció para disputar la candidatura a Gobernador de la Provincia de Tucumán en el 2015, cargo que obtuvo y revalidó por el voto popular no sólo a través de su reelección, sino también en la elección del pasado domingo”, escribió Cristina.
Médico cirujano de profesión, Manzur fue ministro de Salud durante gran parte de la gestión de Cristina Kirchner, hasta que en febrero del 2015 se había alejado del Gobierno en medio de fuertes diferencias con la entonces presidenta.
Cuando recibió la oferta para ser jefe de Gabinete de la administración de Alberto Fernández, con Jaldo, quien debía transformarse naturalmente en su sucesor, hubo roces y negociaciones hasta que llegaron a un acuerdo. Habían convivido en un conflicto casi permanente ya que desde 2015 estaban enfrentados políticamente.
Esa relación tensa se fue normalizando, tras seis meses en los que casi no se hablaron. Consensuaron que Jaldo asumiera la gobernación y sobre quién debía presidir el Consejo Deliberante tucumano. Con el tiempo las heridas cicatrizaron sobre todo porque Manzur empezó a viajar casi todos los fines de semana desde Buenos Aires para no perder peso en ese territorio. Y luego llegaron a un acuerdo, ya que no puede presentarse a la reelección, para competir en mayo invirtiendo los roles: Jaldo irá en las boletas como el candidato a la gobernación y Manzur como vice.
Desde la jefatura de Gabinete también se transformó en un activo participante de todas las reuniones del grupo de los 10 gobernadores nucleados en el denominado “Norte Grande” con lo que reforzó su influencia en esa zona.
En Tucumán, saben que la elección no será fácil. La alianza opositora de ultraderecha Juntos por el Cambio tiene a dos aspirantes fuertes a la gobernación. Uno es el actual intendente de San Miguel de Tucumán, la capital provincial, Germán Alfaro. Con pasado en el peronismo pero ahora enrolado en las huestes macrifascista, mide bien en las encuestas. El otro que aparece, es el actual diputado nacional Roberto Sánchez, ex intendente por dos períodos (del 2011 al 2019) del departamento de Concepción.
La apuesta es que con la ayuda de las listas colectoras, un sistema similar a la ley de lemas que rige en otras provincias que implementó el peronismo provincial cuando José Alperovich era el mandatario provincial, el Frente de Todos pueda revalidar su liderazgo.
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