sábado, 26 de marzo de 2022

Rusia confirmó la destrucción del mayor depósito de combustible del ejército ucraniano

"El 24 de marzo se lanzaron misiles de crucero navales Kalibr de alta precisión que destruyeron un centro de combustible en la localidad de Kalinovka", declaró el portavoz de Defensa. Por su parte, el Gobierno de Ucrania aún no confirmó dicho ataque.


Rusia confirmó ayer, en el día 29 de la invasión a Ucrania, que sus misiles de crucero Kalibr destruyeron cerca de Kiev un importante centro de distribución de combustible que suministraba insumos al ejército ucraniano, mientras autoridades de la ciudad de Mariupol dejaron trascender su temor por el hecho de que el bombardeo a un teatro la semana pasada pudo causar la muerte de unos 300 civiles.

"En la noche del 24 de marzo se lanzó un ataque con misiles de crucero navales Kalibr de alta precisión que destruyó un centro de combustible en la localidad de Kalinovka, en las inmediaciones de Kiev, la mayor base que quedaba a disposición del ejército ucraniano y que suministraba material a las unidades militares en la parte central del país", declaró el portavoz de Defensa, general mayor Ígor Konashenkov, citado por la agencia de noticias rusa Sputnik.

La destrucción del depósito de combustibles no fue confirmada por el Gobierno de Ucrania, pero, de ser cierta, asestaría un duro golpe a la defensa presentada por las tropas del país invadido.

Desde el lado ucraniano, la información más preocupante respecto de la posibilidad de que en el ataque del 16 de este mes al teatro tal vez hayan muerto 300 personas la brindó el ayuntamiento de Mariupol, aunque más como una estimación en base a testimonios presenciales que como una cifra certificada.

En otro combate, en este caso en la ciudad de Jarkov, al menos cuatro personas murieron y otras tres resultaron heridas en un bombardeo ruso contra un centro médico, anunció la policía regional de la segunda ciudad del país.

"Siete civiles resultaron heridos y cuatro de ellos no sobrevivieron, en un bombardeo con lanzacohetes múltiples", informó la Policía en la aplicación Telegram, explicando que el ataque golpeó un "centro médico" civil del sur de la localidad.

Por otra parte, las autoridades de Ucrania elevaron este viernes a 135 el total de niños y niñas muertos en el marco del conflicto, que según datos de Naciones Unidas ha dejado ya más de mil civiles muertos.

La Fiscalía ucraniana señaló en un mensaje en Telegram que 184 niños y niñas resultaron heridos desde el inicio de las hostilidades. El reporte incluyó a dos niños que murieron el jueves en ataques rusos con artillería contra zonas de la región de Donetsk (este) aún en manos del Gobierno de Ucrania y a otros tres que sufrieron heridas en Melitopol (sudeste) por la explosión de una mina, reprodujo la agencia de noticias Europa Press.

Paralelamente, la guerra dialéctica tuvo fuerte presencia este viernes desde el Kremlin, con las voces, primero, del canciller Serguei Lavrov y el portavoz gubernamental Dmitri Peskov, quienes no sólo negaron acusaciones del presidente ucraniano Volodimir Zelenski acerca que están utilizando bombas de fósforo, sino que fueron más allá y achacaron estas noticias que denunciaron falsas a la necesidad de Estados Unidos de "desviar la atención" del programa de armamento químico y biológico estadounidense en Ucrania.

El presidente ruso, Vladimir Putin, también salió a pelear por lograr un título en las crónicas internacionales al criticar este viernes la "discriminación" contra la cultura rusa en los países occidentales, que comparó con la quema de libros por los nazis en Alemania y Austria en la década de 1930.

"Hoy están tratando de anular a un país que tiene mil años y me estoy refiriendo a la progresiva discriminación contra todo lo que esté relacionado con Rusia", dijo Putin en un discurso televisado en el que afirmó que la última vez que se llevó a cabo una campaña masiva similar para destruir literatura considerada como indeseable fue por parte de los nazis durante la década de 1930. 

La afirmación del jefe del Kremlin continuó a otra de Lavrov, quien aseguró que su país está sufriendo una "guerra híbrida" de parte de Occidente. "Nos declararon una guerra híbrida, una guerra total. Este término que usaba la Alemania de (Adolf) Hitler, hoy la usan muchos políticos europeos cuando hablan de qué quieren hacer con Rusia", dijo Lavrov en un evento de la Fundación Gorchakov para la diplomacia pública, según recogió la agencia de noticias Sputnik.

Los países occidentales, subrayó el jefe de la diplomacia, no ocultan sus intenciones de destruir, romper y asfixiar la economía de Rusia.

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