Los dirigentes de la alianza opositora de derecha consideraron definitivamente caído el encuentro sobre la negociación con el FMI y, tras boicotear el diálogo, responsabilizaron al Gobierno por el hecho de que no se concretara. Desde Casa Rosada advirtieron que "no se suspendió ninguna reunión porque nunca se confirmó una fecha. La supuesta fecha prevista para el martes no se basó en información oficial".
Mientras en el Gobierno consideraban todavía sin fecha definida la reunión de los gobernadores de Juntos por el Cambio con el ministro de Economía, Martín Guzman, en la alianza opositora de derecha dan por definitivamente caído el encuentro y salieron a responsabilizar al oficialismo por el hecho de que nunca se concretara. Incluso desde el ala dura de Patricia Bullrich Luro Pueyrredón, que hizo todo lo posible para que la reunión no existiera, cuestionaron que no se hiciera.
También lo hizo el gobernador fascista de Jujuy, Gerardo Morales, quien había funcionado como interlocutor para que la reunión se concretara. “Guzmán no quiere dar cuenta del ajuste que pactó con el Fondo“, lanzó Morales, cual dirigente de la izquierda. En Casa Rosada expresaron malestar: "No estaba definida la fecha, por lo que cual no hubo tal suspensión".
El encuentro tuvo sus ideas y vueltas. Primero fue Juntos por el Cambio el que se negó a asistir a la invitación del ministro a todos los gobernadores y gobernadoras para hablar de la negociación de la deuda con el FMI. El alcalde porteño, Horacio Rodríguez Larrata, sostuvo que se trataba de una "reunión política" y poco seria. Pero, ese mismo día horas más tarde, Morales anunció que los radicales enviarían a sus vicegobernadores al encuentro. En el medio, habían transcurrido cinco llamadas telefónicas entre Morales y el presidente Alberto Fernández, y el Gobierno se había avenido a algunas condiciones de la oposición, como invitar a los empresarios y sindicalistas a un encuentro aparte. El encuentro se concretó finalmente hace dos semanas y participaron autoridades de todos los distritos, excepto de la CABA.
Luego, Morales también anunció que el lunes siguiente (el de la semana pasada) iba a haber otra reunión con los gobernadores radicales y Guzman. Más tarde, Rodríguez Larrata avisó que él también iría. Después vino un encuentro de la mesa nacional de Juntos por el Cambio donde Morales y Bullrich Luro Pueyrredón se cruzaron reproches por la asistencia al encuentro con Guzman.
Palos porque bogas
La dipsómana presidenta del PRO se siguió mostrando en contra en público de que los mandatarios de Juntos por el Cambio fueran a ese encuentro: "Nosotros no vamos a ir a escuchar esa sarasa que no lleva a ningún lado. ¿Nos van a mostrar lo mismo que les mostraron a las gobernadores? Una oposición seria no puede ir a escuchar eso", dijo. Ahora, una vez que quedó suspendido el encuentro, la misma Bullrich tuiteó: "La suspensión de la reunión con el ministro de Economía confirma que este es un Gobierno con modelo de libro cerrado".
Antes de todo esto, la ex montonera entregadora de compañeros presionó para que la oposición pusiera más condiciones al encuentro (todas las que pudo pensar): en un comunicado de la mesa nacional de Juntos por el Cambio, cuestionaron la primera presentación de Guzman y exigieron que fuera al encuentro con los números finos de la negociación, entre otras cuestiones, como que estuvieran todos los jefes de bloque. También exigieron que la reunión, que inicialmente iba a ser en el Ministerio de Economía, se hiciera en el Congreso nacional.
No obstante, con el paso de los días el encuentro se postergó una semana: es decir, hasta el martes de esta semana. Y en las últimas horas se conoció la agenda de Guzman para el martes y no estaba ese encuentro con los gobernadores opositores. El ministro va a viajar a San Juan a acompañar al Presidente en un acto en el que se lanzará la asociación pública-privada para la generación de energía limpia en seis provincias.
Palos porque no bogas
Desde Juntos por el Cambio salieron a cuestionar que no se haga la reunión. Lo hicieron incluso los adláters de Bullrich Luro Pueyrredón, que decía que no había que ir y luego se quejó de que la reunión no se hiciera. Lo hizo, además de la presidenta del PRO, su mano derecha, Gerardo "Jerry" Milman, quien tuiteó: "La postergación sin fecha de la imaginaria reunión entre la oposición y el ministro de Economía Guzman es el spoiler de una decisión que en marzo traerá un camino peligrosísimo de mucha orfandad a nuestro país".
También otro dirigente cercano a "lady Malbec", el santafesino Federico Angelini, dijo que "el kirchnerismo debería tener una mínima capacidad de diálogo”. Lo mismo hizo Hernán Lombardi, ex titular de medios del régimen macrifascista: "La mesa de Juntos por el Cambio le pidió a Guzmán más datos que las generalidades que les mostró a algunos gobernadores del PJ. Guzmán esquiva la reunión porque después de dos años sigue sin plan y no tiene nada para exhibir. Basta de sarasa". Fue curioso el argumento viniendo de un sector que reclamaba que los gobernadores opositores no fueran a dialogar.
Los radicales, en tanto, le apuntaron al Gobierno con todo lo que tenían. "El Gobierno prefiere ningunear a la oposición y no mostrar el aparente acuerdo con el FMI. Todo esto los pinta de cuerpo entero, aunque a mí no me sorprende", escribió el senador Alfredo Cornejo. "No tenemos un rumbo claro. No tenemos un proyecto estratégico de país. Y, como si eso fuera poco, ahora ni siquiera tenemos diálogo", se quejó Facundo Manes. Morales no quiso quedarse atrás: “Guzmán no quiere dar cuenta del ajuste que pactó con el Fondo“. En el entorno del presidente de la UCR descartaron que haya más conversaciones para concretar el encuentro y dieron la reunión por caída. Bastantes problemas internos les trajo ya.
De hecho, la posición de Juntos por el Cambio sobre el diálogo con el Gobierno dio una vuelta completa: primero se impuso el ala dura y sostuvieron que no iban a ir, luego se abrió una vía de negociación y fueron representantes de los gobiernos radicales y Rodríguez Larrata cedió a ir al encuentro con Guzman y, finalmente, vuelven a la idea de que no hay que reunirse, solo que culpando al Gobierno por no dialogar.
La respuesta del Gobierno
"El Gobierno no suspendió ninguna reunión porque nunca se confirmó una fecha. La supuesta fecha prevista para el martes no se basó en información oficial", aclararon desde el Ministerio de Economía. Y el mismo argumento ofrecieron en Presidencia: "No estaba definida la fecha, por lo que cual no hubo tal suspensión". En la Casa Rosada, las fuentes consultadas cuestionaron a los dirigentes de Juntos por el Cambio que hablaron de la suspensión del encuentro con Guzmán. "No sé de dónde sacaron eso", dijeron.
¿Se concretará esa convocatoria a los mandatarios macrifascistas? El Gobierno ya tuvo la foto de la reunión con autoridades de todas las provincias excepto la nefasta administración de Rodríguez Larrata y es plausible que hayan perdido interés en ese segundo encuentro, que encima estaba cargado de condiciones. De hecho, Juntos por el Cambio, se había arrogado la posibilidad de volver a suspender la reunión tras un encuentro de su mesa nacional el mismo martes.
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