El dueño de Mercado Libre critica al Gobierno y juega con la oposición. Es el CEO más activo de la movida uruguaya con sede en Punta del Este. "Se juega por otro modelo", cuentan. Contactos con Nicolás Dujovne, Guillermo Dietrich y "Pancho" Cabrera.
Moderado en intensidad por los efectos de la pandemia, el verano uruguayo le dio cobijo a la rosca política del Círculo Rojo argentino en núcleos más reservados. Elegida por empresarios añejos, Punta del Este fue en este enero de 2022 escenario de un raid activo de uno de los CEOs jóvenes más ricos de la Argentina, que les comió cartel y protagonismo a los que peinan canas: Marcos Galperín, el dueño de Mercado Libre, una de las empresas unicornio más grandes del mundo, que se mostró jugando a la política sin esconderse ya de los flashes. Con críticas al gobierno de Alberto Fernández, articula con sus pares y dirigentes de Juntos por el Cambio para apoyar otro modelo de país.
El rey de José Ignacio
"Está tan activo como en la campaña de Mauricio en 2015 y 2019", contó uno de los personajes del Este que lo frecuenta seguido. Al otro lado del río, donde reside desde que el hijo bobo de Franco Macri perdió el poder, lo llaman "el rey de José Ignacio". Es que su casa sobre La Mansa -contigua a la morada de la familia de Mirtha Legrand y un reconocido hotel- funciona como bunker de operaciones y reuniones. En la zona también se encuentran mansiones de otros CEOs, como "Vista al Oeste", la edificación estilo griego de los herederos de Amalia Lacroze de Fortabat.
Galperín no suele mostrarse demasiado en lugares concurridos, pero según sus amigos, "tiene la decisión tomada, está orientado a apoyar a Juntos pero no se decide aún por cuál de sus dirigentes". Esa contextualización de un CEO que antes era más cuidadoso e indirecto en el juego de la política partidaria, es toda una novedad en la vida pública del dueño de la empresa de compras on line que se diversificó al comercio y al retail.
Los negocios de Mercado Libre crecieron a la luz del empuje del nefasto régimen de la alianza de derecha Cambiemos a esa firma en particular y de las varias reuniones de Galperín con Macri Blanco Villegas y otros funcionarios. Con él se mueven, además, otro puñado de unicornios tecnológicos que sostienen la cámara Endeavor, uno de los polos empresarios de mayor juego opositor. Fueron ellos, con Galperín como ideólogo, quienes crearon el grupo de WhatsApp empresario Nuestra Voz, para respaldar la candidatura del ex hijastro de Flavia Palmiero en 2019. Luego, el chat se fue disolviendo y quedaron sólo los CEOs muy militantes del macrifascismo. Esa dinámica aburrió hasta al propio Galperín, que cree que el peronismo no es el modelo pero quiere ver las cartas de la nueva oposición amarilla. "No le gusta hablar de nombres, pero quiere PRO, no radicales", describió otro cuadro cercano al CEO.
El discreto encanto de Punta del Este
En Punta del Este, Galperín es una especie de nuevo gurú empresario, el nuevo Paolo Rocca: el millonario más grande de Argentina que hizo dinero con un negocio que gambetea convenios laborales y es aún poco comprensible para los CEOs "fierreros", acostumbrados a los negocios de la economía real. Con él se dejaron ver, por caso, Guibert Englebienne, uno de los cofundadores de Globant, la empresa que nació con créditos subsidiados a pymes tecno del primer kirchnerismo y hoy es un gigante imparable; y Gastón Parisier, creador de Bit Box y miembro de Endeavor.
Todos ellos tienen terminales políticas casi exclusivas en las playas de Juntos. La mayoría cultiva una amistad con el ex ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, que también tiene casa allí. Y con Francisco "Pancho" Cabrera, ex titular de Producción en los años de Macri Blanco Villegas. Este último es uno de los tiende puentes entre el macrifascismo, Galperín y el Gobierno del Uruguay. Luis Lacalle Pou, para los amigos "Cuquito" (apodo que heredó de su padre), es habitué en las conversaciones que hay con empresarios nacionales que se radicaron en su país. De Cabrera, de hecho, se comenta que ya vive en Uruguay. "Lo que no sabemos es si mudó residencia fiscal", relataron aquellos que lo conocen.
Elstain, Rattazzi y Dujovne también existen
Al juego con la oposición de Galperín no pudieron hacerle sombra ni los históricos del Este uruguayo. También fueron parte de la rosca en la costa vecina el constructor y multi negocios de IRSA, Eduardo Elstain, y el casi local Cristiano Rattazzi: el ex titular de la FIAT vive casi todo el año allí, un éxodo que también coincidió con la salida de Macri Blanco Villegas del poder.
Otro que tuvo poca actividad pública fue el ex ministro de Economía que tomó la deuda con el FMI, Nicolás Dujovne. El ahora asesor financiero que aconseja, entre muchos otros, a Galperín, también tiene casa en José Ignacio y todas las reuniones que mantuvo fueron para seguir incrementando carteras de clientes. "No quiere saber nada con volver a la política", afirmaron desde su entorno.
Fuente: nota de Leandro Renou para Página/12
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