El cómputo final de presentismo en la PASO es 66,21%, el porcentaje es el más bajo desde que existe la ley. Pero las proyecciones indican que se sumará un importante número de electores. Por qué no fueron el domingo.
El Ministerio del Interior difundió el lunes el cómputo final de presentismo en la elección del domingo: 66,21 por ciento del padrón electoral. Fueron a votar 22.765.590 ciudadanos.
El porcentaje es el más bajo desde que existen las PASO, en 2011. Si se hace un paralelismo con las últimas elecciones exclusivamente legislativas, las de 2017, en las PASO de aquel año votó el 72,3 por ciento y en las elecciones generales -o sea, las que equivalen a las que habrá el 14 de noviembre- fue a las urnas el 77,61 por ciento.
No es descabellado pensar que en la elección general de este año podría haber un 11 por ciento más de votantes que el domingo pasado. Según coinciden los encuestadores, la no concurrencia también fue una muestra de enojo, en especial de sectores humildes del peronismo.
Aunque todavía hay mucho por analizar, algunos datos de la presencialidad llaman la atención: distritos que son de fuerte votación peronista tuvieron muy bajo presentismo, mientras distritos más opositores superaban el 70 por ciento de concurrencia a las urnas. Moreno, 66 por ciento; Florencio Varela 65 por ciento; comparado con Vicente López (72 por ciento) o San Isidro, también 72 por ciento.
Las elecciones anteriores
Igualmente sirve verificar los presentismos anteriores. En la elección presidencial de 2019, en las PASO votó el 76,5 por ciento del padrón. Siempre en las contiendas presidenciales el atractivo es mayor. Luego, en la elección general de octubre de 2019, fue a votar el 81 por ciento. En las PASO de 2017 hubo seis puntos de presentismo más que este año y en 2013, que también fueron elecciones parlamentarias, diez puntos más: se acercó a la urna el 76,83 por ciento.
Es posible que el impacto de la pandemia se siga sintiendo en noviembre y tal vez haya un par de puntos menos de presentismo que lo habitual, pero siempre siete u ocho por ciento más que este domingo, como mínimo.
Quiénes son los que no votaron
En la Casa Rosada y en La Plata consideran que hay que hacer un análisis de esa población que no fue a votar. Una hipótesis es que hay una alta proporción de sectores humildes, tal vez enojados porque durante la pandemia, y muchos desde el macrifascismo, perdieron sus trabajos en la construcción, sus changas, y no recibieron la asistencia necesaria.
“Hubo diez días de lluvia, lo que significa barro y dificultades en el tercer cordón del Gran Buenos Aires y en muchos barrios humildes de buena parte del país. Estaba la versión de que había muchas colas en los colegios. Todo eso sumó una franja ya enojada que terminó no yendo a votar”, diagnosticó Roberto Bacman.
En el Gobierno piensan que hay que llegar a esos sectores con medidas políticas y económicas, pero también con fuerte actividad de los intendentes, que participaron poco de la campaña.
Cómo le fue a Juntos por el Cambio entre las PASO y las generales
Es cierto que los últimos dos tramos que hubo entre las PASO y las generales significaron un movimiento de votos más hacia Juntos por el Cambio que hacia el Frente de Todos. En 2019, Miauricio Macri Blanco Villegas perdió las PASO por 16 puntos y terminó en las generales a sólo ocho. En 2017, Cristina Fernández de Kirchner derrotó por menos de un punto a Esteban Bullrich en las PASO, con la senaduría en juego, pero luego en la general Bullrich se impuso a la ex presidenta por tres.
Los consultores en campañas electorales sostienen que esta vez el porcentaje de los que no fueron a votar fue superior a 2017, hay evidencia de que fue en sectores humildes y, además, las internas en Juntos por el Cambio fueron atractivas, mientras que no había nada en juego en las del Frente de Todos. La disputa de Diego Santilli versus Facundo Manes potenció a la alianza; lo mismo que María Eugenia Vidal versus Ricardo López Murphy o la de Córdoba entre Luis Juez y Mario Negri. Es decir, que había más incentivo para votar del lado de la oposición.
A priori, se trata de análisis y especulaciones, pero está claro que una enorme masa de votantes que no fueron el domingo, sí irán a votar en noviembre. Por supuesto que está la posibilidad de que los que estuvieron ausentes voten en el mismo sentido de los que estuvieron presentes en las PASO. Pero también puede haber cambios. Sea como sea, es una franja importantísima a la que habrá que prestarle mucha atención.
Fuente: nota de Raúl Kollmann para Página/12
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