La detención de Carlos Damian Cassalz se produjo un día antes del inicio del juicio y luego de que la madre de Araceli, Mónica Ferreyra, denunciara haber recibido hace 15 días un video intimidatorio de 9 nueve segundos de duración que mostraba al imputado portando una ametralladora.
A un día del inicio del juicio por el femicidio de Araceli Fulles, quien en 2017 fue hallada asesinada debajo de los escombros de una casa de la localidad bonaerense de José León Suárez, la policía detuvo a Carlos Damian Cassalz, uno de los imputados del caso, en un centro de votación de San Martín.
La detención se produjo luego de que la madre de Araceli, Mónica Ferreyra, denunciara haber recibido hace 15 días un video intimidatorio de 9 nueve segundos de duración que mostraba al imputado Cassalz portando una ametralladora. "Me mandaron este chat a las cuatro de la mañana: un video de este tipo caminando con una ametralladora. Pero no les tengo miedo. A mí ya me mataron", indicó Mónica.
"Uno ya sabe con quién se está metiendo. Es gente acusada de tener vínculos con el narcotráfico y sabés que te van a mandar intimidaciones", agregó. Sobre la procedencia del video, la mujer dijo que "no sé quién me lo mandó, pero tomé captura de pantalla de lo que me mandaron, y lo denuncié ante la fiscal".
El caso
Araceli (22) fue hallada muerta el 27 de abril debajo de unos escombros en el patio de la casa de Darío Badaracco (31), ubicada en Alfonsina Storni 4477, de José León Suárez, partido de San Martín.
La joven había sido vista con vida por última vez la madrugada del 2 de abril de 2017, en una plaza cercana a su casa, y el último contacto con su familia fue a las 7 de la mañana de ese día, cuando le envió un mensaje a su madre diciéndole: "Vieja, prepará las cosas para el mate que estoy yendo para casa".
Pero Araceli nunca apareció y su cuerpo fue hallado 25 días después tras la intervención de perros pertenecientes a los Bomberos Voluntarios de Punta Alta. La autopsia determinó que la joven murió por "asfixia mecánica" por "estrangulamiento a lazo" con un elemento compatible con precintos plásticos.
El único detenido por el caso era Darío Badaracco (31), hermano del acusado Hernán Rodrigo, pero murió el 13 de abril de 2019 luego de haber permanecido internado cinco días en un hospital de la ciudad de Olavarría, tras ser atacado a golpes y quemado con agua caliente por dos compañeros de celda en el penal de Sierra Chica.
Los imputados se encuentran actualmente en libertad -a excepción de Cassalz, detenido ayer- gracias a un fallo de la Cámara de Apelaciones de San Martín que consideró, en septiembre del 2017, que por la "ineficiencia del sistema investigativo" no pudieron obtenerse las pruebas necesarias para probar sus participaciones en el hecho.
La falta de los resultados de los peritajes, la mala conservación de las muestras recolectadas en el lugar del hallazgo del cuerpo y el sembrado de "falsas pistas", fueron los argumentos esgrimidos por Carlos Hermelo, presidente de dicha sala.
Aquella decisión fue calificada de "absurda" por el abogado Szpigiel y hasta hoy genera "impotencia" en la familia de la víctima. "¿Cuántas Aracelis pueden haber ocurrido estando ellos en las calles? Nos da mucha bronca", planteó la madre de Araceli.
"La familia está destruida. Nos falta una pieza importante. Es un dolor que no vamos a reparar nunca. Extrañamos su sonrisa. Lo primero que hago es llegar a mi casa y abrazar su foto y decirle cuanto la extraño. Tratamos de seguir unidos por el juicio", expresó.
Durante los últimos cuatro años, Mónica buscó "mantenerse en movimiento acompañando a la gente que pasa por situaciones similares".
"Acá en San Martín hay muchos casos y los apoyamos en todos los juicios. No he visto ningún político que hable de la inseguridad y de los femicidios. Todos los días encuentran mujeres muertas", concluyó.
El juicio
El juicio por el crimen de Araceli comenzará este lunes en el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 3 de San Martín, integrado por los jueces Martín Klobovs, Carolina Martínez y Aníbal Bellagio. A lo largo del debate comparecerán más de 150 testigos, y se prevé que el mismo se extienda hasta el 7 de octubre. La fiscal de juicio será Mariana Piwarczuk, mientras que el abogado Diego Szpigiel representará a la familia de Araceli.
Los acusados que llegan a juicio son Hernán Rodrigo Badaracco, Carlos Casalz, Hugo Cabañas, Carlos Antonio Ibarra, Marcelo Escobedo, Daniel Alaniz y los hermanos Jonathan y Emanuel Ávalos. Los ocho están imputados de "homicidio agravado por femicidio y por la participación de dos o más personas", delito que prevé la pena de prisión perpetua.
La familia de la víctima pidió que los ocho imputados "se queden de por vida en la cárcel". "Yo espero perpetua. Que se queden de por vida y se pudran dentro de la cárcel. Porque a mi hija no la voy a ver más", dijo la madre de la víctima. "Estoy bastante ansiosa porque tengo que volver a recordar todo eso que pasó hace cuatro años y cinco meses. Va a ser muy duro remover todo eso", añadió.
El testimonio de los testigos, consideró la mujer, "será una forma de unir cabos. El problema es que digan la verdad. Nuestros testigos ya fueron intimidados previamente y tienen miedo de lo que pueden llegar a pasar".
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