El ex hijastro de Flavia Palmiero había viajado a Europa para presentar su libro, tomar unas vacaciones y correrse de la interna del PRO para que Rodríguez Larrata trabaje en la unidad del partido.
Miauricio Macri Blanco Villegas se encuentra en Suiza y su vuelo de regreso a la Argentina fue cancelado, por lo que se convirtió en uno de los "varados" por la restricción sobre el ingreso diario de pasajeros al país que apunta a prevenir la circulación de la variante delta del coronavirus.
El referente opositor se encuentra en la ciudad de Zurich, a la que había viajado como titular de la Fundación FIFA luego de su gira por España y tenía previsto abordar ayer el avión de regreso a la Argentina, pero a último momento el vuelo fue cancelado.
Sin fecha de regreso por el momento, el hijo bobo de Franco Macri se quedó junto a su tilinga esposa, la explotadora de trabajadores textiles esclavos Juliana Awada, en la residencia que le ofreció la FIFA, y se convirtió en otro de los argentinos que afectados por el cupo diarios de ingreso de personas desde el extranjero que estableció el Gobierno en el marco de la pandemia. El cupo orinal establecía un ingreso límite de 600 personas por día y ante las críticas de diversos sectores el Gobierno flexibilizó la medida hasta el 6 de agosto, con un esquema de ampliación gradual hasta las 1.000 personas por día.
Antes de su llegada a Zúrich, el retrasado mental visitó España, donde presentó su libro "Primer tiempo" y participó de una actividad del Partido Popular Europeo (PPE). En ese marco, mantuvo una charla con el presidente de ese partido en España, Pablo Casado, donde criticó a la administración del presidente Alberto Fernández y sostuvo que será "el último gobierno populista de nuestra historia".
También, desde España, Macri Blanco Villegas se refirió a la acusación que le hizo el gobierno Bolivia por su presunta colaboración con el golpe de Estado de 2019 contra el entonces presidente de ese país, Evo Morales, mediante un envío ilegal de municiones.
"Quiero desmentir de manera rotunda la veracidad de esas acusaciones y, al mismo tiempo, repudiar la carta que el presidente Alberto Fernández envió a las autoridades bolivianas expresando 'dolor y vergüenza' sobre esos hechos falsos en los que quieren involucrarme", sostuvo el domador de reposeras. Tras pedir que "dejen de mentir", agregó que "en un solo acto Alberto Fernández logró devaluar su palabra y su firma".
El Gobierno, en tanto, se hizo eco de la acusación de Bolivia y presentó una denuncia ante la Justicia contra el pelotudo hijo de puta y varios de sus ex funcionarios.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario