Las principales figuras de la alianza opositora de ultraderecha se reunieron ayer a la tarde en Palermo. El ex hijasto de Flavia Palmiero faltó con aviso.
La mesa nacional de Juntos por el Cambio volvió a reunirse ayer en medio de fuertes tensiones internas por las candidaturas y las disputas por el liderazgo opositor. Entre otros puntos, coincidieron en el objetivo de fortalecer la unidad, ampliar la coalición y buscaron definir las reglas del frente electoral de cara al cierre de las listas. Acordaron volver a reunirse en dos semanas.
Según pudo saberse, la reunión transcurrió “sin ningún chisporroteo” y los referentes de la oposición repasaron la situación en cada provincia. No se mencionó ninguna candidatura en particular ya que “las realidades de cada distrito son diferentes”.
“Fue una muy buena reunión de diagnóstico político, imprescindible para avanzar en el armado electoral con alianzas en las provincias y tratando de crecer”, detalló un referente de la UCR.
Entre las reglas que se fijaron se puso especial énfasis en “no evitar las competencias” entre los distintos espacios que componen la oposición y también “dejar competir a los que vengan de afuera”. Por ejemplo, sin poner pisos electorales demasiado altos (se definirán provincia por provincia).
Desde la Coalición Cínica detallaron que el temario estaba definido de antemano y por esa razón no se abordaron temas de la coyuntura política. En ese sentido, señalaron que la actitud general fue “colaborativa y constructiva” y “sin ningún tipo de tensión”.
Los referentes opositores insistieron en la idea de que las PASO son la herramienta que puede “ordenar” los distritos en los que no se logró un consenso amplio. También pidieron que las internas “sean civilizadas” para evitar el desgaste innecesario de algunos candidatos.
Por su parte, el senador Martín Lousteau destacó la importancia de ampliar la coalición “con PASO en todos lados” y planteó que “mostrar un rumbo económico posible y para eso hay que hacer autocrítica de la propia gestión”.
Juntos por el Cambio decidió también conformar una mesa de trabajo constituida por dos representantes de cada partido que hará un informe sobre la situación de cada distrito y lo presentará en aproximadamente 10 días, de cara a la próxima reunión.
“La elección de 2021 es clave para la democracia argentina porque el kirchnerismo tiene hoy como único dique de contención la Cámara de Diputados. No podemos permitir que se hagan del control total del Congreso porque la sociedad está pidiendo más libertad y más democracia”, dijo Mario Negri tras el encuentro.
La reunión se llevó a cabo en forma presencial en Palermo y contó con la presencia del jefe de gobierno porteño Horacio Rodríguez Larrata, la ex gobernadora fascista bonaerense María Eugenia Vidal, la dipsómana presidenta del PRO, Patricia Bullrich Luro Pueyrredón, los senadores Humberto Schiavoni, Martín Lousteau y Luis Naidenoff; los diputados Mario Negri, Juan Manuel López y Maximiliano Ferraro; y el auditor Miguel Ángel Pichotto. Miauricio Macri Blanco Villegas no fue “por un compromiso personal que ya tenía agendado”. Había avisado hace unos días que no participaría.
Antes de la reunión de la mesa nacional, los radicales también organizaron una reunión vía Zoom en la que coincidieron en la necesidad de fortalecer los distritos en los que no cuentan con figuras de tanto peso. De hecho, no descartaron disputar las PASO provincia por provincia “para hacer crecer el partido en los distritos donde no anda bien por falta de candidatos”.
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