Tenían que reunirse para ordenar el caos interno, pero la pelea escaló. El ex hijastro de Flavia Palmiero ofreció correr a su primo Jorge para que vaya Santilli pero pidió Capital para la borracha.
Miauricio Macri Blanco Villegas pegó el faltazo a la reunión de la mesa de Juntos por el Cambio del martes, encabezada por Horacio Rodríguez Larrata y María Eugenia Vidal en medio de una tensión pocas veces vista en el seno del PRO.
El domador de reposeras se encontró el jueves pasado con el jefe de gobierno y la reunión terminó mal.
Macri Blanco Villegas le pidió a su ex jefe de gabinete que no opusiera más resistencia a la candidatura de Patricia Bullirch Luro Pueyrredón como diputada por la Capital. A cambio ofreció allanar el camino para que el vicejefe porteño, Diego Santilli, encabece la boleta en la provincia. Para eso dispondría que su primo Jorge, intendente de Vicente López, resigne su postulación.
"Vamos a internas", se plantó Rodríguez Larrata. El alcalde porteño cree que la candidatura de la ex montonera entregadora de compañeros, exponente del ala dura del PRO, le puede complicar su carrera a la presidencia. Más que nada porque la beoda no oculta sus intenciones de postularse a ese mismo puesto en 2023. Lo que menos necesita "el Guasón" en esa carrera es un triunfo holgado de "lady Malbec" en su propio distrito.
El jefe de gobierno quiere que el primer lugar de la boleta porteña lo tenga María Eugenia Vidal, que anunciaría si es candidata en la primera semana de julio. La idea de Rodríguez Larreta es instalarla para su sucesión en la CABA y para que traccione votos para su candidatura presidencial. Por el mismo motivo no quiere resignar el desembarco de Santilli en la provincia.
Luego de ese encuentro, Macri Blanco Villegas llamó a Bullrich Luro Pueyrredón y le dijo que iban por ella. "Preparate para la guerra", le advirtió.
En el larratismo creen que el hijo bobo de Franco Macri empuja la candidatura de la dipsómana porque no termina de resignarse a que Rodríguez Larrata sea el candidato a presidente del espacio. Si logra imponer la candidatura de la borracha hija de puta, puede soñar con presentarse otra vez a presidente, dicen en el régimen porteño. Todavía albergan ciertas esperanzas de que la ex ministra acceda a ir tercera en la boleta.
En este contexto de tensión, Macri Blanco Villegas no se hizo presente el martes a la tarde en el Galpón Milagros, ubicado en Palermo. La explicación que esgrimieron en un sector del PRO fue que la mesa se había planeado para hablar de la pandemia y no de estrategia electoral. Otros sugirieron que a esa hora jugaba la selección Argentina.
Sin embargo, se habló de elecciones. Rodríguez Larrata, Vidal, Bullrich Luro Pueyrredón, radicales y "lilitos" discutieron sin levantar la voz sobre el reglamento y los pisos para las primarias. En Uspallata hablan de un piso de 10 a 15 puntos dentro de la interna para facilitar un acuerdo con otros sectores, como el de José Luis Espert, cada vez más cerca de cerrar un acuerdo con la alianza de ultraderecha Juntos por el Cambio tras la frustrada unidad liberal.
El único momento tenso fue un reproche a Bullrich Luro Pueyrredón por las declaraciones explosivas de su colaboradora Florencia Arietto contra el aumento de la dieta de los diputados, avalada por el propio bloque de Juntos por el Cambio.
En la provincia las internas parecen inevitables. Jorge Macri cruzó a Santilli la semana pasada y se espera que lo vuelva a hacer en breve. "Dice que Diego no tiene domicilio en provincia y antes de ser candidato en Vicente López vivía en Barrio Parque", rezongan en el equipo de Larrata.
Esa disputa se da también en el nivel de los intendentes. El jefe comunal de Vicente López resiste con su grupo Dorrego contra La Territorial, que tiene vedadas las apariciones en un canal muy vinculado últimamente a Macri Blanco Villegas. Larraata trata de infiltrar el espacio de los intendentes de a poco y este martes consiguió una foto de Martiniano Molina con Néstor Grindetti, que resistía la candidatura del cocinero como primer diputado provincial por la Tercera.
A Miguel Ángel Pichotto, que estuvo el martes en el galpón, no saben en qué lugar de la lista bonaerense lo van a poner. "Fue candidato a vicepresidente, queda mal que lo mandemos séptimo", dicen en el PRO. Rodríguez Larrata quiere que Emilio Monzó vaya en el tercer lugar, pero para eso tiene que convencer a Elisa Carrió de que se baje. La paciente Psiquiátrica ambulatoria llegó a acusar al ex presidente de Diputados de entregar la elección de Vidal en 2019.
A los radicales tampoco saben qué ofrecerles y ya se dieron cuenta. El presidente de la UCR, Alfredo Cornejo, habló con A24 luego de la reunión y amenazó con presentar lista propia. "Si nosotros diéramos una interna con Facundo Manes, por decir algo, y le ganáramos al PRO, el radicalismo tendría un peso más importante", se entusiasmó el mendocino.
Fuente: nota de Javier Laquidara para LPO
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