sábado, 12 de junio de 2021

Los detalles del Centro de Protonterapia que se instalará en el país

Es considerada como la forma más avanzada de radioterapia y utiliza "haces de protones" para el tratamiento de cáncer, lo que permite concentrar la entrega de la dosis terapéutica justa del volumen tumoral, que reduce los efectos secundarios sobre tejidos sanos.



El Centro Argentino de Protonterapia (CeArP), que la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) está construyendo en el barrio porteño de Agronomía junto a la Universidad Nacional de Buenos Aires (UBA) y que recorrió ayer el presidente Alberto Fernández, contará con equipamiento de alta tecnología para el diagnóstico y tratamiento de pacientes con cáncer.

El CeArP, que será el primero de estas características en la Argentina y en toda Latinoamérica, estará dividido en dos sectores: uno correspondiente a la innovadora terapia con protones y el otro, también llamado sector convencional, que alojará los equipos convencionales de radioterapia.

La obra, que cuenta con el apoyo de la empresa rionegrina INVAP, se llevará a cabo en dos etapas: primero se construirá y se completará el sector convencional, dejando operativo todos sus servicios, y, luego, se erguirá el edificio para alojar el equipo de protonterapia.

La protonterapia se considera la forma más avanzada de radioterapia y utiliza "haces de protones" para el tratamiento de cáncer lo que permite concentrar la entrega de la dosis terapéutica justa del volumen tumoral, lo que reduce los efectos secundarios sobre tejidos sanos.

En el CeArP, el equipo de protonterapia fue provisto por la empresa belga IBA (la compañía de mayor trayectoria mundial) y permitirá tratar diversas enfermedades oncológicas, en especial tumores de difícil acceso.

"Los haces de protones que allí se generen tienen la particularidad de dejar la mayor parte de su energía en el tumor, preservando así los tejidos sanos adyacentes y mejorando la calidad de vida de los pacientes. También podrán tratarse con este equipo niños y niñas con cáncer", informó la CNEA.

Las características destacadas del CeArP

El centro también contará con un "Acelerador Lineal Versa HD" que permite realizar radiocirugía dinámica de alta definición, proporcionando tratamientos con precisión guiada anatómicamente a velocidades superiores a los equipos convencionales.

Otro de los nuevos equipos se llama "Acelerador Lineal para Radiocirugía CyberKnife" y se utiliza para el tratamiento de tumores malignos y benignos, en general localizados tanto en zonas estáticas del cuerpo como en órganos afectados por el movimiento y cáncer pediátrico del sistema nervioso central.

Para poder llevar adelante estos tratamientos, el primer paso es el diagnóstico a través de tomografía computarizada de alta resolución, para lo que el centro contará con un "tomógrafo de energía dual" que provee información muy específica, lo que mejora la caracterización de la composición del tejido y disminuye considerablemente los errores asociados al cálculo de la dosis de protones que deben aplicarse.


A la vez, para la planificación de tratamientos de radioterapia, se utiliza también un Equipo de Resonancia Magnética, otro de los equipamientos que tendrá el centro, que permite la delineación de volúmenes tumorales y estructuras sanas, así como también para el seguimiento de la respuesta al tratamiento.

Junto con el tomógrafo de energía dual, este equipo de resonancia magnética conformarán un sector de imágenes de avanzada y de grandes prestaciones, totalmente integrado y compatible.


El CeArP incluirá, además, el Laboratorio de Investigación y Desarrollo en Protonterapia (LAIDEP), destinado a promover actividades de investigación, desarrollo y formación de recursos humanos.

Para ello, contará con una sala con un haz independiente e idéntico al que se utiliza con los pacientes en la sala clínica, lo que permite optimizar el entrenamiento.

El comienzo de los centros de protones

La protonterapia es una de las modalidades de radioterapia que utiliza hadrones (protones, neutrones, partículas alfa, núcleos livianos) y que comenzó en la década del 40 del siglo pasado como una actividad paralela en los centros de investigación de física de partículas.

Su aplicación clínica se centró en tumores difíciles de tratar debido a una localización riesgosa, a menudo cerca del sistema nervioso central, o en tumores resistentes a los haces de fotones estándar disponibles (radioterapia tradicional).

A fines de la década del 70 las mejoras en la tecnología de aceleradores, con el advenimiento de los ciclotrones y sincrotrones de altas energías, junto con los avances en imagenología médica e informática, hicieron que la terapia con protones fuera una opción viable para las aplicaciones médicas de rutina.

A principios de 1990 las instalaciones de protones fueron por primera vez establecidas en entornos clínicos, instalándose el primer centro en la Universidad de Loma Linda, California, en Estados Unidos.

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