El alcalde porteño rechazó el proyecto que beneficia a varias provincias del interior donde necesita fortalecer su proyecto presidencial.
Horacio Rodríguez Larrata mandó a los diputados que le responden a votar en contra del proyecto de ley que reduce las tarifas de gas a las zonas frías y en el peronismo creen que cometió un error estratégico para su proyecto presidencial.
De los 18 diputados que el macrifascismo tiene por la ciudad de Buenos Aires, cinco votaron en contra y diez se abstuvieron. Solo una diputada porteña de Juntos por el Cambio, Victoria Morales Gorleri, votó a favor del proyecto impulsado por Máximo Kirchner.
En contra de la iniciativa votaron Jorge Enriquez, Alejandro García, Fernando Iglesias, José Luis Patiño y Dina Rezinovsky. En tanto, se abstuvieron Ana Carrizo, Maxi Ferraro, Álvaro González, María Martínez, Carmen Polledo, Facundo Suárez Lastra, Pablo Tonelli, Emiliano Yacobitti, Mariana Zuvic y Juan Manuel López.
Lo llamativo es que la ley beneficiaría a muchas zonas donde la alianza opositora de ultraderecha tiene una base electoral muy importante, como ciudades del interior de la provincia de Buenos Aires, Mendoza, Córdoba y Santa Fe. El proyecto también beneficia a localidades de San Juan, San Luis, Salta, Catamarca, Jujuy y La Rioja.
Hasta el propio Máximo Kirchner admitió en su discurso que están beneficiando a ciudades gobernadas por la oposición. "Están incluidas localidades de Córdoba, donde en 2019 nos pasearon de un lado al otro. Mendoza, que tiene al presidente de la UCR, ex ex gobernador y mandamás de la provincia (Alfredo Cornejo). Y localidades bonaerenses como Bahía Blanca, Mar del Plata, Tandil, gobernadas por Cambiemos, de donde son la mitad de los beneficiados", destacó el jefe de bloque del Frente de Todos.
Por esa razón en el peronismo no entendieron la jugada de Rodríguez Larrata de mandar a rechazar el proyecto y creen que cometió un error estratégico serio de cara a fortalecer su proyecto presidencial en el interior del país.
En el oficialismo creen que al mandar a votar en contra del proyecto el jefe de Gobierno de la CABA pecó de muy ideológico o de muy porteño. Justamente esto último es uno de los puntos débiles del armado presidencial de Rodríguez Larreta, integrado casi exclusivamente por dirigentes de la ciudad con pocos contactos en el interior.
Ese armado que en el interior lidera el secretario de Ambiente porteño, Eduardo Macchiavelli, ya tuvo dos tropiezos muy marcados en los últimos meses.
El primero fue cuando Rodríguez Larrata salió a jugar muy fuerte por el candidato de Juntos por el Cambio en Río Cuarto, sin tener en cuenta que esa jugada tenía dos consecuencias negativas. Primero quedar en la foto de la derrota ante el peronismo. Segundo que Juan Schiaretti mandara a sus diputados a votar a favor del proyecto para quitarle coparticipación a la ciudad, una ley que sin el aporte cordobés difícilmente podía ser aprobada. Aunque el alcalde capitalino coquetee con llevarlo de vice, ese episodio dejó muy fría la relación con Schiaretti.
El segundo traspié fue todo de Macchiavelli. El funcionario fue a Neuquén a ordenar la interna de Juntos por el Cambio y no tuvo mejor idea que decir que iba a "terminar con la hegemonía del MPN", el partido que en la provincia gana las elecciones desde 1963.
Esos dichos provocaron una dura reacción del gobernador Omar Gutiérrez, acaso el mejor aliado que tuvo el macrifascismo durante la gestión. Paradójicamente, el enviado de Rodríguez Larrata terminó haciendo que el dirigente del MPN se acerque al oficialismo nacional.
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