El lunes aterrizan dos vuelos: uno con 500 mil dosis de Sputnik V, en su mayoría del segundo componente, y otro con 900 mil de Oxford/Astrazeneca. Con esos y otros cargamentos previstos se espera continuar con la aplicación de unas 300.000 vacunas diarias.
Este domingo a las 2 de la mañana sale un nuevo vuelo de Aerolíneas Argentinas con destino a Moscú. Esta vez para retirar 100.000 dosis de Sputnik 1 y 400.000 dosis 2. Como siempre, llegará al día siguiente, el lunes, por la tarde.
Ese mismo lunes, pero a la mañana, llegan desde Albuquerque, Estados Unidos, 900.000 dosis de Oxford/AstraZeneca, cuya sustancia activa fue producida en la Argentina.
Durante la semana próxima, finalmente estarán en Ezeiza otras 800.000 dosis que vienen de México, también con la parte activa -la sustancia que va contra el virus- fabricada en Garín. Todos esos envíos garantizan que se mantenga el ritmo de la vacunación que está levemente por encima de las 300.000 dosis diarias y que permite la aplicación de al menos una dosis a los menores de 60, sin enfermedades previas, antes de mitad de mes.
Más allá del proyecto de terminar la Sputnik V en la Argentina, en el laboratorio Richmond de Marcelo Figueiras, es decisivo que el Instituto Gamaleya y el Fondo Ruso de Inversión Directa (RDIF) siga manteniendo el envío de al menos dos millones de dosis mensuales. En abril, desde Moscú vinieron 2.100.000 vacunas; en mayo 2.070.000 y junio arrancó con las 810.000 que llegaron este jueves. La siguiente partida será la del avión que sale el domingo a las 2 de la mañana. La ministra Carla Vizzotti y la asesora presidencial Cecilia Nicolini, que son las que mantienen las negociaciones con Rusia desde el principio, aseguraron que vienen 100.000 dosis 1 y 400.000 dosis 2.
La llegada del segundo componente permite completar la vacunación de quienes recibieron la dosis 1 en marzo, es decir que van a estar en los aproximadamente tres meses previstos. La Argentina, como Canadá y el Reino Unido, decidió priorizar la vacunación con la dosis 1 porque permite darle una primera inmunización a personas que no están protegidas, mientras que la aplicación de la dosis 2 refuerza lo ya protegido, por lo que se busca extender la distancia entre una y otra a cerca de tres meses. En el caso de Sputnik V no tiene sentido demorar más la aplicación porque la dosis 2 no se puede aplicar como dosis 1, dado que son diferentes. O sea que la semana próxima llegarán citaciones para los que recibieron la dosis 1 de Sputnik en marzo.
El vuelo de Aerolíneas Argentinas regresará el lunes, el mismo día en que llegan 900.000 dosis de Albuquerque. Sucede que las vacunas producidas en su parte activa en Garín, tuvieron problemas de terminación en México y por ello AstraZeneca derivó parte de la producción a Estados Unidos. En esa planta del laboratorio británico hay todavía otros 20 millones de dosis terminándose, todas con sustancia activa fabricadas en mAbxience, el laboratorio de Hugo Sigman. Con las dos partidas del lunes, se suman 1.400.000 vacunas en un solo día.
Sin embargo, durante la semana próxima también está previsto la llegada de 800.000 dosis de Oxford/AstraZeneca desde México. Todo fue anunciado por el presidente azteca, Andrés Manuel López Obrador y el argentino, Alberto Fernández, pero la partida se vino demorando por controles de calidad de ambos países. Ahora parece que efectivamente se concretaría el envío. En verdad, a la Argentina le tocaban 400.000 y a México 400.000, pero el país del norte "presta" su parte.
Alrededor de mitad de junio está previsto un vuelo a China a buscar dos millones de dosis de Sinopharm y por esa época vendrán también más vacunas de Albuquerque y de México.
A final de mes llegarían las dosis cedidas por Estados Unidos. No son muchas, pero cada vacuna es importantísima. Por un lado, seis millones de dosis divididas entre 12 países de América Latina, por lo cual la lógica indica que a la Argentina le tocarían unas 800.000. Y también vendrían una o dos partidas por el programa Covax de la Organización Mundial de la Salud. En cualquier caso, el país estará en condiciones de superar los 30 millones de personas vacunadas a fines de julio. Eso debería ir descomprimiendo las terapias intensivas donde hasta hoy más del 80 por ciento son pacientes no vacunados.
Por Raúl Kollmann para Página/12
No hay comentarios.:
Publicar un comentario