La Cámara Federal de Casación Penal desestimó otro pedido para apartar al magistrado y anular las resoluciones en la que se investigan maniobras de vigilancia desde la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) durante el nefasto régimen fascista de la alianza de derecha Cambiemos.
La Cámara Federal de Casación Penal rechazó ayer otro pedido para apartar al juez Mariano Borinsky y anular las resoluciones que firmó en la causa en la que se investigan supuestas maniobras de espionaje ilegal desplegadas desde la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) durante el régimen macrifascista, dijeron fuentes judiciales.
El rechazo se concretó con el voto del propio juez recusado luego de que el Colegio Público de Abogados de la Capital Federal, a través del abogado querellante Mario Filozof, reclamara el apartamiento a partir de que se enteraron de que el juez visitó a Miauricio Macri Blanco Villegas en la quinta de Olivos.
“El requerimiento de desplazamiento de uno de los jueces de una causa no puede, válida y legítimamente, sustentarse en la clase de hipótesis especulativas planteadas, sin mengua de la garantía del juez natural inmanente al debido proceso legal”, sostuvo Borinsky en su voto de rechazo a la recusación planteada.
La decisión fue tomada de forma “in límine” (“desde el umbral”, sin dar tratamiento) por una mayoría compuesta por el juez Javier Carbajo y el propio Borinsky, mientras que la tercera jueza de la sala cuarta del máximo tribunal penal votó en disidencia y sostuvo que debía darse al planteo el debido trámite.
Es la segunda vez que, con un rechazo “in límine” el magistrado cuestionado confirma su voluntad de quedarse al frente del expediente: días atrás había sido rechazado un planteo formulado los abogados Rafael Resnick Brenner (condenado en la Causa Ciccone) y Jorge Chueco (condenado en el Caso Báez) en su calidad de querellantes de la causa en la que se investigan maniobras de espionaje ilegal, incluso dentro del Penal de Ezeiza.
En ambos planteos se había reclamado también la nulidad de las resoluciones en las que la misma sala, con el voto de Borinsky, sostuvo que corresponde que el expediente pase de Lomas de Zamora a los tribunales federales de Inodoro Py porque en la Capital Federal se encuentra, entre otros, la base central de la AFI desde la cual se habrían dado las órdenes para el espionaje.
Después de que el portal de noticias El Destape publicara que Borinsky había estado al menos 15 veces en la quinta de Olivos durante el régimen del hijo bobo de Franco Macri, los abogados querellantes pidieron su apartamiento bajo la acusación de que “ha mantenido impropias relaciones personales y/o de amistad con personas vinculadas a este proceso y especialmente con quien fuera el ex titular del Poder Ejecutivo Nacional”.
La jueza Ledesma se despegó de sus colegas y sostuvo que por “la entidad y trascendencia del planteo formulado -en tanto se esgrime la violación de garantías que hacen al debido proceso- requiere como estándar mínimo cumplir con el procedimiento legalmente previsto”.
La magistrada remarcó que deberían, además, darse “intervención a todas las partes, de modo de garantizar el derecho de defensa y la contradicción; con el fin de impartir un trámite igualitario en todas las incidencias de este caso y evitar, en definitiva, mayor litigiosidad y la posible afectación de derechos”.
El tratamiento previsto el Código de Procedimientos indica que, siempre que el planteo no sea a todas luces infundado, el juez recusado deberá producir un informe en el que explique por qué cree que le corresponde seguir o no vinculado al trámite del expediente, para que luego sean sus colegas los que definan.
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