jueves, 15 de abril de 2021

Denunciaron a Rodríguez Larrata y a Quirós por la “vacunación vip” de la cúpula de una empresa aportante del PRO

El dueño de Murata, su hijo de 18 años y personal jerárquico de esa empresa con fuerte vínculo con el régimen porteño habrían accedido a dosis en el hospital Argerich por fuera del plan oficial, según se denunció penalmente.


La empresa Murata apareció vinculada a múltiples denuncias en la ciudad de Buenos Aires: por estar involucrada en la causa de los aportantes truchos de la campaña de la alianza de derecha Cambiemos, por sospechas de recibir beneficios en licitaciones millonarias y, en plena pandemia, por acusaciones de negligencia ante la muerte de trabajadores contagiados de covid. 

Ahora, una nueva denuncia indica que la compañía accedió a “vacunación vip” para personal jerárquico, el dueño e incluso su hijo de 18 años. Además del empresario, fueron denunciaros el jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larrata, y su ministro de Salud, Fernán Quirós.

La denuncia, presentada por el abogado Matías Galván y la abogada Desiree Beghin es por los delitos de “abuso de autoridad”, “cohecho” y “malversación de caudales públicos”. Recayó en el Juzgado Criminal y Correccional Federal 8. “He tomado conocimiento que la firma Murata S.A. (reconocidos aportantes a distintas campañas de la alianza Juntos por el Cambio) ha utilizado sus influencias del mundo de la política para vacunar (eludiendo la normativa vigente) a empelados y empleadas administrativos de la firma, así como a Santino Raglewski de 18 años de edad, hijo de Roberto Raglewski -uno de los dueños de la firma Murata S.A.-, en el hospital Argerich, dependiente de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires”, se lee en la denuncia.

“Haciendo investigaciones por el tema de los aportantes truchos sale a la luz esto indirectamente sobre el tema de la ‘vacunación vip’. Al ser un aportante y estar en un lugar de privilegio, va a tener que responder a la Justicia por qué pudo acceder a la vacunación”, planteó Galván en declaraciones a la prensa.

“Pedí que se realice un allanamiento en los libros de la firma y que se allane la sede. Tenemos un listado de entre seis y diez personas, sobre todo de la parte administrativa, jerárquica, que se benefició. Luego sabremos si hubo más casos. Ninguna de estas personas, por su edad, podrían estar en el esquema de vacunación de la ciudad”, agregó.

Murata ofrece servicios de seguridad y es contratada como empresa tercerizada en diversos espacios públicos porteños. De acuerdo a los nombres que figuran en la denuncia, además de uno de los dueños, su hijo y un gerente, habría una responsable de recursos humanos y otra de auditorías entre las personas vacunadas en el Argerich, presuntamente por fuera del plan oficial. Hasta el momento, ni la empresa Murata ni la cartera sanitaria porteña respondieron a la consulta por este tema.

Además del pedido de allanamientos, la denuncia solicita que el Ministerio de Salud “identifique los lotes de las vacunas contra el Covid-19, que han sido recibidas para aplicarlas en la población. Indique la totalidad de dosis suministradas, identificando el correspondiente lote, el centro de salud en que la misma ha sido aplicada, el/la profesional que ha realizado la aplicación, así como el Código Único de Ciudadano de las personas que lo han recibido”.

Otra denuncia en pandemia

Cuando se presentaba la denuncia por la presunta "vacunación vip" a la que accedió esta empresa ligada al nefasto régimen de Rodríguez Larrata, otro reclamo contra la misma compañía sonaba en Inodoro Py. 

Allí está radicada la causa que investiga la responsabilidad de la firma en la muerte de tres trabajadores fallecidos por contraer covid, tras ser presionados para continuar trabajando pese a ser población de riesgo. 

“Fuimos acompañados por los tres testigos que declararon y la vez dos testigos son familiares de víctimas que también murieron por la negligencia atroz que hizo Murata por los trabajadores”, contó Nidia, hija de Miguel Ángel Olmedo. Falleció en mayo de 2020, tras contagiarse coronavirus y luego de que Murata no le renovara la licencia, pese a tener 64 años y afecciones cardiacas.
Fuente: nota de Luciana Rosende para Tiempo Argentino

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