El mandatario dio cuenta del encuentro de una hora que mantuvo con Rodríguez Larrata. Contó que le explicó los motivos por los cuales tomó las medidas y le dio precisiones sobre los datos que avalan su decisión. "El plan nuestro es reducir durante 15 días drásticamente la circulación", afirmó.
Tras la reunión de una hora que mantuvo en Olivos con Horacio Rodríguez Larrata, reiteró que las restricciones "no son antojadizas y tienen que ver con el rigor de las estadísticas".
"No voy a dejar que el descuido arrastre al conjunto social a una pandemia que a todos nos duele", enfatizó.
Rodríguez Larrata había solicitado el encuentro alegando que quería apostar al diálogo pero, minutos antes de entrar a la quinta de Olivos, el régimen de la Ciudad de Buenos Aires presentó ante la Corte Suprema un pedido para que se declare inconstitucional el decreto que dispone la suspensión de clases presenciales en la Capital Federal.
En ese sentido, Fernández remarcó que hoy "el AMBA es el foco infeccioso más grande que hay en la Argentina" y que la educación presencial tiene mucho que ver en el aumento de casos. Según detalló, "en el área concreta de la Ciudad, el mayor incremento de contagios se da entre personas de 9 y 19 años" y subrayó que "la curva allí es exponencial".
El jefe de Estado dejó en claro también que tanto él como el gobernador bonaerense Axel Kicillof quisieran "que se vuelva a la presencialidad educativa lo antes posible", aunque pidió paciencia ante la virulencia de la segunda ola de coronavirus que atraviesa el país.
"He estudiado en la ultima semana el movimiento que genera la puesta en marcha de la educación presencial y es francamente alarmante: no sólo se mueven alumnos, se mueven docentes, no docentes, transportistas, padres y madres, un número muy importante de gente, que representa casi un tercio de la circulación", precisó en conferencia de prensa
Y continuó defendiendo las medidas que, aseguró, buscan "cuidar a la gente": "Hicimos 15 días de shocks para parar la circulación y el relajamiento social. Confío en que llegará el día 30 y ya hayamos ganado el tiempo necesario para bajar contagios, liberar camas y poner el sistema hospitalario en funcionamiento".
El presidente informó que mantuvo con el jefe de Gobierno porteño “una buena charla”, en la cual hubo “mucho respeto y vocación de encontrar salidas. Pero tengo la obligación de cuidar la situación del AMBA, que es hoy el foco infeccioso más claro que tiene la Argentina”.
“Yo invité al jefe de Gobierno a seguir trabajando juntos, más allá de las diferencias. Sé que él no está de acuerdo en la decisión sobre la escolaridad. Le he dicho también que haré todos los esfuerzos para que, si esto que proponemos funciona, en 15 días pueda volver la presencialidad con más garantías y con más cuidados”, reiteró.
"Creo que fue muy injusto, muy ingrato"
El presidente se refirió también con duras apreciaciones sobre las declaraciones de Rodríguez Larrata del jueves, cuando dijo que las medidas se tomaron "entre otras cosas, porque el Gobierno no cumplió con la cantidad de vacunas que prometió a finales del año pasado". Fernández comentó que ayer le dijo personalmente al Jefe de Gobierno que se había equivocado.
"Ayer (por antes de ayer) estaba muy exaltado hablándole a su público. Creo que fue muy injusto, muy ingrato. Yo también tengo mis miradas sobre el modo en que se vacunó en la Ciudad pero de nada ayudaría que las comparta", manifestó el mandatario.
"Entregarle el conflicto al juez no es el modo"
Por otro lado, también opinó sobre la presentación judicial de la CABA, que supone una acción declarativa de inconstitucionalidad con un alto tono confrontativo, en la que se quiere emparentar la decisión del Gobierno con una suerte de intervención federal del área metropolitana.
"Yo no soy amigo de judicializar la política. Hay que charlar. Entregarle el conflicto al juez no es el modo, pero si quieren hacer el planteo es su derecho", indicó. Sobre el final, no obstante, dijo que no cree que la Corte Suprema sea el "tribunal originario en las cuestiones de la Ciudad".
La acción declarativa de inconstitucionalidad, que incluye un pedido de no innovar, apunta contra el artículo 2 del Decreto 241/2021 publicado en el Boletín que entró en vigencia la pasada medianoche con el argumento de que allí se viola "la autonomía de la ciudad e implica una virtual intervención federal porque se arroga potestades sobre competencias eminentemente locales, en salud y educación".
Las restricciones en la gastronomía
Al igual que con el retorno de la virtualidad escolar, Fernández destacó que esta era una medida necesaria para frenar la circulación. Explicó que, si bien los contagios pueden no ocurrir en bares o restaurantes, el problema es nuevamente la movilización de personas.
"Está claro que es el relajamiento social lo que favorece los contagios y por eso llegan las restricciones a la gastronomía, que seguirá auxiliada del mismo modo que el año pasado, pero vamos a ser estrictos porque no estamos con tiempo para dudar", precisó.
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