El ex hijastro de Flavia Palmiero llamó a sus seguidores a "frenar a un Estado que busca hacer del control algo permanente”. En un posteo de facebook que tituló “Abran las escuelas”, sostuvo falsamente que “un nuevo año comenzó y las definiciones sobre la apertura de las escuelas aún siguen sin resolverse”. El ministro de Educación, Nicolás Trotta, ya dijo que la Argentina se prepara para la vuelta de las clases presenciales con protocolos según lo permita la situación epidemiológica de cada provincia.
La creación y divulgación de fake news es la estrategia de campaña que más le gusta usar a Miauricio Macri Blanco Villegas. A través de su cuenta de Facebook acusó al Gobierno de negarse a reabrir las escuelas e instó a sus seguidores a “frenar a un Estado que busca hacer del control algo permanente”.
Hace apenas dos días, el ministro de Educación nacional, Nicolás Trotta, aseguró que “toda la Argentina, con los cuidados necesarios y los protocolos adecuados, está preparada para el comienzo de clases presenciales".
“Un nuevo año comenzó y las definiciones sobre la apertura de las escuelas aún siguen sin resolverse”, comenzó su relato el retrasado mental, que desarrolló en un breve, en todo impreciso y por pasajes erróneo texto que divulgó a través de su cuenta oficial de Facebook. Lo tituló “Abran las escuelas”.
Allí acusó al Gobierno que conduce Alberto Fernández de insistir en “condicionar el retorno a clases a la situación epidemiológica” bajándole el tono al nivel de expansión del virus que ya provocó cerca de 100 millones de contagios y casi dos millones de muertes en el mundo.
Sin perjuicio de ello, ni hacer mención alguna a datos que confirman rebrotes, segundas olas y desastres de nuevas cepas del virus en decenas de países, el hijo bobo de Franco Macri citó vagamente a la Organización Mundial de la Salud (OMS) que, según su resumen, “defiende la necesidad de mantener las escuelas abiertas porque se ha comprobado que los niños y adolescentes no son vectores principales de contagio y tienen más probabilidades de contraer el virus fuera del entorno escolar que dentro”.
Sin embargo, en esta ocasión parece convenirle más pararse en contra de las medidas de reapertura: “Miramos hacia nuestro alrededor y somos plenamente conscientes de que todo está permitido, excepto el ingreso de nuestros chicos a las aulas. Eso responde a un orden de prioridades que debe ser revertido en la inmediatez si deseamos realmente construir un futuro próspero y con oportunidades para los jóvenes”.
“Vamos a perder el potencial de una generación de jóvenes si las aulas siguen vacías”, apostó. Luego criticó a la provincia de Buenos Aires en contraposición a la CABA, gobernada por Horacio Rodríguez Larrata, que “demostró que es posible abrir las escuelas, respetando los protocolos y las recomendaciones que establece el Ministerio de Salud”.
El proceso iniciado por el régimen porteño a partir de octubre fue progresivo y partió desde algunos pocos establecimientos que fueron puestos en funcionamiento de manera presencial para tan solo algunos pocos cursos, una hora a la semana y con actividades recreativas.
El plan que tiene el Gobierno, y que desde la cartera de Educación vienen sosteniendo desde fines del año pasado, es que se retomen las clases presenciales en todo el país.
"Nuestro objetivo es que en el mes de marzo tengamos clases presenciales en todas las escuelas del país”, recalcó Nicolás Trotta días después de que el Ejecutivo emitiera recomendaciones para restringir la circulación noctura y así frenar el rebrote de contagios que se experimentó en las grandes urbes durante el comienzo de 2021.
En su texto, Macri Blanco Villevas criticó a los gremios docentes, a quienes acusó de “monopolizar” el debate sobre el regreso a clases y los descalificó frente a “cientos de miles de docentes que en este último año se han convertido en ‘héroes sin capa’” por su “compromiso y vocación” de “continuar con los aprendizajes a pesar de las distancias y de las dificultades”.
Poco podrían haber hecho esos “héroes sin capa” sin la posibilidad concreta de mantener el vínculo educativo con los y las estudiantes de manera virtual, algo que menospreció y menosprecia el régimen porteño desde el diseños de sus políticas. Sin ir más lejos, el miércoles se supo que a través de un decreto, Horacio Rodríguez Larata modificó las partidas presupuestarias destinadas al “Plan Sarmiento", que es la iniciativa de asistencia de equipos de tecnología e Internet en los barrios vulnerables, y redireccionó más de 370 mil millones de pesos hacia otras áreas.
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