Representantes del Ministerio de Educación de la ciudad de Buenos Aires y de los sindicatos docentes del distrito mantuvieron una primera reunión sobre la vuelta a las aulas.
Representantes del Ministerio de Educación de la ciudad de Buenos Aires y de los sindicatos docentes del distrito mantuvieron ayer una primera reunión sobre el inicio de clases, en la que el régimen porteño ratificó que quieren empezar el 17 de febrero y los sindicatos docentes pidieron garantías sanitarias para volver a las aulas ante la pandemia.
La reunión, convocada por el Ejecutivo capitalino, comenzó pasadas las 10.30, con la administración porteña representada por Manuel Vidal, subsecretario de carrera docente del ministerio, y referentes de los gremios UDA, UTE, CAMYP, ADEF, SEDEBA, AMET, SEDUCA, ADIA y SUETRA.
En el inicio de la reunión, el régimen porteño ratificó que las clases comenzarán el 17 de febrero y manifestó a los representantes sindicales que “la presencialidad es una prioridad absoluta”, según relataron las fuentes consultadas.
En ese sentido, desde el régimen de Horacio Rodríguez Larrata se transmitió que "la ciudad considera que la presencialidad es fundamental y no hay más margen de tiempo que los chicos y las chicas puedan perder. Si todos nos cuidamos y respetamos los protocolos, la escuela es un lugar seguro”.
Durante la reunión, los funcionarios plantearon que "se está realizando un trabajo conjunto con el Ministerio de Salud porteño para avanzar en la vuelta a clases con protocolos seguros y todas las medidas de higiene y seguridad".
El encuentro se dio en el marco del proceso participativo que está llevando a cabo el Ministerio de Educación de la CABA por el que se dialogó con especialistas, ONG, gremios docentes, y durante enero también serán convocados padres y alumnos de escuelas porteñas.
La postura de los gremios
Desde el lado docente, el sindicato UTE-Ctera planteó en un comunicado que “el aumento de contagios en la Ciudad de Buenos Aires y la falta de espacios adecuados en los edificios escolares para el desarrollo de actividades sin descuidar la salud, hacen que no estén dadas las condiciones epidemiológicas ni de infraestructura para el retorno a las clases presenciales el 17 de febrero”.
Angélica Graciano, titular de UTE-Ctera, propuso establecer un semáforo epidemiológico para evaluar el regreso a clases, según la cantidad de casos positivos de coronavirus por cada 100.000 habitantes.
Graciano, a través de un hilo de Twitter, explicó que "este índice consensuado puede permitir la implementación de estrategias responsables que tiendan al cuidado de la salud de la comunidad educativa, con pautas certeras y claras para la circulación de los docentes y estudiantes”.
“Por último, exigimos la implementación inmediata de un esquema de vacunación para el personal docente y no docente y la creación de los cargos que sean necesarios para sostener los probables esquemas mixtos”, afirmó y finalizó diciendo que los docentes quieren “volver a la presencialidad", pero que esa decisión "debe depender de la situación epidemiológica y no de presiones a través de operaciones políticas y mediáticas”.
Por su parte, la secretaria gremial de CTERA, Alejandra Bonato, indicó tras la reunión que “el contenido se recupera, pero las vidas no” y remarcó que actualmente se dan “las mismas cifras” de contagios que en junio de 2020.
La referente sindical advirtió que “las aulas son muy chicas” y es necesario “invertir en infraestructura” y afirmó que “aún falta la vacunación” para los docentes.
“Me parece que hay que adecuar los edificios a la situación epidemiológica. Nosotros venimos a escuchar la propuesta y no ha habido ninguna propuesta. Hubo varias posibilidades, una es mitad presencial y mitad virtual. Lo que estamos pidiendo es lo mínimo y ser serios en el marco de esta pandemia como nunca atravesó la humanidad”, señaló.
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