La petrolera nacional continúa el diálogo con sus principales acreedores para acordar el esquema financiero de los nuevos bonos. La propuesta renovada vence el 5 de febrero y para seducir a los bonistas YPF presentó los lineamientos de inversión de este año, que refleja una mejora sustancial de 73 por ciento respecto a 2020.
Con el cruce de intereses de acreedores, lobbistas locales y fuerzas políticas y del establishment que buscan debilitar la reestructuración de su deuda, YPF presentó modificaciones a la propuesta original para desarticular esas fuerzas especulativas.
Como resulta habitual en las negociaciones para refinanciar pasivos, las partes involucradas van mostrando las cartas y, en esos movimientos, las apuestas son fuertes.
La semana pasada fue la operación de la versión disparatada de la estatización total de la petrolera nacional, desmentida enfáticamente por el ministro de Economía, Martín Guzmán, y el lunes fue "el fracaso" de la reestructuración para confundir con un "default".
Cuando se despejan esas operaciones de desestabilización aparece lo que está en juego: las condiciones de la refinanciación de poco más de una deuda de 6000 millones de dólares, monto acumulado en el período del nefasto régimen de Miauricio Macri Blanco Villegas. Queda en evidencia que un eventual default de la principal petrolera nacional no sería sólo un fortísimo impacto contra YPF, sino un golpe económico al gobierno de Alberto Fernández. YPF es un jugador clave en el el plan de desarrollo para el país que propone la coalición del Frente de Todos.
La reacción inmediata del mercado a la nueva propuesta fue un alza de la acción en 7,5 por ciento en las primeras operaciones.
Plan de inversiones
A partir de las sugerencias presentadas por los inversores sobre la oferta de canje que la compañía efectuó hace poco más de dos semanas, el directorio de YPF aprobó algunas modificaciones para hacer más atractiva la propuesta. Para alejar el humo de las operaciones de estos días, como se sabe en el mercado, la falta de quórum de la asamblea de este lunes fue rutinario justamente porque se estaba trabajando en esa nueva propuesta.
La novedad de este martes es que se extendió el vencimiento final de la oferta al 5 de febrero, siendo válidas las nuevas condiciones para aquellos inversores que ya han ingresado sus bonos al canje como para todos aquellos que deseen hacerlo hasta el vencimiento. La fecha para la asamblea de tenedores de bonos, en segunda convocatoria, será el 11 de febrero.
Como muestra de voluntad de acordar con los acreedores y no declarar un default, como hicieron trascender lobbista locales y del exterior afectando el precio de las acciones de la petrolera, YPF decidió presentar los lineamientos del plan de inversiones 2021.
Mostrar públicamente la estrategia corporativa no se había realizado nunca antes y es la primera vez en la historia que lo hace la compañía como otra muestra de buena fe en la relación con los acreedores.
Esos lineamientos fueron aprobados por el directorio teniendo en cuenta que uno de los objetivos de esta refinanciación de la deuda es destinar fondos para aumentar las inversiones que permitan revertir el declino de la producción de gas y petróleo durante la gestión macrifascista.
En función de la disponibilidad de caja, YPF prevé un crecimiento de las inversiones para este año del 73 por ciento con relación al 2020. Según ese plan, las inversiones en el upstream crecerían más de 90 por ciento, lo que permitiría estabilizar, y tendencialmente incrementar, la producción de gas y petróleo a pesar de los declinos propios de los yacimientos que opera la compañía.
Condiciones del canje
Las modificaciones de las condiciones del canje de deuda buscan fortalecer la estructura de garantías del bono respaldado con flujo de exportaciones con vencimiento en 2026 y atender la demanda de los inversores sobre la inexistencia de flujos durante los próximos dos años.
En ese sentido, YPF decidió reforzar la estructura de garantías del bono 2026 por medio del ofrecimiento de una prenda en primer grado sobre acciones de su subsidiaria YPF Luz, una de las mayores desarrolladoras y operadoras de plantas de generación de energía eléctrica renovable y térmica del país.
Respecto al flujo de intereses durante los próximos años, la compañía incorporó el pago de cupones en los tres nuevos bonos a tasas del 4,0 por ciento para el 2026, 2,5 por ciento para el 2029 y 1,5 por ciento para el 2033.
Para incrementar el valor económico de la propuesta de canje, YPF incrementó la tasa de interés de los nuevos bonos 2026 y 2029 del 8,5 al 9,0 por ciento, aplicables desde enero de 2023. Por otro lado, también modificó las estructuras de amortización de los nuevos bonos 2026 y 2029 para acortar la vida promedio.
Estos cambios se suman al ya introducido el 14 de enero por el cual la compañía modificó las características de las mayorías necesarias para proceder con el cambio de los términos y condiciones no económicos de los bonos viejos, pasando a requerir mayoría absoluta de tenedores de cada serie.
Estas modificación reflejan la voluntad de de YPF de mantener el diálogo con sus acreedores, habiendo respondido a la mayoría de las inquietudes planteadas por los inversores, dentro de las posibilidades que tiene por su difícil situación financiera como resultado de los impactos negativos de la pandemia, que agravaron una situación de declino de la producción de gas y petróleo que la compañía arrastraba de años anteriores.
Fuente: nota de Alfredo Zaiat para Página/12
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