"El Diez" fue dado de alta por su médico personal Leopoldo Luque después de cumplir con la primera parte de la recuperación tras la intervención y en pleno tratamiento por un cuadro de abstinencia.
Después de atravesar una operación en su cabeza por la aparición de un hematoma subdural, Diego Maradona recibió ayer el alta de parte de su médico personal Leopoldo Luque y se retiró de la Clínica Olivos donde pasó sus últimos días tras la intervención quirúrgica.
A partir de ahora, continuará su recuperación por el cuadro de abstinencia (vinculado al consumo de alcohol y a la medicación que tomaba por sus problemas de ansiedad y para conciliar el sueño) en una casa de la zona Norte y no volverá, por el momento, a su residencia en Brandsen, donde se había mudado para estar cerca del predio de entrenamiento de Gimnasia.
El alta se dio minutos antes de las 18: el astro, de 60 años, abordó una ambulancia que lo trasladó a su nuevo hogar en el barrio cerrado Villanueva de Tigre, cerca de Nordelta. Al sentirse bien, el director técnico de Gimnasia pretendía marcharse en un automóvil particular, pero el protocolo se lo impidió.
Detrás de la ambulancia salió una camioneta con algunos de sus familiares, que estarán junto a él en la propiedad recientemente alquilada para su rehabilitación. Algunos de los fanáticos y curiosos que aguardaron el momento lo saludaron con cánticos y frases de aliento.
Antes del alta, el equipo interdisciplinario que lo cuida difundió la primera imagen post operación. En la foto, que fue tomada el martes, se lo puede ver junto a Leopoldo Luque, su médico personal, en su habitación en el sexto piso de la Clínica Olivos. Posee el vendaje en la zona donde le colocaron el drenaje para evacuar el edema y esboza una sonrisa.
“Te di mi palabra, vos confiaste y los dos cumplimos. Esto continúa, pero hoy festejamos este gran paso juntos. Te deseo paz en familia, Maradona. Te amo para siempre”, escribió el neurocirujano en su cuenta de Instagram, junto a la imagen del paciente.
Tras el episodio de salud, el entorno del campeón del mundo con Argentina en México 1986 quedó reconfigurado: tanto la responsabilidad del alta como el paso a paso de su tratamiento es consensuado entre Luque y su familia, a partir de la apertura ofrecida por Matías Morla, su apoderado. Dalma, Gianinna, Jana y Dieguito Fernando (su mamá Verónica Ojeda y el abogado Miguel Ángel Pierri lo representan) y las hermanas y hermanos de Diego conforman hoy el círculo íntimo de mayor incidencia.
En su flamante residencia, Maradona contará con un enfermero las 24 horas del día que tendrá habitación propia para la convivencia. La casa con múltiples ambientes ya está equipada y oportunamente amueblada. El seguimiento por parte del cuerpo médico personal de Pelusa será constante. Una de las líneas bajadas es que en la casa no puede haber una gota de alcohol en ninguna circunstancia.
Su círculo íntimo no descarta que, una vez transcurrida la primera etapa de la rehabilitación en el Tigre, se tome unos días de vacaciones en base a algunas de las propuestas que recibió (Cuba pica en punta). “Lo que más necesita es descansar y tener paz”, subrayan cerca del ex futbolista. ¿Su continuidad en Gimnasia? En stand by. Todo indica que, al menos hasta 2021, no podrá ejercer su rol de entrenador. Resta saber si el Lobo (que se quedó sin presidente por la renuncia de Gabriel Pellegrino) lo espera, dándole la confianza a Sebastián Méndez y Adrián González, sus ayudantes de campo, o busca darle un corte a la situación, mediante una negociación que, al menos hasta ahora, no comenzó.
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