miércoles, 15 de julio de 2020

Conmoción en Rosario por el asesinato a balazos de un ex concejal

Eduardo Trasante, pastor evangélico, era el padre de una de las víctimas del Triple Crimen de Villa Moreno. Lo asesinaron a plena luz del día en su casa.


Ayer, a plena luz del día, el pastor evangelista Eduardo Trasante fue ultimado a tiros en su domicilio en la zona oeste de la ciudad. Según las primeras líneas de investigación, dos hombres habrían ingresado a la vivienda y a los pocos minutos lo ejecutaron.

Trasante era el papá de Jeremías, una de las víctimas del Triple Crimen de Villa Moreno, el asesinato de tres jóvenes militantes barriales fusilados por soldaditos narcos que ingresaron a la canchita de fútbol el 1º de enero de 2012, accionaron una ametralladora y acribillaron a los chicos.

El hecho marcó a fuego a la ciudad de Rosario y el ascenso de los índices de homicidios a niveles récord como consecuencia de la disputa por el control territorial para la venta de drogas. En 2014, Trasante perdió a otro de sus hijos, Jairo, muerto a tiros en otro hecho de violencia extrema.

En su lucha por justicia, el pastor pasó a integrar el Frente Darío Santillán, donde militaba su hijo y en las elecciones de 2017 fue elegido concejal por la agrupación de centroizquierda Ciudad Futura. 

En el debate de candidatos de esa elección, Trasante concluyó su presentación mostrando la foto de la ametralladora con la que habían asesinado a su hijo: "Soy candidato porque Ciudad futura es el cambio que Rosario necesita y para terminar con esto", dijo el pastor en referencia a los índices de violencia.

Pero Trasante pudo ocupar su banca unos pocos meses. En 2018, una denuncia sobre un presunto hecho de abuso sexual lo obligó a renunciar. "La banca es del partido", le dijeron los capitanes de Ciudad Futura.

El hecho nunca se esclareció y los principales dirigentes de la agrupación tampoco dieron mayores explicaciones. Lo curioso fue que tampoco existió denuncia penal en fiscalía, como indica el protocolo sobre violencia de género.

Alejado de la vida pública de la ciudad, Trasante reconoció que se había arrepentido de renunciar y sintió que había sido manipulado por el partido, expresó con prudencia varios meses después de su dimisión.

Antes de ser concejal, había trabajado dos años, desde 2015 a 2016, en el Ministerio de Seguridad en las oficinas de Atención a las Víctimas como referente debido a los dos crímenes que sufrió su familia. 

El Triple Crimen de Villa Moreno

Cuando apenas habían transcurrido un par de horas del nuevo año, Jeremías Trasante, Claudio Suárez y Adrián Rodríguez se habían dado cita en la canchita de fútbol del barrio cuando, entre cervezas y charla, un grupo de cuatro personas irrumpen en la oscuridad en busca de un tal Ezequiel Villalba, un joven acusado por la banda del "Quemado" de robarle drogas y dinero de los bunkers que él administraba y que horas antes había atentado contra la vida de uno de los integrantes del clan .

Fue el mismo Sergio Rodríguez, alias el Quemado, quien comandaba el grupo junto a tres jóvenes fuertemente armados con 9 mm y ametralladoras. Casi sin preguntar y sabiendo que los tres pibes que estaban en la canchita y temblaban del miedo no estaban vinculados a Villalba igualmente abrieron fuego y los más de 40 tiros hirieron de muerte a Jere, Patom y Mono.

Los jóvenes que militaban en el Frente Darío Santillán haciendo trabajo barrial y ayudando a los chicos de su misma condición social, fueron rápidamente asistidos por familiares y vecinos que nada pudieron hacer para remediar el ataque.

Daniel "Teletubi" Delgado de 21 años y Brian "Pescadito" Sprío de 23 fueron los sicarios que abrieron fuego contra los jóvenes mientras Mauricio Palavecino aguardaba en la Kangoo blanca que los trasladó hasta el lugar.

Un día antes del triple crimen, Maxi Rodríguez, hijo del Quemado, había sido baleado por Ezequiel Villalba. El Quemadito, como se lo conocía en honor a su parentesco, fue atendido en el Hospital Clemente Álvarez (HECA) donde logró salvar su vida.

Finalmente, el Quemadito Rodríguez encontró la muerte en febrero del 2013 cuando en una esquina céntrica un sicario le disparó en la cabeza. Los Rodríguez habían ganado holgura económica con el narco menudeo. Administraban varios bunkers de la zona sur de Rosario y eran temidos en el barrio. También disputaron poder por el control y manejo de la barra brava de Newell's.

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