El ex hijastro de Flavia Palmiero confirmó que cederá los contratos de concesión del servicio eléctrico a la provincia y la ciudad de Buenos Aires. "Es un reclamo lógico de las provincias sobre los subsidios", justificó.
Mugrizio Macri Blanco Villegas confirmó ayer que traspasará a la provincia y la ciudad de Buenos Aires el control de las distribuidoras de energía eléctrica Edenor y Edesur, una medida reclamada por los gobernadores peronistas pero que preocupa a los inversores extranjeros.
"Le estamos traspasando Edenor y Edesur a la provincia de Buenos Aires porque es más justo, porque es la manera de ir equilibrando el gasto estatal para que el Estado no se vuelva una mochila", argumentó el idiota confeso.
El hijo bobo de Franco Macri hizo el anuncio en una entrevista con la ultraoficialista radio cordobesa Cadena 3, justo en la provincia donde nació el reclamo del peronismo que Nación empiece a achicar el gasto público con el traspaso de los servicios. Los gobernadores del PJ también pretendían el traspaso de AySA, pero la Rosada lo rechazó de plano desde un primer momento.
"Hay un reclamo lógico de las provincias sobre los subsidios que recibe la provincia y la Ciudad de Buenos Aires porque es cierto por política del gobierno kirchnerista había un gran desfasaje y es por eso que las tarifas han subido más en Buenos Aires que en el interior para que se reconozca el verdadero valor de la energía", dijo Macri Blanco Villegas, casi en tono de campaña.
La noticia se conoce en momentos en que el ministro de Energía, Javier Iguacel, está a punto de anunciar un nuevo aumento en las tarifas de luz. El mismo, el segundo del año, será de hasta un 30 por ciento, según trascendió.
La decisión -a todas luces un gesto del sorete mal cagado para empezar a destrabar la discusión por el Presupuesto- tiene serias complejidades técnicas. El traspaso además de espantar a los accionistas del exterior de Edesur y Edenor, requiere un diseño normativo y corporativo muy complejo, que incluye la creación de nuevos entes de control y empresas de transporte eléctrico, por lo que se presume que el proceso será de largo plazo.
Según pudo saberse, en las empresas no estaban al tanto de la decisión del régimen de avanzar en el traspaso hasta que el mandatario la hizo pública.
También el ex secretario de Energía Jorge Lapeña cuestionó la iniciativa en. "No la creo conveniente, por razones históricas. Estas empresas eran Segba, que tenía contratos de concesión con la Ciudad de Buenos Aires y luego suma 30 partidos, lo que generaba una situación muy complicada. Por eso en la década del 60 se dicta una ley que genera una jurisdicción nacional y asegura un único poder concedente. No me parece que sea algo para hacer ahora", explicó el ex director de Enarsa.
En el régimen fascista de Vidal ya daban por descontado el traspaso de las eléctricas, que representarán unos 1.400 millones de pesos que las arcas provinciales deberán asumir como parte del recorte de 300 mil millones de pesos que el macrifascismo acordó con el Fondo Monetario Internacional. La provincia y la ciudad de Buenos Aires también deberán hacerse cargo del costo de los subsidios al transporte por $ 11.250 millones y de la tarifa social del agua por unos 800 millones.
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