La principal petrolera del país desoyó el pedido de la Rosada y decidió "acompañar los aumentos" del sector.
YPF, la principal petrolera del país y con capital mayoritario estatal, subió ayer el precio de la nafta premium en 4,5% y el resto de los combustibles básicos en 4%, lo que complica aún más la meta de inflación que fijó la Rosada.
La medida refleja el resultado de una pulseada entre la empresa y el régimen macrifascista, que no logró frenar la suba de los precios pese a los intentos del ministro Juan José Aranguren.
La empresa estaba enfrentada con Aranguren por su decisión de aumentar en el último tiempo el precio de los biocombustibles dando marcha atrás con una decisión que él mismo había tomado para favorecer a las petroleras. "La nueva resolución implicará una suba de los precios de los biocombustibles que impactará en el precio de las naftas", le habían anticipado desde la compañía que maneja Miguel Ángel Gutiérrez.
Por eso, YPF desoyó los pedidos para postergar el ajuste y este incremento impactará de lleno en la inflación anual que tenía una meta de 15% -tras modificación del régimen- y ya se habla de que trepará al menos hasta el 17% o 19%, mientras que la suba de naftas meterá más presión en el arranque del año. Es que YPF concentra alrededor del 50% del mercado y su aumento impactará de lleno en toda la cadena productiva, por el efecto multiplicador de la inflación que traerá el aumento de combustibles.
Desde Davos donde acompaña a Mugrizio Macri Blanco Villegas, el sorete de Aranguren evitó hacer alusión al tema e incluso afirmó ayer a la mañana que el régimen fascista se encuentra "bajando la inflación de una manera sustentable".
"Hay una política de precios para los regulados y precios para los no regulados. Cuando el mercado pretende regular esos precios la consecuencia es la inflación. Estamos bajando la inflación de una manera sustentable. La inflación va a ir bajando. Ese es el camino, es como la confianza", dijo el CEO de Energía en una entrevista que brindó al pasquín ultraoficialista La Nación.
La empresa no formuló el anuncio de manera oficial, pero la información fue confirmada por la agencia estatal de noticias Télam, que comunicó la decisión de "acompañar los incrementos que ya venían aplicando desde los últimos días el resto de las empresas del sector".
Con esta medida, la nafta súper en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires pasó a costar de $ 22,66 a $ 23,57 por litro, mientras que la Infinia llegó a $ 27,33 (antes, $ 26,15). Por su parte, el gasoil común subió de 19,99 el litro a $ 20,79, y el premium (Infinia Diesel) saltó de $ 23,18 a $ 24,22.
Días pasados, la petrolera Oil aumentó sus precios en torno de 6% promedio, y en la misma proporción incrementaron sus productos días después Shell y Axion.
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